Capitulo 11

91 15 0
                                    

Mis dedos se enredaron entre sus rizos mientras él me aferraba a su cuerpo con fuerza.

Una de sus manos me aferró firmemente por la cintura mientras la otra se colocaba en mi nuca mientras nuestro beso tomaba un ritmo casi frenético.

Era como si todo mi cuerpo me pidiera que lo absorbiera. Como si, de un momento a otro, fuera a desaparecer. Cerré en un puño mi mano mientras tiraba suavemente de su cabello en un intento desesperado por hacerle sentir todo lo que yo estaba sintiendo en ese momento, y cuando creí que lo estaba consiguiendo; se apartó bruscamente de mí.

Mi respiración era pesada. Mi pecho subía y bajaba rápidamente, los labios me ardían por el fuerte contacto que acaba de tener y Adrien tiraba de su cabello. Su respiración era casi tan rápida como la mía.

Lo miré con expresión confundida unos instantes sin saber exactamente qué decir.

-Esto está mal-Dijo con la voz enronquecida.

Me quedé helad al escuchar sus palabras. ¿Se arrepentía por haberme besado? ¿Creía que era un error? ¿Me había besado sin pensarlo? ¿Sin... quererlo?

-¿Q-Qué?-Tartamudeé sin poder creer lo que mis oídos escuchaban.

Adrien comenzó a mover la cabeza mientras decía.

-No está bien. No debí... Yo no...

Entonces, el peso de la verdad cayó sobre mí como balde de agua helada.

-¿Te arrepientes de haberme besado?-Susurré con incredulidad.

Mi cuerpo comenzó a temblar descontroladamente. Mi pecho me ardía con una sensación que no conocía del todo. Una sensación de ardor, dolor y estrujamiento en el corazón, que dudo mucho que pudiera irse con facilidad. Esto de verdad me estaba doliendo...

-...S-sí-Tartadmudeó Adrien.

¿Cómo podía arrepentirse de algo así? ¿Cómo podía decir que estaba ''mal'' algo que se sentía tan bien para mí?, pero claro, para él había sido solo un beso más. Un beso erróneo con una chica por que no sentía ni el más mínimo atisbo de atracción.

Para Adrien Agreste no existía el amor sin atracción física y me lo había dejado en claro esa misma tarde. ¿Cómo había sido tan estúpida? ¿Cómo había creído que, quizás, él sentiría algo por mí si ni siquiera yo misma sabía que sentía por él?

Todo era tan confuso, tan extraño, tan dolorosamente bueno y horriblemente malo.

Me tragué el nudo que sentía en mi garganta intentando sobreponer mi orgullo y mi dignidad. No iba a demostrarle lo mucho que me habían golpeado sus palabras.

-...E-está bien-Dije maldiciendo que mi voz sonara tan entrecortada y vulnerable.

Adrien dio un paso hacia mí pero yo retrocedí diciendo:

-¡No!

Él se congeló al instante y entornó los ojos. Su mirada estaba fija en la nada pero podía notar una expresión cargada de remordimiento en sus ojos. No podía soportar verlo de aquella manera y comencé a hablar:

-Todo está en orden-Tragué saliva ruidosamente-Sé que no debió pasar. Lo lamento mucho. Hagamos que esto no pasó. Discúlpame por todo lo que sucedió hoy.

-Chloe...-Susurró él en voz baja y dolida.

-Déjalo así, Adrien..., por favor-Supliqué con un hilo de voz.

Él pasó sus manos por su cara con gesto desesperado.

-¡Maldita sea, Chloe!, ¿No lo entiendes? ¡Mereces algo mejor que estar con un maldito ciego! ¡NI siquiera puedo mirarte a los ojos y decirte lo hermosa que creo que te ves!-Me espetó furioso.

Abrí la boca para decir algo pero era incapaz de decir nada.

-Esto no debió suceder nunca-Dijo con voz ronca y baja.

-¿A-Adrien?-Dije confundida. Por un momento no supe que decir, como actuar, ¿Qué estaba intentando decir? En un segundo parecía arrepentido por besarme y al otro parecía estar diciéndome que sentía algo similar a lo que yo sentía cuando estaba con él.

-Sólo olvida lo que sucedió, Chloe. No quiero joder más esto.-Dijo con voz cansada.

-Adrien tú...-Tragué saliva nerviosa. Necesitaba saber si había sentido algo con nuestro beso-¿S-Sentiste algo con...?

-No sentí nada-Me interrumpió con voz ronca. Había crueldad impresa en el tono de su voz-Nunca he sentido nada por ti y nunca voy a sentirlo.

En ese momento, pude sentir como el corazón se me desgarraba por dentro. Ni siquiera yo misma sabía que sentía por él pero estaba doliendo. Doliendo como nunca antes.

Me di la vuelta, incapaz de mirar un segundo más al chico que me había herido de aquella forma tan brutal que me cortaba la respiración.

Saqué mi teléfono de mi bolso con dedos trémulos y marqué a Sabrina.

-¡Chloe! ¿Dónde estás?-Dijo la voz de Sabrina del otro lado del telefono. Sonaba alividada.

-Quiero ir a casa. ¿Crees que puedas llevarme?-Dije con la voz entrecortada.

-Claro, pero ¿Donde estás?-Sonaba confundida.

Me aclaré la garganta intentando disminuir mis ganas de echarme a llorar.

-A una cuadra del café.

-Voy para allá, espérame, por favor.

-Gracias...-Dije antes de colgar.

-¿Te vas?-Dijo la voz ronca de Adrien a mis espaldas.

No fui capaz de volverme a verlo. Me sentía tan humillada.

-...S-sí-Tartamudeé.

El silencio nos invadió por completo y entonces, escuchñe la voz de Adrien al teléfono.

-¿Puedes venir ahora?...no..., no pasó nada..., si..., no, ella se irá con su amiga. Está bien..., adiós.

Cerré los ojos con fuerza intentando reprimir las rpentinas ganas que tenía de decirle que me iría con él, o que esperaría a que su madre, llegara pero no lo hice.

El viejo Chevy de Sabrina se detuvo frente a mí y subí a el casi a trompicones.

-¿Estás bien?.Dijo Sabrina mirándome con angustia.

No pude hablar. Me limité a asenitr rápidamente.

-Buenas noches, Chloe-Escuché la voz de Adrien.

Apreté los ojos con fuerza antes de volverme a Sabrina y sisear.

-Por favor, vámonos.

Sabrina no dijo más y arranco el auto directamente rumbo a mi casa...

Aunque no puedo verte (Adrichloe)Where stories live. Discover now