Without Scape ©[Editando]

Capítulo 07| Detrás de todo esto

Agarro los prismáticos que colé en mi maleta y observo atraves de la ventana de mi habitación a la Isla del Sol, desde acá se ve tan pequeña.

-Els habla, no me has respondido.

Desde que salimos de la tienda la pelinegra no ha dejado de curiosear y preguntar cosas de repente.

-Ya te dije que no había donde descansar. Tocó arrucharnos como se pudo-respondo por enésima vez en dos horas-.

-Es que aun no me lo creo, tú compartiendo el mismo espacio con Ilan por tantas horas y sin alterarte-chilla emocionada aún como ella lo dijo, sin creerlo-. Me siento orgullosa, estás aprendiendo a manejar tus nervios-el orgullo y la emoción es evidente en su voz-.

-Tampoco es para tanto, Ilan es respetuoso. Eso ayuda-asiente sonriendo-. Más bien ven, vamos a mirar más de cerca a la otra isla.

-Ya voy-vuelve al baño y yo salgo por el mismo lugar que anoche-.

A media distancia del balcón, me pongo los prismáticos de nuevo.

Vuelvo a divisar a del Sol, pero más cerquita. El inmenso mar luce ajeno a la baja temperatura de aquí al igual que las pasajeras brisas frías.

Me dispongo a enfocarme en el azulejo del agua, en ella se dibujan unas medianas olas como si fuesen provocadas. Sigo deslizando mis ojos hasta que una lancha aparece. De ella solo observo cubos encintados como los que pasan en las noticias cuando incautan droga.

Frunco el ceño y sigo observando.

Un traje negro, una persona va completamente vestida de negro, tipo misión rusa. Busco la cara de aquella persona y me tenso al enfocarla.

Cabello castaño oscuro, tanto que luce como negro.

Tez blanca.

Ojos azules claros, tan claros que parecen grises.

La nariz recta, pero un poco baja al final. Y finalmente.

Esa sonrisa, esa que se antoja agradable, pero solo es una fachada de tanta maldad.

-¡KARIM!, ven-es lo primero que se me cruza por la cabeza, quiero rectificar que no estoy delirando-.

-¿Qué pasa?-le entrego el objeto y ella lo sostiene confundida-. ¿Para q...

-Mira, mira hacia el mar-espeto impostando mi voz, obedece. Estaba a punto de refutar, pero cuando ve algo se calla abruptamente-.

-¿Qué, pero... como?-se aleja un poco más y sus manos aprietan inconscientes el objeto-. Si es Els, ¿pero que hace aquí?.

Es lo mismo que yo me pregunto.

Un sabor amargo se extiende por mi boca hasta mi garganta y a la par, aquella mente en blanco que habitualmente se posiciona en mi razonamiento.

-Tenemos que irnos Elise-articula con un tono gélido proveniente de su garganta-.

-No podemos irnos así como asi, nuestro bote viene mañana. Mira tal vez yo me confundí e hice que perdieras los estribos también-intento persuadirla lo más suave posible, sé que esta al borde del colapso, su rostro lo refleja-.

Él es su tacón de aquiles.

-No me importa, quiero irme. Y eso haremos. Y no, no vimos mal, es él-su sentencia me deja perpleja y la veo alejarse volviendo al hotel-.

Pongo una mano en mi pecho, asustada. Si ha sido mi equivocación, me sentiré culpable de arruinar nuestras vacaciones. Miro hacia el cielo como si me fuese a mostrar una respuesta, pero solo hay nubes celestes bordeando al encandilante sol.