𝘳𝘰𝘮𝘱𝘦𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘴 𖹭⁩ 𝙟𝙖𝙜𝙨.

⠀⠀⠀⠀ix. la curiosidad mató al gato.

los días pasaban con lentitud, sin embargo, para alfredo guzmán no había problema alguno. estaba comenzando a desarrollar una fascinación por escuchar cada una de las anécdotas que aura tenía que contar, que ahora no sabía cómo es que sobreviviría cuando pudieran salir del rancho de ovidio. mentiría si dijera que alfredo no se había acostumbrado a la presencia de la chica, que fuera lo primero que veía al despertar y lo último que sus ojos apreciaban antes de ir a dormir.

no sabía con exactitud qué estaba ocurriendo con él, pero le encantaba.

después de unos cuantos días llenos de tensión e incomodidad por lo ocurrido con iván, ambos hermanos tuvieron que disculparse de forma honesta y sin reproches, aunque el mayor seguía sin tolerar la presencia de la chica, se había mantenido en la línea. cosa que agradecían.

podía apreciarla a lo lejos, sus ojos cafés se clavaron en la chica sentada al borde de la alberca; quien a diferencia de perséfone, no llevaba traje de baño. con tan solo una blusa de tirantes y un short de mezclilla, aura hernández lograba verse increíble. había escuchado la pequeña conversación de las chicas antes de salir a refrescarse, hacía un terrible calor en todo sinaloa y aún así, ella no se animó a quitar más ropa de su cuerpo.

el chapito no entendía cómo es que podía sentirse mal consigo misma, como para llegar al punto de no presumir sus atributos. porque sí, tenía que ser sincero y admitirlo, ella no era el tipo de chica con la que él estaba acostumbrado a salir. su cuerpo era delgado y si lo comparaban con el de su amiga, como ella solía hacerlo, no habían curvas tan marcadas.. pero estaban ahí, él lograba verlas aunque las escondiera. sus piernas largas y esbeltas estaban cubiertas por el agua de la piscina, las movía al ritmo de la canción que se escuchaba de fondo.

sus miradas conectaron por unos segundos, no pudo hacer más que sonreír y ella en respuesta solo bajó la mirada, y aún con su miopía y astigmatismo, alfredo logró ver ese sonrojo en sus mejillas.

— ¿cuándo vas a decirle?

— ¿qué? — confundido, giró su cabeza para ver quién le había hablado. para su sorpresa, se trataba de ovidio, quien tomó asiento a su lado.

le dió otro trago al bote de cerveza que traía en su mano, antes de volver a hablar.

— que te vas a casar, carnal.

soltó un suspiro al dejarse caer sobre su cómoda cama, no sabía cómo acercarse a aura y explicarle cosas de su vida que aún no sabía cómo abordar, pero ovidio tenía razón. debía decirle cuanto antes que, aunque él no lo quisiera, estaba comprometido. se sentía como un traidor, al hablarle de forma dulce y mirarla de una manera que no debería, no cuando su padre quería algo completamente diferente para él. pero es que se negaba a casarse con elsa, no cuando no sentía absolutamente nada por ella y, cosa que hoy comprobó, la mejor amiga de perséfone lograba despertar cosas en él que creía jamás volver a experimentar.

tomó una almohada y cubrió su rostro, dejando salir un grito de frustración.

pensó que habían avanzado mucho en estos días, sin embargo algo lo hizo sentir que tal vez estaba equivocado. por la tarde, trató de acercarse a la chica y para sorpresa de todos, corrió a otro lado. casi como si alfredo estuviese infestado de algo horrible, se apegó a perséfone. su amiga tampoco entendió lo que ocurrió, pero el chapito no dijo nada, tampoco la cuestionó. tal vez solo se trataba de esos días del mes donde las mujeres se ponían muy raras.

pero algo en su pecho le molestaba, como si quisiera hacerlo ver que no era así. que había algo más por lo que ella no quería compartir espacios junto a él.

sintió miedo. tenía miedo de haber arruinado lo poco que había logrado construir con la chica y es que hacía mucho tiempo que no se sentía tan cómodo con alguien más. parecía que eran uno mismo, casi como si pudieran entenderse sin necesidad de emitir palabra alguna.

y es que en realidad aura hernández provocaba mucho en él. soñaba constantemente con la chica, viendo esos hermosos ojos e imaginando escuchar su dulce voz, aquellas risitas que soltaba cuando ovidio decía alguna pendejada, o todas esas veces que, aunque pareciera un adolescente hormonal, se imaginó besando sus labios. probándolos y deleitándose con su sabor. casi podía estar seguro que sabían a cereza.

por otro lado, aura estaba confundida. creía que estos días junto a alfredo habían sido muy buenos y que ambos sentían lo mismo, pero no era así. y tuvo que enterarse de la forma más horrible posible. o al menos así lo creía ella.

respetaba totalmente la privacidad de alfredo, pero había algo que, dios, ¡necesitaba saberlo! ¿por qué le escribían tanto?

por ahí dicen que la curiosidad mató al gato, pero en este caso fue a aura.

leía incrédula los mensajes que iban apareciendo en la pantalla.

¡era elsa!

y.. su corazón se rompió en pedacitos.

alfredo guzmán parecía ser demasiado bueno para ser verdad.

y efectivamente, no era verdad.

pues él pronto iba a casarse.

. . 𝖓𝖔𝖙𝖆 𝖆𝖚𝖙𝖔𝖗𝖆 𓂃 ♥︎

perdí la mitad de este capítulo y, toda estresada, traté de reescribirlo. no quedó como al inicio, tampoco termina de convencerme pero así quedará. ):

placer culposo, nueva historia con alfredo, está disponible en mi perfil. vayan a darle muchísimo amor o me convulsiono.

social drugs, nueva historia con todo el cartel de sinaloa. estaremos mencionando a mucha gente por allá. de igual forma espero tener su apoyo y amor.