。☬ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 13 ☬。

95 27 5
                                    

。☬。☬。
SᴇᴏᴋJɪɴ
°°°

Te tomé un largo tiempo duchándome y masturbándome como un maldito adolescente. Con TaeHyung en mi cama toda la noche, en realidad no debería estar sufriendo de bolas azules, y sin embargo, aquí estaba.

Salí del baño, con una toalla colgando alrededor de mi cintura. TaeHyung estaba parado frente a la ventana con el cabello rubio casi llegando a sus hombros. Sus ojos se abrieron en shock cuando me vió y se arrastraron a lo largo de mí, la fascinación estaba reflejándose en su rostro. Reprimiendo un gemido por su evaluación inocente, me acerqué al armario y tomé algunas prendas. Sabiendo que él seguía observando, dejé caer mi toalla al suelo. Entonces escuché que contuvo el aliento y mi polla dió una puta contracción, imaginando cómo se estaba sonrojando. Cuando me puse calzoncillos y pantalones, me di la vuelta. Y como era de esperar, las mejillas de TaeHyung estaban enrojecidas. Fingió estar ocupado observando fuera de la ventana, pero no me estaba engañando.

Estaba demasiado avergonzado para mirarme a la cara. Eso era algo nuevo para mí. No tenía experiencia con un chico. Y definitivamente no con alguien inocente como él. Las mujeres de mi pasado habían sido directas con sus demandas y practicadas en sus avances. Pero TaeHyung no era ellas. No era como ellas, y eso me estaba estresando. No estaba completamente seguro de cómo manejarlo.

Tomando las armas de la mesa, comencé a atarlas a mis fundas como lo hacía todos los días, como lo he hecho desde que tengo memoria.

—¿Alguna vez vas a alguna parte sin armas? —preguntó TaeHyung en voz baja, girándose para enfrentarme. Llevaba una especie de traje veraniego blanco, con un cinturón dorado y sandalias doradas, pulseras y colgante del mismo color, recordándome a un príncipe egipcio, incluso si su cabello no se ajustaba a la imagen. TaeHyung siempre se veía elegante con cualquier prenda. Todavía era extraño pensar que él de hecho era mío, y que sería mío hasta el final. Esto no era por una noche o unas pocas semanas de placer sin sentido. Esto no era algo sin ataduras. Esto era para siempre, para los dos. Él era mi responsabilidad desde este día en adelante.

Recordando cómo mi padre había fallado a sus esposas, tanto a mi madre como ahora a Dara, parecía un maldito desafío imposible.

—No si puedo evitarlo. ¿Sabes cómo disparar un arma o usar un cuchillo?

—No. Mi padre cree que no debería estar envuelto en peleas.

—Algunas veces las peleas llegan a ti. La Bratva y La Tríada no hacen diferencias entre sus víctimas —La Tríada se había derrumbado. Había sido derrocada en su magnitud con grandes daños masivos por La Bratva y ahora la mayoría de sus territorios habían sido reclamados por ellos, de modo que eran los que nos preocupaban. Al tener más territorios bajo su mando, crecían los enemigos en contra como plagas.

TaeHyung inclinó la cabeza.

—¿Nunca has matado a una mujer?

—No dije eso. —TaeHyung no necesitaba saber cómo La Bratva casi me había atrapado. Y no era algo que quisiera que la gente supiera.

Caminó hacia la puerta, alisando su camisa al hacerlo. Me alegraba que hubiera elegido algo suelto. Se veía más cómodo con eso puesto. Había visto la forma en que ayer muchos hombres lo habían mirado lascivamente cuando pensaban que no estaba prestando atención.

—Pero si alguien trata de tocarte, va a perder su mano. —Los ojos de TaeHyung se abrieron en shock. Tendría que acostumbrarse a mi posesividad—. Vamos. —Lo llevé al pasillo y más cerca del corredor principal. Algunos invitados todavía estaban en el vestíbulo, pero la mayoría de las voces provenían del comedor.

권-ᴇ¹Where stories live. Discover now