Mi dulce hibrida || kol mikaelson

Capítulo 18

Primer Acto || Parte Dieciocho

"Conociendo a Regulus"

Peter la luna a través del gran ventanal que tenía la residencia Black, reflexionaba cada una de las palabras que le diría a su hija para que lo perdone. Al escuchar pasos acercándose a donde se encontraba gira esperanzado porque Ariadna lo escucharía.

—Chachorra...—sus palabras quedan al viento al ver a un apuesto joven parado a unos metros frente a él—. ¿Quién eres tú?—pregunta inspeccionándolo con la mirada, ese joven se parecía un poco a él cuando era joven, especialmente aquellos ojos que parecían verlo con melancolía. 

—Entiendo que no me recuerdes, la última vez que me viste tenía 6 años. Permíteme presentarme, mi nombre es Regulus Altair Hale, tu hijo.

Peter quedo en shok unos segundo, no podía creer que su hijo este ahí, sus ojos se cristalizaron un poco. El hablar de su su hijo y esposa era un tema delicado para él.

—Mientes—menciona entre dientes—. Mi hijo esta muerto—se acerca a él amenazadoramente, lo toma por el cuello de su camisa—. ¿Quién te envió?

—Sabía que no me creerías, pero debes confiar en mi—coloca sus manos sobre las de su padre tratando de aflojar su agarre.

—Escucha niño, no me gusta repetir las cosas dos veces—sus ojos se iluminan de un tono carmín intenso—. ¿Quién eres?

—Soy tu hijo.

Peter lo arroja a la mesa de centro rompiéndola en el proceso. 

—Eso dolió—Regulus se levanta con esfuerzo limpiando su ropa—. Se que no me crees, pero puedo mostrártelo, solo te pido que no utilices la violencia. 

Peter se acerca al de rulos alzándolo por el aire, sus ojos brillan demostrando que es un alfa así como lo amenazaba a la vez enseñando sus afiladas garras.

—Vamos niño, estás acabando con mi paciencia—mira sus garras unos segundos antes de regresar su vista a él.

—Suéltalo—ordena Ariadna apuntando a su padre con su varita—. Bájalo papá. 

—Ariadna, ¿qué?—lo mira confundido. 

—El dice la verdad—menciona sin ser capaz de verlo a los ojos, aun estaba dolida—. Él es Regulus, mi hermano, tu hijo. 

—Imposible—voltea a ver el de rulos, al cual baja lentamente.

—Permíteme mostrarte—Regulus le extiende la mano, la cual Peter toma con algo de duda. 

Regulus le muestra todo lo que paso desde que su madre murió, el como Talia lo mandaba con un señor, como escapo y cómo entreno hasta que encontró a su hermana hace unas horas llorando. 

Al terminar los recuerdos Peter tenía los ojos cristalizados, sin dudarlo lo envuelve entre sus brazos.

—Estas aquí, estas aquí—besa repetidas veces su frente mientras se aferra más a él—. Mi cachorro, estás aquí.

—Estoy aquí—susurra Regulus tratando de tranquilizarlo. 

Ariadna se retiro a su habitación dándoles espacio.