Love Foolish ( satzu )

10

- ¿Y ahora son novios? - Preguntó Kim. Chaeyoung y Dahyun escuchaban atentamente a su amiga Sana.

- ¿Cómo es que no nos dimos cuenta Dahyunnie? - Le preguntó Chaeyoung a Dahyun.

- Porque estabais ocupadas con vuestras novias. - Respondió Sana, y las dos Coreanas se rieron ya que era cierto, pasaban mucho tiempo con sus alfas.

- ¿Y qué tal con Tzuyu? - Preguntó de repente Dahyun y todas se quedaron calladas, otra vez Kim la había cagado.

- ¡Dahyun! Ya sabes que a Sana no le gusta hablar del tema. - Chaeyoung al fin habló y Dahyun se disculpó, pero Sana seguía callada. Pensativa.

- Debería hablar con Tzuyu, pero ella no va a querer... - la japonesa suspiró. - Ya no sé qué hacer, se está acabando el curso y seguimos igual.

Kim y Son se entristecieron al ver a su amiga de esa manera y la abrazaron.

- Deberías hablar con Jihyo. - Dahyun volvió a hablar. Sana frunció el ceño, Kim al ver esto se asustó. - ¿Qué pasa?

- Park me cae mal... - Chaeyoung estaba a punto de decirle algo otra vez a Dahyun, pero Sana la detuvo. - Pero tienes razón, no puedo quedarme así. Jihyo es su única amiga, si pudiera ser amiga de Park, tendría más cercanía con Tzuyu!

- ¡Claro! Claro... - Dahyun rió nerviosa. - Ve a hablarle, a Park, a ver cómo te va.

- A la salida hablaré con ella.

Las tres omegas asistieron y siguieron chismoseando en ese descanso.

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Cuando la campana sonó, una manada de estudiantes salieron apresurados de sus clases para dirigirse a sus respectivas casas. Sana seguía de lejos el paso de Tzuyu y Jihyo, las cuales iban juntas. Era bastante estresante que durante un largo camino ninguna de las dos chicas se separara, hasta que llegaron a una estación de tren y Tzuyu tuvo que despedirse de Jihyo. Los rumores eran ciertos, sobre que Chou se había mudado a otra ciudad en mitad del curso, por eso siempre estaba tan cansada.

Sana siguió el paso de Jihyo un rato más hasta una cafetería, en la cual Jihyo entró y se sentó en una de las mesas. Para disimular, Sana esperó afuera un par de minutos y luego entró. Se hizo la sorprendida viendo a Jihyo, haciendo como si no hubiera estado casi una hora siguiéndola y se sentó con ella en la mesa.

- ¡Hola Park! - Dijo con una voz dulce Sana.

- Por favor, llámame Jihyo. - La chica parecía amigable así que Sana tenía más confianza para hablar con ella.

- Perdón si en principio de curso te traté de una manera... Errónea. Es que Tzuyu...

- Ya me ha contado la historia, pero creo que exageró en algunas partes... Puedes contarme tu versión si quieres.

- De manera resumida, intenté hacerme amiga de Tzuyu y lo conseguí pero estos últimos meses me ha tratado como si me odiara, y me preguntaba si... Tú sabías el por qué...

A Jihyo se le dibujó una pequeña sonrisa en el rostro. Ella tomó la mano de Saná con delicadeza y la miró fijamente a los ojos, Sana se puso un tanto nerviosa pero también la miró, directamente a los ojos.

- Tzuyu te sigue queriendo, pero no lo quiere aceptar. Sana... Cuando tú y Felix estaba tan cerca, ella os miró con celos. Yo lo vi, estaba a su lado. - A Sana se le aceleró el corazón, miró hacia otro lado con un leve sonrojo. - Yo tampoco entiendo por qué no acepta que quiere seguir a tu lado, las personas son muy complejas Sana. Soy su única amiga pero no la acabo de entender.

- Si tan sólo pudiera volver a hablar con ella... Sin que me tratase mal, simplemente que me trate con un mínimo de respeto, entiendes?

Jihyo la miró compasiva.

- Puedo intentar hablar con ella, no te prometo nada, pero... Oye, quiero que tú y yo nos llevemos bien. ¿Te parece hacernos amigas? Podrías pasar el rato con nosotras y así Tzuyu poco a poco te podría ir aceptando.

A Sana se le cayeron un par de lágrimas, rodaban por sus mejillas suavemente.

- Es una muy buena idea, Jihyo, no sabía que eras así de buena... De verdad lo siento, tú me caías mal por el simpre hecho de estar con Tzuyu pero... Me arrepiento completamente.

Jihyo también lloró un poco y las dos chicas se abrazaron. Esa tarde comieron juntas y pasearon por el parque, no podían parar de hablar y en menos de un día, tuvieron la confianza suficiente como para hablar sobre sus sentimientos.

Estaban en casa de Sana, encima de la cama, Jihyo le pintaba las uñas a la japonesa mientras ésta hablaba sobre Tzuyu.

- Me da miedo admitirlo, pero Jihyo...

- ¿Si?

- Creo que me gusta Tzuyu, pero a la vez la odio por ser tan tonta y tan... Ug!!

Jihyo rió suavemente y siguió pintando las uñas de Sana, eran de color morado, muy lindas.

- Lo entiendo. Yo en este momento no me gusta nadie pero... Espero llegar a sentir eso por alguien.

- No te lo recomiendo, ¡¡es súper fastidioso!! Y no puedes hacer nada para deshacerte del sentimiento, no puedes hacer nada para dejar de pensar sobre la persona, ¡es estresante!

Jihyo no podía parar de reír, tuvo que dejar de pintarle las uñas para que no hubiera ningún accidente.

- ¿De verdad te sucede eso con Tzuyu?

- ¡Sí! Es muy molesto, solo hace recordarme a que me trata mal...

- Tzuyu es muy linda, es difícil olvidar su rostro.

Sana suspiró.

- ¿Entonces dices que me va a ser difícil superarla?

Jihyo siguió riendo.

- No si te enamoras de alguien más.

Sana iba a responder, pero se quedó pensando y cuando Jihyo se calmó le siguió pintando las uñas. Tzuyu... Eso es lo que Tzuyu había hecho. Se buscó a alguien más para olvidarse a Sana... Algo dentro de la japonesa despertó.

Su sed de venganza.

Jihyo estaba a punto de terminar de pintarle las uñas a Sana y ésta la miraba, pensando en como vengarse de Tzuyu de la peor manera... Si tenía que convertirse en una mala persona para darle una lección a Tzuyu, se convertiría en una mala persona.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Sana. Sí, esa idea era perfecta.