"Mistake" [O'Hara-Parker] Omegaverse A'u ||Hiatus||

||Capitulo 11||

Pero, ¿Y en Miguel quién piensa?.
¿No se ha puesto alguien a pensar un momento en todo el dolor que tuvo que pasar?.
Porque el ver morir a un hijo es algo antinatural, algo que jamás debería pasar, ellos deben ver morir al los padres no al revés.

Meses enteros de angustia, de preocupación disfrazada de hombre ocupado. Noches de angustia y pesadillas, el cuerpo sudoroso y doliendo.

-¡Gabriella!- gritaba apenas despierta, aquella pesadilla se ha vuelto recurrente en las madrugadas. El hombre se pasa una mano por el pelo, sudoroso y revuelto.

Ha tenido que ir a revisar que eso sea el mundo real y no otro sueño, se escabulle por los pasillos de la gran casa y abre la puerta del pasillo con cautela, como si fuese a robar algo de valor, entonces se da cuenta de que ese cuarto sigue siendo el de la limpieza, escobas y cubetas no son solo lo que se encuentra allí, si no que el cuarto de Gabriella no existe como lo recordaba y puede volver a la cama, cierto, todo había pasado tan rápido que no tuvo tiempo de despedirse. Entonces regresa por el mismo pasillo oscuro, cerrando despacio la puerta y murmurando un pequeño: "Descansa,mi amor".

Uno que jamás será respondido.

El golpe de su hija era algo de que jamás iba a recuperarse, no del todo por lo menos. Su afan de proteger al multiverso se basaba en ello, nadie más debía sufrir tanto como lo había hecho ya él.

Sin embargo, algo ocurrió, ocurrió e interrumpió su labor.

Fue una mañana como cualquier otra, luego de pelear con Hobbie sobre si era o no su jefe, el hombre estaba de acuerdo en que cada Spiderman tuviera su visión del mundo, pero no le agradaba del todo que Spider punk hacia.

Llegó a su oficina hastiado de los deberes del lugar, sin querer ver un solo reporte más.

Lyla se encontraba en su escritorio, leyendo unos reportes de tiempo atrás, sus pequeños pies descansaban sobre el pisa papeles favorito de Miguel.

-Ey, amargado araña, mira esto.- Miguel llegó hasta el escritorio, mirando mal a la pequeña que solo sonreía de vuelta, era un reporte sobre la 701
-¿Qué se supone que vea?. Es otro Peter Parker. Lo mismo de siempre; Padres muertos, tío Ben muerto...

Miguel puso un poco más de atención al documento.

-Tia May fallecida recientemente, divorcio, banca rota. -Lyla se ha hecho del tamaño de Miguel para leer junto a él.- A este Peter le ha ido peor que a otros.
-Definiticamente, pero aún no es peor que la tierra 9591.

Para Miguel esos datos quedan grabados en su mente, a duras penas logra llegar al primer destino. La 1016, todo está en orden, aquella noche Spiderman está enfrentando a un tal Kingpin. Sabe que Peter lo ha derrotado tiempo atrás y que este spider es relativamente nuevo, no hay nada que arreglar por el momento.

Mientras su mente se ha quedado con coordenadas equivocadas, sus dedos teclean con firmeza en aquel ritual al que ya se acostumbró.

Atraviesa el portal, solo reaccionando un momento después de encontrarse al otro lado.

Y cuando aquel spiderman se quita la máscara, el corazón le da un vuelco, es el mismo rostro del expediente que leyó en la mañana.

Por un instante siente la necesidad de regresar por dónde llegó, pero ese sentimiento es reemplazar de inmediato por una amigable charla mantenida durante lo que han parecido horas y horas, el edificio ofrece una vista magnífica y el Peter de esa dimensión parece necesitarlo.

El nombre de su hija se cuela de pronto en la conversación y no le molesta, por primera vez en mucho tiempo hablar de Gabriella es algo humano, algo que necesita para poder seguir.

Un caluroso apretón de manos le es proporcionado por el hombre y una sonrisa geiuna le adorna el rostro.

Al principio creyó que todo ello solo era deseo, algo sexual y sin importancia.
Si en algún momento le hubieran dicho que aquel Omega le dejaría llorando por las noches, se habría burlado, reído en la cara de aquel desconocido.

Pero ahora, ahora mismo se encontraba al otro lado del universo, iracundo por la maldita decisión que fue orillado a tomar, lo peor de todo es que ha sido el mismo quien se lo hizo hacer.

Noches largas le acompañan en su sufrimiento, el dolor de la cama vacía como hace meses lo agobia durante horas hasta que el sueño le vence. La pesadilla se ha ido al menos por un tiempo.

Lyla ha tratado de hacer algo por él, pero todo sus intentos son en vano.

Las bromas se han vuelto molestas.

Y mientras decide revisar documentos, en el primer cajón a su derecha se encuentra aquella foto.

Miguel es un hombre que los demás consideran muy frío y es que a lo largo de los años se ha encargado de hacerse de esa imagen para protegerse así mismo y a lo poco que le queda en el mundo.

Pero una foto, un simple pedazo de papel arrugado logra derrumbar la imagen de hombre de acero.

Una tras otra las lágrimas descienden por las mejillas morenas, creando charcos bajo estás.

La foto estropeada.

Igual que su vida.

Al igual que todo lo que ama.

Todo lo que toca.

Actualización de madrugada, ya estamos cerca del final, solo tengan paciencia.

🍓 - Victoria.