Charles Leclerc, el Golden Boy de Ferrari, vive atrapado en una relación sin amor y atormentado con un secreto que podría arruinar no solo su carrera, sino su vida entera. Sigue sonriéndole a las cámaras, sin saber que su mundo, aparentemente perfec...
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'Cause I knew you were trouble when you walked in'
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El sonido de una vibración hizo que despertara rápidamente, enseguida supe que provenía de mi teléfono. Aún tratando de incorporar mi vista a la realidad alzo la mano hacia las sábanas tratando de encontrarlo, pero no lo hago.
Un dolor punzante en la cuenca de mi ojo derecho me hace estremecer, el sonido de mi teléfono sigue produciendo ruido y eso me molesta. Doy vuelta mi cuerpo hacia el otro lado de la cama tratando de hacer menos molestoso el sonido, pero en cuanto abro los ojos visualizo la silueta de una espalda desnuda, una espalda masculina. Mierda.
Me levanto ágilmente de la cama y observo el lugar detenidamente. Es una habitación del hotel. Miro por la gran ventana que adorna la pared y puedo distinguir que es temprano.
Aún dándome la espalda, observo la silueta del hombre. Pienso rápidamente en tocar por debajo de mi vestido, y resuelvo mi duda; Sí, tengo la ropa interior puesta, doy un suspiro de alivio y camino hasta el otro extremo de la cama. Me quedo helada al ver aquel rostro. El chico de anoche, claro. Me mantengo unos segundos en silencio frente a la imagen de su dormir.
Empiezo a hacer memoria de lo que pasó anoche. Estuvimos toda la noche juntos, tomamos más de lo que deberíamos y debido a eso terminamos besandonos, no recuerdo que haya pasado algo más, espero que no.
Me deshice de todas mis dudas y desesperadamente empiezo a buscar mi teléfono, lo encuentro debajo de la almohada en la que anteriormente había dormido. Mi bolso está en la mesa que se encuentra al lado de la cama, reviso todo con la vista y camino sigilosamente con el afán de no despertar a mi nuevo amigo, pero a pasos de la puerta me doy cuenta por la sensación de mis pies sobre el piso de alfombra que no llevo mis tacones. Cierro los ojos con rabia y aprieto mi dentadura. Lo único que quiero es salir rápido de aquí.
Nuevamente me devuelvo al centro de la habitación para buscarlos pero se me es inútil, no los diviso por ningún lado. Escucho un quejido proveniente del chico, que aunque aún está dormido, presiento que no le queda mucho para despertarse, por lo que tomo la decisión de terminar mi búsqueda e irme.
Me doy vuelta velozmente y camino lo más rápido que me permite mi habilidad de no hacer ruido, y no se si es debido a la resaca o la situación que siento un mareo al ir tan rápido y tropiezo con una pequeña silla que adorna la habitación, caigo al piso azotando mi celular contra este. Mierda, mierda, mierda. Lo que menos quería que pasara, pasó.
- Hola.- Pronuncia con una voz ronca. Yo no levanto mi mirada, no quiero hacerlo.
- No digas nada, por favor.- Pronuncio con vergüenza. No soy capaz de levantar mi mirada, no quiero hacerlo, me da mucho pudor estar en esta situación. Prefiero salir rápido de aquí. Alcanzo mi celular y comienzo a pararme agarrada de la silla que anteriormente me obstaculizó el paso.
