XXII. Cálido como el amanecer

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Rosé pov.

Los cambios siempre me generaban ansiedad, era como si un tumulto de cosas se acumularán en mi interior sin poder liberarse del todo. La calma no llegaba hasta que todo encontrará un lugar adecuado y ahí al fin podría pensar con claridad, por ahora necesito hacer esto...

Respiro profundamente antes de acercarme a la gran entrada de ese edificio con un considerable cantidad de departamentos.

Cargar la caja que traía era un poco complejo, después de todo no estaba en mi mejor forma. Apenas llego a la entrada abro la puerta de cristal con dificultad y me acerco al mesón.

- Buenas noches
- Buenas noches, ¿Que departamento?
- 38 por favor

El recepcionista marca los números correspondientes en el teléfono y anuncia mi llegada. El asiente luego de un intercambio de palabras y me da permiso para subir al fin.

Agradecia que el ascensor funcionará porque dudaba que pudiera cargar aquella pesada caja hasta el piso 14.

Los segundos parecian eternos y los cuestionamientos de sí esto estaba bien o no me inundan la cabeza.

Sin notarlo realmente de pronto el ascensor se detiene y abre sus puertas.

Mi boca se deja entre abrir cuando veo a Mina fuera del ascensor con una sonrisa dulce en sus labios.

La sorpresa y la ternura me rodea por lo cual no puedo evitar corresponder su gesto con gusto.

- Hola
- Hola

De pronto el nerviosismo se instaura en mi pecho y mis pies no reaccionan.

- ¿No bajas?

Guardo silencio y ella suelta una risilla tomando al fin la caja del piso del ascensor sin antes evitar que se cierre por mi demora.

Salgo antes que vuelva a suceder y me uno a Mina que se adelanta marcando el camino.

Llegamos al fondo del pasillo y mano derecha estaba su departamento.

Esta saca una llave cargando la caja en uno de sus brazos distribuyendo el peso como apoyo en una de sus piernas y abre la puerta.

- Bienvenida...

Ella ingresa cargando la caja con total normalidad haciendome cuestionar la idea de ir nuevamente al gimnasio.

- Permiso

Ingreso lentamente y con cuidado, lo cual es rápidamente captado por la pequeña.

- Tranquila, esta es tu casa

Menciona amablemente haciendo alucion a mi decisión de vivir con ella y yo sonrío con ternura.

- Bien, ¿comenzamos el tur?

Ella bromea y toma mi mano de pronto.

- Ven, te enseñaré tu habitación

Yo asiento avergonzada por inesperada cercanía y acompaño sus paso al final de un corto pasillo. Ella abre la puerta e ingresamos, la habitación lucia acogedora y amplia lo cual afirmó mi decisión de venir a este lugar, aunque en realidad no era eso lo que exactamente me preocupaba, más bien era...

Observo a Mina que espera una reacción de mi parte y solo atino a sonreír.

- Es perfecta

Menciono honestamente y ella suelta un suspiro aliviada ante mi respuesta.

- Me preocupaba que no fuera ¿buena?
- Jajaja que boba, Esta bien
- Bien, si tu lo dices jeje. Oh cierto

Mina sale de pronto de la habitación y tras unos segundos vuelve con la caja que cargaba conmigo.

Ai no kaika (Chaelisa)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon