。☬ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 7 ☬。

84 27 4
                                    

。☬。☬。
TᴀᴇHʏᴜɴɢ
°°°

La conmoción frente a la puerta se detuvo excepto por Jackson quien seguía gritando sugerencias lascivas de lo que SeokJin podría hacerme, o yo a él. 

—Cállate Jackson y ve a encontrar una puta a la que follarte —gritó SeokJin.

El silencio reinó afuera. Mis ojos vagaron hacia la cama tamaño king en el centro de la habitación y el terror se apoderó de mí. SeokJin tendría su propia puta para follarse esta noche y hasta el final de los días. El precio por mi cuerpo no había sido pagado con dinero, pero bien podría haber sido así.

Envolví los brazos alrededor de mi cuerpo, tratando de aplacar el pánico. SeokJin se giró hacia mí con una mirada depredadora en su rostro. Mis piernas se debilitaron. Tal vez si me desmayaba, me libraría, e incluso si a él no le importaba si estaba consciente y de cualquier forma me tomaba, al menos no recordaría nada. Dejó su chaqueta sobre el brazo de la silla cerca de la ventana, y se tomó su tiempo admirándome. Dondequiera que sus ojos tocaban mi cuerpo, me marcaban como su propiedad, la palabra “mío” se grababa en mi piel una y otra vez.

—Sabes... cuando mi padre me dijo que tenía que casarme contigo, me dijo que eras la persona más hermosa que La Organización de Gwangju tenía para ofrecer, incluso más hermoso que las mujeres de Daegu.

¿Ofrecer? Eso sonaba como si fuera un maldito trozo de carne.

—No le creí... —caminó hacia mí y me tomó por los brazos. Tragué un grito ahogado y me forcé a estar quieto mientras miraba su pecho. ¿Por qué tenía que ser tan alto? Se inclinó hasta que su boca estaba a menos de un centímetro de mi garganta—. Pero dijo la verdad. Eres la persona más hermosa que he visto, y esta noche eres mío. —Sus labios calientes tocaron mi piel. ¿Podía sentir el terror palpitando en mis venas? Sus manos en mis brazos se apretaron. Las lágrimas se agolpaban dentro de mis ojos, y luché para contenerlas. No lloraría, pero las palabras de Ji Eun se repetían dentro de mi cerebro. "Te follará como un animal".

Sé fuerte, TaeHyung. Eres un Park.

Las palabras de JiMin destellaron en mi mente también. "No vas a dejar que te trate como a una de sus putas".

—¡No! —casi grité. Y me liberé de él, tropezándome unos pasos hacia atrás. Todo pareció detenerse entonces. ¿Qué demonios acababa de hacer?

La expresión de SeokJin era de estupefacción, después se endureció.

—¿No?

—¿Qué? —espeté—. ¿Nunca antes has escuchado la palabra “no”? —Cállate TaeHyung. Por amor de Dios, cállate.

—Oh, la escucho a menudo. El tipo al que le destrocé la garganta la dijo una y otra vez hasta que no pudo decirla más.

Di un paso hacia atrás, erizándome.

—Entonces, ¿también vas a aplastar mi garganta? —Era como un perro acorralado, mordiendo y gruñendo, pero mi oponente era un lobo. Un lobo muy grande y peligroso.

Una fría sonrisa tiró de sus labios.

—Eso desafiaría el propósito de nuestro matrimonio, ¿no lo crees?

Temblé. Por supuesto lo haría. No podía matarme. Al menos no si quería mantener la paz entre Gwangju y Daegu. Pero eso no quería decir que no podía golpearme o forzarme.

—No creo que mi padre esté feliz si me haces daño.

La mirada en sus ojos me hizo dar otro paso hacia atrás.

권-ᴇ¹Where stories live. Discover now