|| Capítulo 4 ||

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El lugar era enorme, aún no se habituaba a él y a ver a un montón de spiders por doquier, sin embargo acostumbrarse a Miguel fue cosa de unas horas.

La presencia del alfa no hacía más que tranquilizarle durante las reuniones, porque si, había aceptado formar parte de aquella sociedad y ello lo había hecho más feliz que nunca. Miguel habia desarrollado tecnología maravillosa que les permitía a todos permanecer en el cuartel durante el tiempo necesario. Todos y cada uno de ellos llevaban un reloj en la muñeca derecha.

Peter lo pensaba como una oportunidad para retormar su vida donde la había dejado, ponerse en forma era el primer paso, también dejar esa gabardina verde detrás, y por su puesto ya no usar los zapatos de esa manera, habría que comprar un par nuevo, pero después.

Ahora solo pensaba en como acercarse de otra manera a aquel alfa tan guapo. Y es que a pesar de ser otra versión de spiderman no era otra versión de Peter Parker, porque no solo Peter podía ser spiderman. Y la versión de O'hara le gustaba por sobre manera.

Se moría de ganas de comerle la boca sobre su escritorio, que le tomara entre sus enormes brazos musculosos y que le dijera que lo amaba.

Pero aquello solo era un sueño, como si se tratara de un adolescente hormonal.

¡Vaya que era tonto!

Estaba entrado rn sus treintas, no había manera de que Miguel de fijase en él y lo sabía perfectamente, aquel hombre tendria un montón de pretendientes y no solo fuera de la corporación que había formado, también dentro de ella.

Porque si, se había dado cuenta de como lo miraban otros spider's, Miguel era atractivo, un alfa en toda la extensión de la palabra y Peter no era más que un Omega viejo y patético.

Un spiderman Omega, un spiderman fuera de línea y que nadie consideraba una amenaza, un spiderman que ya no queria serlo...

Pero la idea de conseguir a un guapo alfa dentro de ese lugar lo sedujo desde el primero momento y no pensó bien las cosas.

Paseaba por los pasillos del lugar cuando se topo de frente con el hombre de sus sueños, al parecer Miguel lo buscaba y eso solo le hizo sonreír como quinceañera enamorada.

-¿Qué es lo que necesitas?-pregunta apenas entraron a la oficina, el brillo de las pantallas solo hace resaltar lo guapo que es Miguel.
-Necesito que me respondas una pregunta, pero que seas sincero. Por lo menos lo más que puedas serlo.

El hombre se encoje en su lugar, ahora mismo quiere decir que no, pero no puede hacerlo, ni siquiera sabe que es lo que va a decir y esta nervioso. Quiere huir.

-¿Eh hecho algo malo?. -la duda se convierte en miedo.
-Para nada, quiero decir, no creo que lo sea.
-¿Entonces?.
-Peter.- su vista se vuelve al omega-¿Qué haces aquí?. Digo, ¿En verdad te quedaste por el multiverso?.-O'Hara sabe de lo que habla, las juntas solo han servido para darse cuenta de el poco compromiso que profesa Peter hacia la organización pero no sé atreve a echarle, jamás podría.

La expresión de confusión no se hace esperar en el rostro del castaño, para luego ser una de preocupación, las manos se le enredan en la cinta de la gabardina y mira fijamente al hombre frente a él. Sabe a lo que se refiere, oh, ha sido tan poco discreto

-Claro que me quede para ayudar.¿Por qué más lo haría?.-miente, cuando Peter miente habla entre dientes.

Miguel de precipita sobre el escritorio, sus brazos lo sostienen sobre el mismo y sus ojos profundos analizan a Peter.

-No te creo, eres un desastre andando. No, tu tienes otra razón.
-¿Qué otra razón tendría?.-sus brazos se cruzan sobre su pecho, en un vago intento de calmarse, esta nervioso y Miguel ha sabido aprender a reconocer esas señales, tan claras como el agua, Peter ahora mueve uno de sus pies con nerviosismo vivo. Miguel sonríe.
-No lo sé, quizá te haya gustado la base o quizá te haya gustado otra cosa. O alguien.-Miguel sonríe y muestra los colmillos.

Sabe perfectamente lo que está haciendo y a Peter le encanta cuando juega de esa manera, el muy cabrón se está descarando.

-Dime, Peter. ¿No es acaso alguien qué te mantiene aquí?. ¿No es algún tipo de interés romántico?-sus preguntas se sienten más como un ataque, en esta ocasión spiderman no podrá solo desaparecer, como envidiaba esa habilidad de Miles.
-Miguel deja de jugar.- pide mirando al suelo, sabe que si sigue mirándolo de esa manera terminará por soltar la sopa y no quiere hacerlo.

Miguel sonríe de nuevo y siempre que Miguel sonreía algo en Peter se moría un poquito. La sonrisa de Miguel es preciosa y peligrosa.

-Hombre ya no tenemos dieciséis, puedes decirlo bien y claro, anda. ¡Vamos amigo!- habló en español, se acento era precioso.

Peter volvió a mirarle, llevaba el rostro tan rojo como una fresa madura y aún se negaba a responder.

-Bien, -dijo por fin.-si me quede por alguien, mejor dicho: Me haz hecho quedarme, tú y tu atractivo ser. Porque si, si era tu pregunta, me atraes O'hara, me tienes loco. - Ha dejado de mirarlo, su vista se dirige al suelo, como un chiquillo enamorado de ha sentido atrapado.

Aquella confesión solo sería el principio de una relación más allá del trabajo.

Volvió a sonreír, satisfecho, pues era lo que quería oír, para acto seguido robarse lo poco que quedaba de cordura en Peter y besarlo solo sería probar aquel fruto prohibido.

Cuando Miguel se acercó a el de esa manera tan peligrosa cuál depredador cazando a un pequeño venado cegado por el miedo.

-Era todo lo que quería escuchar.-admitió burlesco contra los labios ajenos. Y Peter hizo un puchero involuntario mientras le sostenía el rostro caluroso entre las manos.-Oh vamos, no seas aguafiestas, he Pete'. Actúas como una quinceañera.-Peter no conocía aquel lado divertido del hombre.

Lo que para Miguel comenzó como un juego y una calentura para Peter significó mucho más de lo que había planeado al principio.

Mientras el tiempo pasaba se preguntaba cómo podría decirle a O'hara que añoraba una familia, porque si, por alguna extraña razón aquel instinto se había despertado en su interior y solo quería eso, una familia feliz. Había pasado años diciendo que no quería hijos, pero en realidad lo que no quería era la idea que el tenía de la familia.

Una tarde mientras hacían papeleo, -que bueno, es más un decir que nada. Cuando los besos subieron de nivel los documentos pasaron a ser parte de la decoración de la oficina sobre el suelo- le hizo la pregunta:

-¿Has pensado en tener una familia?- soltó de repente, mientras descansaba entre los brazos de su alfa.
-Ya la tuve Peter.-sus brazos aprietan un poco al hombre contra su pecho.
-Me refiero a una de verdad.-y es que no lo había pensado demasiado solo estaba extasiado
-Gabriella fue de verdad,quizá no por el tiempo que me habría gustado,- su tono sonaba molesto, y el abrazo se había soltado un poco - no quiero hablar de ello.
-Quiero decir, Gabriela fue solo algo pasajero -Miguel dejo de ser consciente de lo que hacia-, podrías tener una familia de verdad, algo real, que sea tuyo, ¿tuyo y mío quizás?.

El rostro del alfa se distorsionó en una mueca de inconformidad, soltó a Peter despacio, echando el cuerpo para atras.

-Dices cosas sin sentido, esto solo es sexo, no una relación formal, una calentura. -Aun que no quería admitirlo aquello movió una fibra sensible en él y la idea de un cachorro de Peter si lo emocionaba. Pero era Miguel el fundador de aquella organización y quién cuidaría del multiverso así fuera lo último que haría en su vida.

Y aquello le rompió el corazón a Peter, que aún que quería decirle no pudo, no, decirle sobre su sospecha sería como aventarse al precipicio sin paracaídas,pues la familia que añoraba se desvanecido frente a sus ojos y con esas palabras, claro debió pensar mejor las cosas. Fue su culpa.













"Mistake" [O'Hara-Parker] Omegaverse A'u ||Hiatus||Where stories live. Discover now