XXXII: Akaza 1/2

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El bosque estaba en un silencio total

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El bosque estaba en un silencio total. Solo los grillos y pisadas de ambos por las hojas y pasto seco se podían oír.

El ambiente fresco era tan agradable, que el cuerpo de Aime no dolía, si fuese por ella, podría caminar mucho más, ya que, las estaciones cálidas como la Primavera y Verano le daban fuerza y motivación para hacer muchas cosas que en las estaciones frías como el Otoño he Invierno no le permitían.

—¿Te gustan este tipo de noches?— Le pregunto Aime, como niña pequeña, el asintio. —Son mil veces mejores que el invierno, solo te abres una silla aquí y aplastas tu trasero, y si fuese por mi dormiría aquí mismo.— La castaña, no sé dió cuenta de la "grosería" que soltó, a lo que Kokushibo frunció levemente el ceño.

Hasta darse cuenta.

Ella alzo la mirada, y lo vió, colorada de la vergüenza.

—¡Lo lamento, lo lamento!— Sacudió sus manos. Esa sucia costumbre la adoptó de Minami, quien vivía todo el tiempo insultando hasta las paredes. —Voy a reprender a Minami-San cuando la vea mañana. —Susurró furiosamente. El solo la ignoro, y dejo que ella siguiese en su mundo.

No obstante, la Luna Superior 1 alzó la mirada de repente, y frente a ambos, cayó Akaza. El demonio tenía su mirada neutra, pero su cuerpo mostraba relajación y raramente, comodidad. Aime abrió la boca, sorprendida.

—Akaza. —Soltó Kokushibo, con peligro en su voz. El mencionado, agachó levemente la cabeza, mostrando un tipo de tregua.

La muchacha, estado oculta detrás de Kokushibo, lo analizó fijamente. Bajo la luz de la Luna, lo que se podía detallar más, eran sus tatuajes, muy similares a los que se ponen a los criminales, creo que llegó a ver un hombre de mediana edad en Michigan; subió su mirada, y sus ojos, similares a los de su pareja, la esclerótica azul y fragmentada, como dos diamantes azules, intensos y brillantes; sus irises amarillas, pero con otra numeración.

—¿El es la Luna Superior 3, verdad? La numeración en sus ojos lo identifica.— Kokushibo asintio, satisfecho en la respuesta de ella. —Su cabello parece chicle. —Akaza ladeó la cabeza levemente, pero su mirada seguía siendo la misma, no mostrando su curiosidad.

—¿Interrumpo, verdad?— Kokushibo estaba a punto de hablar, hasta que Aime decidió apurarse a hacerlo primero.

—¡No, claro que no!— Dió un paso adelante, quedando al lado del pelinegro.

...

Ella lo observó, y dió vueltas sobre el, apostó que cada Luna tenía una apariencia que correspondía a su posición como Luna Superior, pero, ¿Akaza que representaba? Por sus colores y vestimenta, las artes marciales.
El muchacho de cabellos rosas, era vigilado por Kokushibo, estaba más que claro, aquella mirada penetrante, directa y dominante era lo más claro. De todas formas, no tendría la oportunidad ni de alzar una mano si quería asesinar a Aime, ya que, la Luna Superior era mil veces más rápido que el.

—¿Fuiste un criminal antes de ser un demonio? Tienes tatuajes que lo representan.— El asintio. Luego, se paró frente a el, y lo que dijo, lo tomo por sorpresa. —Tu fuiste quien me ayudó cuando Kyosuke me golpeó en mi casa. Gracias.— Le dijo con una pequeña reverencia.

Akaza no creyó que ella hubiese estado del todo conciente aquella noche, pero, lo recordó, ante eso, Aime se había ganado un gran aliado. No sé podría creer, pero, viendo lo agradecida y amable que era, le recordó a su primer amor, Koyuki, una hermosa mujer amable, dulce, fiel y única a sus ojos.
Escucho a Aime alejarse de el, he ir con Kokushibo, quien parecía estar más tranquilo cerca de ella; Akaza les dió la espalda, y se fue, no sin antes despedirse de ella bajo un susurro que el viento se llevó.

Estando los dos solos, ella alzo la mirada.

—¿Ustedes dos se llevan bien? Parece que no.— El la tomo de la mano, y a paso tranquilo, se la llevó a su pequeño bosque de bambú.

—Nuestra relación solo se basa en formalidad. No hay nada más.— Le comunicó, no obstante, ella vaciló, son creer mucho, y el se dió cuenta. —Cuando yo no puedo venir a verte, o echar un ojo encima, lo hace el.

Ella cubrió su boca, sorprendida, ante sus ojos, lucia encantadora.

—¿Eso significa que podré tener un vínculo cercano con el si viene a cuidarme?— El aire que corría entre ambos, se volvió repentinamente cálido. —Espera, ¿Me cuidas de Muzan?

—Hay otros demonios que sospechan de mi, Aime. Si alguno llegase hasta aquí, podrían asesinarte en un pestañeo.— El paro de caminar y alzó la mirada, observando la luna, que poco a poco era cubierta por las nubes. —Akaza es capaz de hacerle frente a todos.

Eso sonó genial para ella, pero a la vez, culpable, en el sentido del sentimiento, ¿Otro demonio debía de cuidarla? Se sentía incapaz de poder defenderse, y más ahora. De hecho, el sentimiento de culpabilidad recno en su mente.

—¿No hay alguna forma de que yo...pueda no ser una carga tan grande?— Por alguna razón, los grillos habían dejado de chirríar.

Para el, ella jamás sería una "carga", habían momentos difíciles, como toda pareja vivía, y se debía de aceptar, y cosas así se tendría que experimentar, ahora más, Aimé estaba embarazada, y el riesgo era mil veces más alto; tomo su mano, y se la llevó dentro del bosque de bambú, se le hizo lindo, pues, de alguna forma, los faroles, se hallaban colocados en la punta de estos.
Ella, tampoco se salto las luciérnagas, que brillaban, y se posaban sobre las pequeñas flores lilas.

—¿Aquí es donde descansas?— Se noto impresión en su suave susurro. —¡Es genial!

A paso rápido, se soltó de el y se adentro al bosque, siguiendo, de alguna forma las luciérnagas. Y el, viendo cómo se alejaba, apresuró la caminata, tenía la impresión de que ella se perdería en ese enorme terreno sin algún tipo de camino que pudiese guiarla.

Respiró profundo, y se giró.

Akaza estaba allí, detrás de él y mirándolo fijamente.

Muzan-Sam requiere de tu presencia, ahora mismo.— Algo en Akaza no le agrado, y su instinto, le dio a entender que se había metido en problemas, otra vez.

Kokushibo asintió, y con un solo llamado, Aime se apareció minutos después, confundida, y claramente sorprendida por ver a la Luna Superior 3 allí.

—He de irme, Aime. Akaza se quedará contigo mientras cumplo con mis deberes.— Ella asintió, y se despidió de él con un sorpresivo beso en la mejilla.

Al pelirrosa no le importó, ya que, si opinaba o mostraba algún expresión, Kokushibo probablemente lo fusile allí mismo. La Luna Superior 1 desapareció rápidamente, dejando a Aime y Akaza solos.

La castaña se empeño en intentar tener algún tipo de acercamiento. Y con un gran idea, puso en pie su plan.

ʟɪᴠɪɴɢ ᴡɪᴛʜ ᴛʜᴇ ᴅᴇᴠɪʟ《 Kokushibo 》©Where stories live. Discover now