。☬ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18 ☬。

151 23 26
                                    

。☬。☬。
TᴀᴇHʏᴜɴɢ
°°°


JiMin se las arregló para conseguir un boleto para un vuelo dos días más tarde. Estaba desbordado de emoción ese día. No había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo había visto pero se sentía como una eternidad. Ya estaba oscureciendo cuando SeokJin y yo llegamos al aeropuerto. Deseé que JiMin hubiera conseguido un vuelo matutino o en la tarde, en lugar de este.

Desde mi comentario que SeokJin me mataría para proteger a la familia, había estado emocionalmente desconectado, no es que hubiera sido un libro abierto inclusive antes de eso. La única manera en que interactuábamos era en la noche cuando me daba placer con sus manos y boca, y yo a él en respuesta. Tal vez sin la visita inminente de JiMin, hubiera intentado hablar con él o incluso pedido que me muestre dónde trabajaba, en lugar de eso le había dado el espacio que obviamente quería.

SeokJin estacionó el auto y salimos. No intentó tomar mi mano. No creía que fuera el tipo de hombre que toma de la mano, pero tocó mi espalda baja mientras entrabamos al área de llegadas en el aeropuerto.

—SeokJin, ¿Estás seguro que estarás bien con JiMin viviendo con nosotros durante los próximos días?

—Sí. Le prometí a tu padre que lo protegería. Es más fácil si está viviendo en nuestro apartamento.

—Él te provocará —dije.

—Puedo manejar a un mocoso.

—¿Mocoso? JiMin no es tan pequeño. Apenas es más joven que yo.

—Puedo manejarlo.

—SeokJin —dije firmemente—. JiMin sabe cómo presionar los botones en las personas. Si no estás absolutamente seguro que puedes controlarte, no lo dejaré cerca de ti.

Lo ojos de SeokJin se encendieron. Había estado al borde durante todo el día.

—No te preocupes. No lo mataré ni a ti en los próximos días.

Di un paso hacia atrás. ¿De dónde salió eso? ¿Estaba enojado por lo que había dicho? Pues era la verdad, ambos lo sabíamos.

—¡Taaee!

Me di la vuelta y JiMin se precipitó hacia mí, dejando caer su maleta en el camino. Chocamos casi dolorosamente, pero lo apreté fuertemente contra mí.

—¡Dios, JiMin! Estoy tan feliz de que estés aquí —susurré.

Él asintió, luego se hizo hacia atrás, buscando mi rostro.

—No hay moretones visibles —dijo audiblemente, su mirada se dirigió detrás de mí hacia SeokJin—. ¿Solo golpeas lugares que estén cubiertos por la ropa?

Agarré su mano y le di una mirada de advertencia.

—Apresúrate y ve por tu equipaje —ordenó SeokJin—. No quiero quedarme aquí toda la maldita noche.

JiMin lo miró fijamente pero fue a recuperar su maleta y regresó hacia nosotros.

—Un caballero lo habría traído por mí.

—Un caballero, sí —dijo SeokJin con una apretada sonrisa.

Caminamos de vuelta hacia nuestro auto, mi brazo estaba enlazado con el de JiMin. SeokJin caminó unos cuantos pasos por delante y se puso detrás del volante sin una palabra.

—¿Cuál es su problema? Es incluso más idiota de lo que recordaba.

—Creo que los Japoneses le están dando problemas.

—¿Y no lo hacen siempre? Aish~

JiMin puso su maleta en la cajuela del auto antes de que ambos nos sentáramos en el asiento trasero. Fue entonces cuando SeokJin levantó sus cejas hacía mí.

권-ᴇ¹Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt