Cap. 12 Líos en la Habitación 206

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Su Más bella sonrisa

Todos los personajes y escenarios de Naruto son propiedad intelectual de Masashi Kishimoto. Este Fan Fic fue escrito sin ánimos de lucro, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Dile NO al plagio.

Fuerte, como de costumbre, el sol brillaba ya muy alto al cuarto día de la misión en Sunagakure. Casi tan fuerte, de hecho, como el portazo con el que se cerró la puerta de la habitación de Kakashi.

El pobre dio un suspiro y se acomodó en su cama. Estaba ofendido y pensaba en la falta de hospitalidad del staff. Después de todo, ¿para qué preguntar si podían hacer algo por él, si luego las enfermeras iban a salir corriendo ante la inofensiva petición de una copia de su libro favorito?

Todavía le chillaban los oídos. Cuántas veces tenía que repetirle a la gente que él no era un pervertido, sino un simple amante de la literatura romántica. ¿Erótica quizás? Todo dependía del punto de vista: ¿Son censurables los desnudos en los cuadros famosos? Kakashi podría debatir todo el día respecto a los desnudos como una clasificación académica artística y, de cómo ésta y el erotismo en el arte, habían reflejado los estándares sociales para la estética y la moralidad a través de las épocas. Pero sus críticos usualmente eran demasiado ignorantes como para eso.

Y no, por supuesto que él no estaba sonriendo pícaramente.

Bueno y ¿cómo podía esperar la apreciación debida a las obras del maestro Jiraiya si cuando, para ser sinceros, le sorprendía que en Sunagakure le conocieran del todo?

― "Si así tratan a los pacientes en estado crítico, no me quiero ni imaginar cómo tratan a los demás".

Desechando los pensamientos de decepción, se propuso a comer lo que le había traído la enfermera en primer lugar y, evaluando la charola con más detalle, notó de inmediato la gran variedad de alimentos frescos.

Definitivamente no parecía la típica comida de hospital y con Sakura sirviendo como su médico de cabecera, estaba más que seguro de que no lo era.

Esa chica se preocupaba demasiado por él.

Y sonrió otra vez, pero ahora sin picardía. Como cada vez que pensaba en ella.

OoOoOoOoOoOoO

El sol brillaba fuerte y Sakura, como de costumbre adquirida, despertaba de su letargo con la piel cubierta de sudor. Contempló con ojos hinchados el desorden que había dejado la noche anterior cuando, con movimientos torpes y voluntad extenuada, se hubiera escabullido en su habitación, desnudándose camino al baño y dejando tras ella un rastro de sucios harapos.

― "Al menos sé que no soy yo la que apesto".

O tal vez sí. Después de todo, había sido una ducha muy corta y desganada.

La joven se revolvió entre las sábanas y se tapó la cara con la almohada.

Diablos, su cabeza dolía tanto o más que cada una del resto de las partes de su cuerpo. A decir verdad, todo su estado era deplorable: las molestas marcas rojas de las sábanas pegadas sobre su piel, el pelo enredado y alborotado producto de no haberlo secado tras ducharse, la sensación pastosa en su boca a causa de la deshidratación, el nudo en su estómago por el hambre y los dolorosos vestigios de su última batalla haciendo mella a lo largo de su anatomía.

Ni siquiera su mente tenía descanso. El haber perdido―otra vez― a Ino, y ahora también Oshinaro, era un duro golpe para el ego militar de la discípula de Tsunade. Pero que su Capitán hubiera ido a parar al hospital (¡todo el mismo día!) era un doloroso llamado de atención.

Su Más Bella SonrisaWhere stories live. Discover now