30: iba a recuperarla

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Estaba en mi cama viendo el techo, la echaba de menos joder, después de ver como se iba con aquel tío en coche las ganas de llamarla se multiplicaron por 100.
Me lavo los dientes y justo cuando iba a dormir me suena el telefonillo. Una melena pelirroja se asoma por la pantallita, pero algo no iba bien, la conocía.

Abro la puerta de casa para esperarla ya en el rellano, en cuando el ascensor se abre sale apurada, estaba echa un mar de lágrimas y sus hombros subían y bajaban del llanto. Siento como se me estruja el corazón al verla así.

Al verme se tira a abrazarme, no dudo en atraerla entre mis brazos, cierro la puerta detrás mía.

- Ey cariño que pasa- le digo preocupado, era raro tenerla entre mis brazos y no sabía que coño la tenía así.

Se aprieta a mi con fuerza, deja ir el llanto. Me quedo de pie abrazándola, sentía que en cualquier momento se desvanecía de mis brazos.

- Ha muerto- dice entre llanto.- la yaya ha muerto- en cuanto dice eso se me parte el corazón, sabía que su yaya estaba ingresada por que me lo había dicho mi madre pero no pensaba que estaría grave.

- Lo siento tanto cariño- murmuro acariciándole el pelo, ella llora mares, decido movernos hasta el salón abrazados donde me tumbo y ella se queda abrazada a mi mientras llora.

Comienza a decirme lo mal que se siente con ella misma por no haber podido despedirse, que hablo con ella hoy por la mañana y al notarla bien no pensaba que iba a pasar esto.

- ¿Es lo que te tenía mal en el partido?- asiente.

- Recibí la noticia de que tenía fiebre y la habían mandado quedarse en vez de ir a casa... si no hubiese ido a Sevilla...- la atraigo otra vez a mi pecho, cojo la manta del sofá y la tapo, nunca la había visto tan destrozada.

Su yaya era la madre de su padre, lo único que quedaba de su familia.

- No me puedo creer que no esté- murmura entre llanto.- No era tan mayor joder, ya ha sido suficiente con crecer sin papá.

Entre caricias consigo que se quede dormida, supongo que agotada del llanto, la tengo apoyada en mi pecho, le acaricio el pelo, su teléfono suena, lo cojo para ver si es su madre, efectivamente.

- Hola- saludo.- Estoy con ella, se ha quedado dormida después de llorar.

- Anda Pablito- dice sorprendida.- estaba preocupada ¿Se va a quedar contigo?

- Si- digo al momento.- mañana la llevo al aeropuerto.

- Le he cogido el vuelo de las 11h- escuchaba a su madre realmente bien.

- Lo siento mucho, cualquier cosa ya sabes que estoy.

- Lo se, y me alegro mucho de escucharte y de saber que volvéis a estar juntos.- y por eso puede que se le escuchara tan emocionada.

Cuelgo el teléfono, veo en la pantalla como Javi le pregunta si está bien y que descanse.

Lo va a hacer hermano

Siempre me había caído mal, ahora peor. Pasa una hora, decido despertarla para llevarla a la cama.

-¿Quieres ir a dormir?- ella asiente, la llevo a la habitación de invitados.- sigue tu ropa de dormir en el armario.- se mete en el baño, sale con mi camiseta y mi pantalón, la ropa que siempre llevaba por mi casa.

Se mete en cama, me acerco a bajar la persiana.

- ¿Te puedes quedar?- me pregunta de repente.- No quiero dormir sola.

- Claro, voy a cambiarme y vengo - siempre dormía en calzoncillos, incluso con ella pero quería hacer las cosas bien por lo que me pongo una camiseta fina y unos pantalones de deportes también delgados.

Charm | Pablo GaviWhere stories live. Discover now