Solo un día perfecto

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CAPÍTULO 5

Luego del pequeño incidente de ayer he tratado de no toparme con John. A veces creo que soy demasiado dramática pero toda mi vida me he criado con novelas y libros de drama, por eso me convierte en una gran experta.

  Bajo las escaleras para poder por fin desayunar, pero mi madre se cruza por mi camino. Lleva un hermoso vestido blanco con su viejo sombrero de playa. Aquel que le había regalado mi padre cuando tenía nueve años.  Sus manos estaban cargadas de bolsas de supermercado, así que corro para poder alcanzarla y tomarlas.

- Gracias querida -Dice mientras libera un gesto de alivio.

-No hay de qué -Le comento mientras llevo las bolsas hacia la cocina.

  Comienzo a quitar los productos de la bolsa y los guardo en sus respectivos lugares. Una vez que termino tomo la botella de jugo de naranja de la heladera y bebo un sorbo.

- Athena... -Me suplica mi madre-. ¿Qué hablamos de eso? Ya te he dich que es..

-Asqueroso -Termino su frase y pongo los ojos en blanco-.

Mi madre estaba muy atenta a su teléfono. Trabajaba con él todo el tiempo, aún en las vacaciones. Siempre estaba mensajeandose con un cliente, jefe o familiar. Era como un adolescente, pero peor. A veces me resultaba difícil llamar su atención, ya que su vista y concentración no se apartaban del dispositivo brillante.

-Encontré en una tienda un hermoso vestido rosa de seda.

-Que interesante.

-Y apareció un unicornio de dos cabezas.

-Magnífico querida... -Mi madre me mira por milésima de segundos y luego reacciona al chiste-.  Qué graciosa eres.

- Y tú tan sarcástica. ¿Sabes donde están John y Meredith?

-Tuvieron que hacer unas compras - Comenta mientras observa de nuevo su teléfono.

-¿Segura? Porque veo que tu realizaste la mayoría -Me acerco a mi madre y ella nota mi atención y trata de escaparse.

-¿Qué te ocurre?

-Nada, solo... debo atender algo muy importante -Estaba muy preocupada. Más de lo usual. Su trabajo era muy complicado y a veces era muy estresante, o bueno, por lo que podía observar lo era.

- Esta bien...

La habitación estaba totalmente vacía, así que debía buscar algo para matar el tiempo. me vestí y salí a correr un rato. Hacia bien a mi mente y cuerpo. Me gustaba correr. Era uno de mis pasatiempos favoritos. Me gustaba competir en la preparatoria. A Amy no le gustaba mucho, así que ella me alentaba desde las gradas, nunca faltaba a mis competencias. En un tiempo dude en anotarme en alguna olimpiada, pero el miedo se apoderó de mi en un instante y no lo hice.

Era un día demasiado extraño. Aunque el sol brille como no ha brillado nunca hay algo muy extraño. Algo diferente, tal vez es solo una sensación mia. De pronto, observo una cara bastante usual, era Blair. Lleva un overol corto.

-¿Qué tal Athena?

-Sudando un poco - Ambos nos reímos.

-John me comentó que mañana es tu cumpleaños, ¿No es así? -Me sorprendió que John tenga su número. Tal vez estan saliendo.

-Si -Afirme nerviosa.

-Mañana Isaac hará una pequeña reunión en su casa, puedes venir y podrás celebrar junto nosotros.

-No lo sé, mi madre realiza cada verano un pastel y una cena maravillosa. Es una tradición. Pero creo que podré asistir.

-¡Genial! Puedes venir con John.

-Si... Bueno, gracias por la invitación. Debo dejarte, mis músculos se enfriarán.

-Esta bien, nos vemos.

¿Cómo es que John habia organizado ir a una fiesta en mi cumpleaños? ¿A caso se había olvidado? Seguro debe estar saliendo con Blair, estoy segura. ¿Pero qué me pasa? John es como un amigo para mi, no puedo estar celosa ¿O si?. Debo dejar de pensar en un segundo.

Vuelvo a la casa y pudo observar que l auto de Meredith está estacionado en su garage. Ingreso a la casa y mi madre y Meredith estan abrazadas. No me parece extraño ya que ellas son mejores amigas. Siempre puedo verlas abrazarse, reírse, llorar. Estan una para la otra. Es muy admirable observar que son amigas desde hace décadas.

-Hola! -Mientras subo las escaleras puedo escuchar la voz de mi madre susurrándole a Meredith.

-Todo estará bien.

Meredith se había divorciado. Estaba en su proceso de duelo, y creo que John está pasando por lo mismo.

Entro a mi habitación y me recuesto sobre la cama. Tomo mi teléfono y me acuerdo de mi encuentro con Blair está mañana, así que voy hacia la habitación de John y tocó su puerta.

-John... -Creo que no me escucha, así que vuelvo a tocar-. John.

-Discúlpame, estaba con mis auriculares. ¿Corriste una maratón?

-Qué gracioso -Miraba desde el umbral esperando a que me deje pasar.

-Lo siento, pasa -Se hace lugar e ingreso. Si habitación estaba más ordenada que la mía.

-Me encontré con Blair cuando me estaba corriendo -Digo y él asiente con la cabeza-. Nos invitó a la reunión de Isaac mañana por la noche ¿Tú quieres ir?

-Puede ser que si, puede ser que no.

-Bueno, si quieres ir puedes avisarme, tal vez podríamos ir juntos.

Me dirijo hacia la puerta pero torpemente choco contra su escritorio y me golpeo la rodilla. ¿Desde cuándo estaba eso ahí?

-¿Estás bien? -Me dice mientras toma mi mano. La suya estaba fría como el mar en plena oscuridad, y podía notar que su piel estaba más clara de lo normal, como una hoja de papel.

-Si, no pasa nada -Le digo-. Bueno, nos vemos- Menciono y salgo de la habitación jadeando.

¿Por qué estoy tan torpe? Voy hacia el baño de mi dormitorio y me coloco un paño helado para evitar el moretón.

A la noche Meredith preparó langostas y una ensalada. Los cuatro comimos y reímos, siento que fue una maravillosa noche. Luego de cenar, ayudo a lavar los platos y mi madre ordena. John se despide y va hacia su habitación porque estaba cansado. Por otro lado, Meredith, mi madre y yo vimos El gran Gatsby.

Cuando me di cuenta mi madre y Meredith estaban completamente dormidas. La cabeza de mi madre reposaba sobre el h

ombro de su amiga. Las cubro con una manta, apago la televisión y dejo que descansen.

mejor decir adiósWhere stories live. Discover now