Sorry John

19 1 0
                                    

CAPÍTULO 13


Me sentía extraña. Cómo si una bomba hubiese aterrizado en mi cabeza. Ya no sentía la monotonía de antes, algo había cambiado. Estaba en mi cama con mis audífonos escuchando "Dear John". Sentía una relación entre el mar y mis lágrimas. El rimel recorría mi mejilla. No quería levantarme de la cama, no podía. las sábanas cubrían mi cabeza. Me dolía el corazón y se me dificultaba respirar.
Una vez mi madre me dijo que la mejor manera ante la ansiedad era inhalar cuatro y exhalar ocho, pero hoy no estaba funcionando. Tal vez piensen que el hecho de no ser tan cercanos me ha afectado bastante, pero este verano no era como los demás. Él era distinto, y dentro de mí. Lo conozco desde que somos niños y saber que alguien tan cercano a mi estaba enfermo me angustia.
Recordaba aquella vez cuando teníamos siete años. Estábamos en el centro comercial. Nuestras madres adoraban pasar el rato de compras mientras que a nosotros, nos gustaba jugar a encestar canasta. Una vez no soportamos la idea de tener que esperar a nuestras madres a elegir un vestido para una gala, así que John tuvo la brillante idea de escaparnos hacia los juegos. Yo temía por la idea de que nuestras madres tuvieran un ataque de pánico, pero él procuro que todo saldría bajo control. Intentamos escabullirnos pero todo fue inútil, porque Meredith nos encontró acercándonos hacia el juego y bueno, fue nuestro primer castigo juntos. John me pidió disculpas. Siempre tuvo la intención de arreglar las cosas.
Pensar en estos recuerdos hacia que me ahogara con mis propias lágrimas. La cama estaba completamente mojada. Tocan la puerta pero no contesto. Intento no hacer ruido para que no se preocuparan por mi, pero ya era demasiado tarde. Mi madre, con su dulce cara angelical pero a la vez con una expresión comprensiva, abre la puerta y hacerca su cabeza.

-Athena...
-No me siento muy bien mamá -Le digo y me tapo la cabeza con mis sábanas blancas manchadas de máscara de pestañas.
-¿Estás bien? ¿Qué te ocurre? -Ingresa a la habitación de cuatro paredes y cierra la puerta. Se aproxima hacia a mi y se sienta sobre el borde de la cama. Puedo sentir como se hunde. Su mano acaricia mi pierna tapada con la sábana pero yo la aparto moviendome un poco. Me destapó y me siento mirando hacia la pared. No quiero verla. Solo puedo observar la ventana y la poca luz que ingresa debido a la cortina.
-No puedo creer que me hayas mentido. ¿Desde cuándo lo sabes?
-No sé de qué me hablas.
-De John mamá. Anoche... anoche me contó sobre su enfermedad. ¿¡CÓMO PUDISTE!? Soy tu hija, se supone que debo saber estás cosas. Me siento una egoísta por sentir que la única persona que importaba en estás vacaciones era yo y solo yo.
-No es así Athena... Solo queríamos evitar que te preocuparas.
-Pero iba a saberlo tarde o temprano. No puedo creerlo... conozco a John desde niña ¿y no pudiste decírmelo?
-De verdad lo siento... -Frota su mano en mi rodilla pero yo la miro. No puedo contener la ira y me desarmo adelante de ella-. No puedo creerlo, todo pasó tan rápido... Fui muy egoísta y jamás le pregunté cómo estaba... nunca le di la confianza necesaria para que me contará como se sentía. Soy una idiota -Ls abrazo con todas mis fuerzas y ella hace lo mismo.
-No eres egoísta y no eres una idiota, solo no lo sabías cariño. Lo más importante ahora es estar para él.
-¿Sabes.. sabes si mejorará? -La miro a los ojos pero noto su mirada triste.
-Los médicos hacen lo que pueden, pero la quimioterapia no está dando resultados.

Una lágrima cae de mi mejilla izquierda y me tapo los ojos con mis dos manos. Estaba destrozada.
Ese día no salí de la habitación. No tenía las fuerzas para verlo a John. Cuando llegó por primera vez a la casa lo odié sin ninguna razón. Tampoco le dí la oportunidad para conocerlo un poco mejor. Algo había cambiado desde el año pasado y me daba rabia saber que no le di el momento para escucharlo. Sentía algo muy fuerte por él que no lo podía descifrar. Sentía como una aguja me pinchaba el pecho. Era realmente...

mejor decir adiósWhere stories live. Discover now