Charles Leclerc, el Golden Boy de Ferrari, vive atrapado en una relación sin amor y atormentado con un secreto que podría arruinar no solo su carrera, sino su vida entera. Sigue sonriéndole a las cámaras, sin saber que su mundo, aparentemente perfec...
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'Our secret moments in a crowded room they got no idea about me and you'
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⛔️ A partir de este capítulo la novela contendrá contenido +18. Leer con discreción ⛔️
Charles pov.
No me la he podido sacar de la cabeza desde esa noche y hoy por fin podré verla.
Pensé mucho en si debería verla nuevamente. El problema con Charlotte no va para nada bien. A pesar de haber sido ella quien ocasionó la ruptura, insiste en querer volver a intentarlo y yo, la verdad siento un pequeño alivio sobre la situación. La quiero, la quiero muchísimo, pero por más que haya intentado enamorarme de ella, no he podido.
La relación tuvo un inicio fugaz. Las cámaras estaban por encima de nosotros cómo un águila, la prensa comenzó a escribir artículos sobre lo perfecta que era nuestra relación, mis amigos se acostumbraron a vernos juntos y yo, por esa presión nunca fui capaz de dar freno a una relación que realmente nunca me hizo feliz.
No culpo a Charlotte por su decisión de traicionarme, yo sé que nunca le di la atención que se merecía. Lo hablé con ella, pero a pesar de eso, insiste en querer arreglar todo. Y aunque le repetí reiteradas veces que la relación para mi estaba terminada, los encargados de prensa de la escudería no creen que sea buena idea romper públicamente nuestra relación luego de que los rumores sobre la supuesta infidelidad hayan salido a flote las últimas semanas por redes sociales, por lo que aún tengo que seguir viéndola en lugares públicos y aguantar sus largas charlas sobre recuperar la relación. Pero no puedo hacer caso omiso, en estos momentos estoy en el nivel más alto de mi carrera y no pienso arriesgarme oponiéndome a las opiniones de los directores. Mi imagen pública es muy importante.
Mi madre es la única que sabe lo que realmente está pasando en mi vida y es gracioso porque, si no fuera por ella yo no estaría aquí, fuera de la casa de la abogada que me robó los suspiros, esperándola para llevarla a cenar.
Debido a todo este escándalo, los últimos meses han sido los más tensos de toda mi vida y hace mucho tiempo no me sentía tan liviano, por lo menos no hasta que bailé con Ana esa noche en el hotel. Y probablemente esté cometiendo una locura que podría costarme la reputación entera, pero prometo tener cuidado.
No hemos entablado una conversación desde el día en que aceptó mi invitación así que, sin contar los últimos mensajes en donde acordaríamos que yo la pasaría a recoger, no hemos hablado en días, lo cual hace que esté más emocionado por verla.
Todos los pensamientos de mi cabeza se vuelven humo al subir mi mirada y visualizarla. Va saliendo de la puerta del gran edificio. Se ve preciosa. Aún no se percata de mi presencia y yo tomo este tiempo para observar detalladamente su tierno rostro y su silueta que se adapta perfectamente al corto vestido blanco que lleva puesto.
