VIII. Promesas

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Rosé pov. 

Rodeo el cuello de Lisa con delicadeza y al instante siento como un dulce aroma me envuelve por completo. Mis latidos comienzan a descender como si estuviera en paz con el mundo pero en el fondo sé que no es asi, apesar de lo mucho que amaba sentirla cerca debía decirlo y es mejor que sea lo antes posible. 

- Lisa, Me mudare.

De pronto todo queda en absoluto silencio, Lisa se detiene lentamente y decido descender de su espalda. Me quedo de frente sin saber que hacer realmente y esta no ayudaba en lo absoluto, solo se mantuvo quieta y palída.
- ¿Q-qu..e? - pregunta en un hilo de voz para asegurarse de haber escuchado bien -
- Eso, en unos días más me cambiare. Es un buen departamento, es amplio para ser de dos ambientes y estaré bien ... y-yo

Lisa quien se había mantenido perpleja, reacciona y un intenso brillo comienza a crecer en sus ojos que dislumbraban desconcierto y algo más que no logro describir. Siento como le tiembla la voz y no puedo evitar sentirme deshecha. 

- ¿Por qué? Siempre hemos estado juntas Chae...
- Lo sé pero ya es momento
- No me estas respondiendo mi pregunta - Menciono con reproche y esta baja la mirada-
- Tu sabes por que...

Bajo la mirada y guardo silencio sin poder terminar lo que deseaba expresar, de igual forma no tenia sentido ella sabia perfectamente a que me referia.

- Rosé yo...Jennie n-no es.. yo

Lisa comienza a decir palabras sueltas que no entiendo en lo absoluto y tal hecho no ayuda en nada a las circunstancias, esto fue suficiente para hacer que mis lagrimas amenazaran en salir pero quizas sería la última vez que llore por ello asi que esta bien.

- No puedo más Lisa lo lamento - Menciono en un hilo de voz cuando siento a Lisa acercarse levemente- 
- No, y-yo... sabes que no podría sin ti
- Eso no lo sabemos Lisa, solo debemos intentarlo.
- No, yo no puedo siquiera intentarl... ¿Qué? 

Lisa de pronto comienza a temblar y veo como algo en ella se desmorona, poco a poco las lagrimas comienzan a caer y no puedo evitar quedar aturdida un momento. Tomo su mano y la aparto lo suficiente para tener un poco de privacidad en ese lugar un tanto concurrido, Ella sigue temblando y no puedo evitar pensar que es tan solo la tercera vez que veo llorar a lisa en lo que teniamos de conocernos. 

- Lisa, Lisa escuchame... - Digo con la voz quebrada y comienzo a limpiar sus lagrimas como puedo aunque esta no paraban de surgir de sus ojos - Podremos vernos cuando quieras, lo prometo. Ademas mi nuevo hogar queda cerca solo unas cuadras y ..
- Tu n-no lo e-enti...endes, yo no puedo sin tí. Por favor no te vayas - 
- Lo siento, el contrato ya esta hecho. Perdon, perdoname pero no puedo... Me mudo el sábado.

Lisa comienza hacer sonidos extraños con su voz y no puedo evitar rodearla con mis brazos mientras mis lagrimas comienzan a caer.

"Perdoname Lisa, al fin y al cabo tu siempre estuviste ahí. Me cuidaste, me ayudaste y acompañaste... perdon"

Mi pecho comienza a doler como si este se cerrara por completo e impidiera el paso del aire a mis pulmones. Me tiembla la voz y el cuerpo pero intento mantenerme lo mas firme para soportar el peso de Lisa quien se aferraba a mi con fuerza. 

Pasaron varios minutos donde nos mantuvimos abrazadas, la castaña se habia calmado y su respiración había vuelto a la normalidad, al igual que la mía. Nos acercamos a la banca más cercana y guardamos silencio, las luces del parque comenzaron a encenderse y con el tiempo la gente se retira, desaparece lentamente como las flores de cerezo. Todo estaba en absoluto silencio, vacío y oscuro... 

- Sé lo que sientes

Lisa Habla de pronto en tono neutro bajando la mirada, mientras juguetea con sus manos...Yo me quedo perpleja al ver que lo menciona y entiendo que no hay más o eso esperaba hasta que de pronto deja caer una tonelada de cemento sobre mi. 

Ai no kaika (Chaelisa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon