Adiós a mi padre

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CAPÍTULO 24

Hace semanas que estoy aquí, viendo a médicos, enfermos, a mi familia, a amigos y a John pasar por aquí, ya estoy acostumbrada. Veo mi cuerpo y me siento extraña. Hoy vino Amy a verme. Mi dulce amiga me cuenta una graciosa anécdota sobre un suceso en el autobús y comienzo a reírme junto a ella, pero luego me deja a solas con John y es la primera vez que él se abre ante mi, aunque yo estuviese en coma. Me dijo... dijo que me amaba. Toco su hombro y el de inmediato se da vuelta pero es obvio, no me ve. Se asusta tanto que sale corriendo y busca a Amy. La trae a la habitación, parece que estaba en shock.

-Debo decirte algo Amy -John cierra la puerta de la habitación-. Creerás que estoy loco por mencionarte esto pero, acabo de sentir que alguien me tocó. Creo que es A -Susurra.
-¿Qué? Debes estar cansado. No dormiste en toda la noche.
-No es verdad. Bueno, tal vez un poco. Pero no estoy delirando Amy, te digo que alguien me tocó pero no había nadie físico junto a mí.
-Bueno, supongamos que es cierto lo que me estás diciendo ¿Qué se supone que debemos hacer?
-Lo que quiero es decir es que puede vernos y escucharnos. Podremos decirle que vuelva.
-Como si eso fuera fácil.
-Yo solo digo.

Amy y John miran mi cuerpo muy fijamente. Yo me uno a ellos, no sé que están esperando.

-Chicos -Los tres nos asustamos y nos damos vuelta. Era mi madre.
-Ay Emily, nos asustaste -Dijo Amy con una mano en el corazón.
-Solo quería decirles que ha llegado alguien -Ingresa a la habitación un hombre bastante reconocido, era mi padre-. Es mejor que los dejemos solos.

Todos salen de la habitación pero John le envía una mirada de desprecio hacia mi padre.

-Hola querida.
-Hola desconocido -Digo. No me oye.
-Lo siento por no haber venido a visitarte antes es que..
-El trabajo.
-El trabajo me llevo tiempo.
-Si, el trabajo era más importante que ver a tu hija ¿no?
-Realmente lo siento Athena -Mi padre estaba... ¿llorando? Jamás lo había visto así-. Me disculpo por no ser un padre presente contigo. Odio admitir que cuando a alguien le sucede algo hace que sus seres queridos se reúnan a verlo y ni siquiera lo han visto en mucho tiempo, pero ese dicho tiene razón. Soy un estúpido por haberte dejado sin mi crianza. Soy el peor padre del mundo. Solo espero que puedas oírme y perdonarme -Mi padre se arrodilla y cruza sus manos-. Dios, ayuda a mi hija a encontrar su camino. No quiero que le suceda nada, por favor señor se lo suplico.

No podía creerlo, mi padre cree en dios. Está rezando. Luego se levanta y me besa en la frente. Abre la puerta y John lo saca. Salgo con ellos de la habitación y observo que están discutiendo.

-No puedo creer que esperó hasta ahora para ver a su hija -Dice John con la voz baja-. Ella lo ha necesitado todo el verano ¿Que digo todo el verano? Sino toda su vida, y usted se aparece cuando está en la cuerda floja entre la vida y la muerte -Dice mientras lo señala con el dedo índice.
-Escuchame John solo quiero que me disculpe, realmente me siento muy mal. Quiero mucho a Athena.
-Pues nunca lo demostró.
-Solo quiero verla bien.
-¿Cómo? si jamás la vio.
-Por favor no peleen -Digo pero no me oyen.
-Vamos John, no armemos alboroto aquí.

-No me digas que hacer, tu no eres mi padre.
-Vamos, por favor -Digo.
-Solo quiero de nuevo a mi hija, quiero arreglar las cosas -John lo mira de reojo.
-Te perdono padre pero por favor dejen de pelear.
-Solo quiero que te vayas de aquí, ella querría eso.

Comienzo a sentir algo. El sonido de la máquina de mi habitación comienza a sonar más fuerte y John y mi padre se alteran e ingresan al lugar a verme. Los enfermeros entran detrás de ellos y los sacan de la habitación.

-Necesitamos que se vayan.
-¿Qué le pasa a Athena?
-¿Qué le pasa a mi hija?
-Por favor retirense.



mejor decir adiósWhere stories live. Discover now