𝘳𝘰𝘮𝘱𝘦𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘴 𖹭⁩ 𝙟𝙖𝙜𝙨.

⠀⠀⠀⠀vi. confesiones.

para aura, el haber tenido que salir corriendo de la casa de iván, había sido toda una experiencia completamente nueva. los soldados ya no estaban, sin embargo, los chapitos mencionaron que aún así no era seguro seguir en esa propiedad. pudo notar el semblante del mayor, logró escuchar que era su favorita, tal vez le costaba tener que dejarla.

salieron de madrugada, escoltados a más no poder. néstor era quien lideraba la operación: menores, la cual constaba en dejar a los herederos del cartel en un lugar seguro. resguardando en todo momento la seguridad de cada uno, nadie debía saber su nueva ubicación.

habían diversas teorías sobre los hechos ocurridos horas atrás. desde que se volteó un pistolero, hasta que los altos mandos habían dado el pitazo; cosa que descartaron rápidamente al ver como perséfone se ofendía por ello. ismael zambada no era capaz de venderlos.

mucho menos si su adoración estaba junto a ellos.

— ¿a dónde dijeron que íbamos? — susurró aura, no habían dicho nada más desde la pequeña pelea de iván con perséfone.

— nos vamos a encaletar en otro lugar. — respondió alfredo.

— es cierto, ¿a dónde vamos? — insistió ovidio, cruzándose de brazos.

— no es seguro decir ubicaciones.

— no vaya a ser que le digamos a los contras. — murmuró perséfone, se podía distinguir la molestia en su voz.

— perséfone.. — iván la regañó.

la chica no dijo nada más, solo enfocó su mirada en la ventana. irónicamente, la parejita estaba molesta, pero aún así archivaldo se esforzaba en mantener sus manos unidas.

alrededor de unos quince minutos más, saltando y golpeándose la cabeza gracias al camino de terracería, llegaron a su destino: el rancho menos visitado del señor joaquín guzmán.

bajaron de las camionetas, la voz del nini se escuchaba a través de los radios, dando indicaciones sobre la forma de trabajar esos días. tenían que esperar a que las aguas se calmaran. el lugar era muy bello, pero más pequeño a lo que la familia guzmán estaba acostumbrada.

— muero de sueño. — se quejó ovidio.

— yo igual, ratón.. muéstrame la recámara de invitados, ¿no?

— perséfone..

— quiero estar sola, iván. — murmuró. — , estoy molesta porque insinuaste que mi familia es una traidora. — agregó.

— pero, amor.

— solo.. necesito espacio para calmarme.

iván no dijo más, solo asintió. podía sentirse la tensión en el aire.

ovidio le hizo una seña a su cuñada para que fuera con él, moría por llegar a su cama y dormir dos años enteros.

— yo te digo cuál es. — mencionó.

sus pies descalzos se estremecieron al tocar el frío del suelo, provocando que la chica soltara una pequeña queja. caminó con lentitud hasta salir de la habitación, y de la misma forma bajó las escaleras. necesitaba beber un poco de agua o no podría volver a conciliar el sueño.

no recordaba muy bien en dónde estaba la cocina, por lo que se dejó llevar por su instinto.. y un pequeño ruido que lograba escuchar a lo lejos. vagando por el lugar.

logró llegar a la cocina, la luz estaba encendida.

pero no pudo ver a nadie.

— ¿qué haces aquí? — una voz gruesa y autoritaria la hizo soltar un pequeño grito, llevándose ambas manos a su boca.

era iván.

— lo-lo si-siento.

trató de disculparse y rápidamente se dió la vuelta, dispuesta a ir nuevamente a su habitación. sabía que iván no la quería ni un poquito y hoy no deseaba incomodarlo.

— puedes quedarte.

la sorprendió. abrió sus ojos con asombro y asintió, a paso lento se dirigió hacia el refrigerador para poder servirse un vaso de agua. dirigió la mirada hacia el hombre, llevaba puesto tan solo un pantalón de pijama, su pecho estaba al descubierto y aura se sintió estúpida al verlo por más tiempo de lo debido, él ni siquiera le puso atención.

entre sus manos llevaba un gran vaso de agua. al menos no era la única que tenía sed y despertaba a estas horas.

quería sentarse en la silla frente a él, mirarlo fijamente y entonces, preguntar eso que siempre se había cuestionado. solo estaban ellos dos, ¿qué podía salir mal? 

— iván..

— ¿qué?

¿y si era mala idea..?

— ¿por qué me odias?

ya no había marcha atrás.

el chico pareció meditarlo unos minutos, chasqueó su lengua y bebió un gran trago de agua, ¿debería decirle? tal vez era el momento. — pues..

— en verdad quiero saber.

— te escuché esa vez. — se encogió de hombros.

— ¿cuándo? ¿qué vez?

— cuando dijiste que amabas a perséfone, que estabas enamorada de ella. — gruñó, su semblante cambió por completo al mencionar aquellas palabras.

— pe-.. — la interrumpió.

— yo sé perfectamente lo que escuché.

¿lo peor? es que no mentía.

. . 𝖓𝖔𝖙𝖆 𝖆𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𓂃 ♥︎

¡sorpresa! por motivos de celebración jdjd por el cumpleaños de alfredito, les traigo este pequeño capítulo. <3

ya estoy escribiendo la continuación, por si estaban con el pendiente jdjd.

voten y comenten, para el próximo capítulo. <3