Capítulo 4 - ¿Sabes la diferencia entre un policía y un criminal?

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Dominic ya se dirigía a un taller para pedir o mejor dicho exigir información sobre el responsable de la muerte de Letty.

Cuando llegó al parecer el dueño estaba ocupado trabajando en un auto, pero a Dominic no le importo para nada si estaba o no ocupado. Lo agarro de los pies y lo jalo fuera ya que estaba revisando o arreglando abajo del auto.

—Toretto....— Se notaba a leguas nerviosismo del hombre, su forma de hablar y como movía la cabeza de un lado a otro lo delataba. —¿Cuando volviste a la ciudad?

—Estoy buscando un auto que tú modificaste, tanque nitrometano, un ford especial con ruedas continentales.

—¿Quién?, ¿Quién te crees que eres, apareciendo y exigiendo cosas? Esta ya no es tu Ciudad, no me vuelvas a poner las manos encima¿Me oíste?— le amenazó, aunque eso no le importaba en absoluto a Dominic. —Ah y saludos a tus hermanas— dijo y volvió con lo suyo a reparar el auto.

Dominic había perdido la poca paciencia que tenía con este tipo, lo agarro y lo volvió a sacar de debajo del auto, lo tomo del cuello alzando lo y estamparlo contra el capó de otro auto que estaba por ah, dejo un motor colgando a centímetros de su cara, así amenazando con soltarlo si no le decía lo que el pedía.

—Lo compro un coreano, David Park, Ford Torino verde— hablo por fin y en su voz se notaba su respiración agitada. —Por favor no dejes caer eso— le suplicó.






[....]






Brian había llevado a la Toretto a tomar un café y ella no se pudo negar al sentir que se lo debía después de que la hubiera sacado de aquel lugar. Pero tampoco había aceptado a hablar en todo el rato puesto que aún recordaba todo lo que aquel rubio había hecho a su familia.

Mia reviso su taza y al ver qué no tenía ya nada en su contenido se puso más impaciente de lo que ya estaba, puesto que le incomodaba estar ahí, con él, después de todo lo que hizo y paso.

—Ya nos vamos— susurro Mia, por lo que el rubio no la alcanzó a escuchar. —¿Por qué no me dices a qué vinimos aquí, Brian?

El chico suspiró y ladeó la cabeza, pensando en cuáles eran las palabras correctas para decírselo, se recargo en su asiento y lo medito unos segundos más antes de por fin hablar. —Seguro capturaran a Dom o algo peor y no quiero que tú o Laila se lleguen a involucrar en ello.

—¿Eso es lo que tienes que decir después de 5 años?— la morena esbozo una pequeña sonrisa que se borró al instante. —¿Por qué ahora te interesa lo que le pase a Laila o a mi familia?— dirigió su vista a la taza intentando calmarse, le molestaba pensar que Brian fingía interesarse por su hermana. —No deberías seguir fingiendo que te preocupas por Laila, después de todo ella no está aquí y no sería para nada fácil contactarla.

Brian medito unos segundos sus siguientes palabras, sabía que tenía que pensar muy bien lo que diría o la podría cagar, otra vez.

—Fue incorrecto lo que le hice, lo lamento fue lo más difícil que haya hecho en toda mi vida.

—Yo también lo lamento— el rubio la miro y pensó por unos segundos que podría llegar a conseguir al menos el perdón de su amiga Mia, pero esa idea se esfumó tan rápido como llegó. —Lamento mucho que te hayas metido en mi casa, Brian y fingieras amar a mi hermana menor, a Laila, lamento que hayas hecho pedazos a mi familia y lamento que eso fuera difícil para ti.

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