40: esa carita de yo no fui

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Narra Alicia

Vuelvo de quedar con Pablo Torre a casa, llego al apartamento y todo es silencio, me acerco a la cocina ya que me moría de hambre.

Me pongo música de fondo mientras cocino y para mi sorpresa llaman al timbre de casa, sin ver quien era abro la puerta y me sorprende al ver a Pablo ahí parado.

- No podía aguantar - abre su mano y deja en la mía aquella pulsera que tanto había echado de menos.

Pero el miedo me puede y los impulsos y el orgullo ganan, con todo el dolor de mi corazón devuelvo la pulsera, se la dejo en la palma de su mano de nuevo.

- Aun no - susurro, puedo ver como la tristeza cruza por los ojos de Pablo pero también como asiente lentamente entendiéndolo.

Aun así agarro su mano libre y tiro de él hacia dentro de casa, cierro la puerta sin soltar su agarre.

- Aun - repito mis palabras.

- Esta bien - murmura, sus ojos miel se posan en los míos, me deja un beso en la frente.

Me sale solo el ponerme de puntillas y dejarle un pequeño beso en la boca, no tarda en envolverme entre sus brazos y darme un pequeño beso en la frente.

Esconde su cabeza en mi cuello, me aprieta a su cuerpo como si fuese a irme, pero él no sabía que él era mi sitio, mi casa y yo no tenía pensado mudarme.

- Estas muy cariñoso eh - murmuro cuando su mano sube de la parte baja de mi espalda a mi cuello, donde me acaricia el pelo.
- Es que te echaba de menos - susurra como un niño pequeño, sonrío inconscientemente al escuchar ese tono de voz que me vuelve loca y que me eriza la piel. - ¿Que tal con Torre? - al momento me tenso, el lo debe de notar ya que se separa para analizarme, se que lo está haciendo ya que se le va frunciendo el cejo poco a poco esperando mi respuesta. - ¿Que era eso tan importante?
- Eso te lo tiene que decir él- le contesto segura de mi respuesta, son cosas de ellos y yo no me puedo meter.
- No me convence esa respuesta- le sonrío en grande, agarro su cara entre mis manos y acerco su boca a la mía dándole un pequeño beso.
- ¿Y esto te convence?- murmuro a centímetros de su boca, puedo ver como aun tiene los ojos cerrados pero sonríe tiernamente.
- Por un rato si - vuelve a besarme, esta vez el beso dura más que un simple contacto, acabo pegada en la puerta de mi casa, Pablo deja besos por mi cuello, me es imposible no soltar un que otro jadeo.
- Tengo que estudiar - hablo como puedo, las manos de Pablo exploran todo mi cuerpo sin control, suspiro.
- ¿Anatomía? Repasamos ahora cariño - susurra de manera juguetona pero aun así la intensidad del momento disminuye.

Siento como me dan un golpe en el culo, me giro para ver a Pablo con cara de yo no fui.

- ¿Puedo quedarme mientras estudias? - me pregunta, asiento feliz.

Y como siempre, él se tumba en mi cama y yo me siento en el escritorio.
Este año mis notas han bajado, pero no por falta de estudio sino por falta de concentración, mi cabeza siempre está en otras cosas.
Comienzo a notar una presión en el pecho al ver como no me salen las cosas, las manos comienzan a temblarme un poco y me desespero.
Me asusto cuando noto como me agarran de los hombros.
- Oye Alicia  ¿Todo bien? - hago una mueca sin poder verle a la cara muerta de la vergüenza.
- Últimamente me cuesta concentrarme - murmuro, me sacan los apuntes de la mesa, me agarra con la mano libre y tira de mi a la cama.

Nos quedamos ambos tumbados, yo apoyada en su pecho, el con una mano agarra los apuntes y la otra la tiene detrás de su cabeza.

Me lee en alto y me hace preguntas, que yo le explico y así hasta acabarnos el tema y darle dos vueltas recordando todo.

Charm | Pablo GaviWhere stories live. Discover now