Capitulo 25

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Un pequeño gemido salió de mis labios mientras sentía el toque de su pulgar sobre mi pezón sobre la tela del sujetador. Todo era tan absolutamente abrumador y extraño. Era nuevo, diferente, fascinante...

Adrien apartó sus labios de los míos y deslizó su mano por debajo del material de mi sujetador. Ahogué un gemido mientras su mano ahuecaba mi pecho desnudo. El corazón comenzó a latirme frenéticamente mientras observaba los labios entreabiertos e hinchados por los besos urgentes que nos dábamos.

-¡Oh, por Jesus!-Gimión en voz baja mientras cerraba los ojos con fuerza.

Cerré los ojos al sentir su pulgar rozándome suavemente y enredé mis manos en su cuello para jalarlo hacia mi y besarlo una vez más.

Apartó su rostro del mío. Nuestras frentes se tocaban y subió el material de mi blusa y me dejó al descubierto mientras sentía el rubor instarse en mis mejillas.

-A-Adrien-Dije casi en un sollozo.

Él desperdigó besos en mis mejillas, mis párpados, mi nariz, mi frente, mi barbilla, mi mandíbula, mi cuello, mi clavícula...

Mi respiración era pesada y de pronto, tenía mucho calor. El peso de su cuerpo sobre el mío era extraño, pero agradable. Su mano no había abandonado su caricia sobre la piel sensible de mi pecho y cuando deslizó su otra mano para ponerla sobre mi otro pecho solté un gemido de sorpresa. Pude ver una sonrisa divertida en su rostro mientras bajaba de mi clavícula.

-¿A-Adrien?-Dudé al ver a donde se dirigían sus labios.

Mi blusa estaba enroscada sobre mis pechos así que viajó hasta mi pecho descubierto y un jadeo se apoderó de mis labios cuando sus labios se cerraron en mi piel sensible. Cerré los ojos con fuerza mientras me mordía el labio inferior para no gemir. Su lengua exploraba suavemente mientras sentía la humedad recorriendo mi piel, me arqueé solo un poco por instinto y Adrien deslizó su mano por mi espalda mientras me sostenía cerca. Cuando su boca abandonó mi pecho su aliento me hizo cosquillas.

-No sabes cuanto daría por poder verte en este momento-Dijo.

Pude escuchar el dolor de su voz y yo quería aliviarlo.

-S-Siénteme-Tartamudeé con inseguridad.

Adrien gruñó mientras sus labios se posaban sobre los míos y sus manos me acariciaban los pechos, la espalda la piel de mi estómago. No había sucedido nada más. Simplemente me había llenado de caricias de la cintura para arriba. Sus labios hinchados abandonaron mis labios y yo besé su cuello como él había besado el mío. Un sonido ronco salió de su garganta sobresaltándome un poco. Luego comprendí que le había gustado y volví a repetirlo.

-T-Te quiero, Chloe-Murmuró mientras escondía su cara entre el hueco de mi cuello y masajeaba la piel sensible de mi busto con cariño.

-T-Te quiero-Respondí en un resuello.

(...) (...) (...)

No había podido dormir. Lo único que había podido recordar las manos de Adrien sobre mi cuerpo. Sus labios rojos y mullidos besándome sin parar durante casi una hora. Habíamos tenido que parar cuando escuchamos la puerta del dormitorio de mis padres abrirse. Estaba segura que no ocurriría nada más, pero de cualquier modo no pude evitar el rubor de mis mejillas cuando ellos se sentaron en el sillón junto a nosotros a charlar.

Adrien no había soltado mi mano para nada y me acariciaba con su pulgar el dorso enviando descargas eléctricas por todo mi cuerpo. Aún estaba tan aturdida por aquel contacto que habíamos tenido que me volvía loca sentirlo así.

Él había querido pasar por mi universidad y lo hubiera hecho si no hubiera quedado de salir con Sabrina aquella tarde.

Ahora me encontraba recorriendo tiendas mientras charlábamos. Ella y Michael lo había hecho exclusivo y ahora eran oficialmente novios. Estaba feliz por ella, se veía que él realmente le gustaba y estaba consciente que sus antiguos novios habían sido unos completos idiotas. Michael parecía un buen chico así que no podía ser más feliz.

-¿Qué ha pasado de nuevo con Adrien? ¿Arreglaron lo que pasó en la discoteca?-Preguntó mientras salíamos del Daisy Queen's del centro comercial.

Yo comí un poco del helado que acababa de comprar antes de responder.

-Sí. Durmió en casa.

Sabrina se detuvo en sexo y me miró con los ojos muy abiertos.

-¡Chloe Bourgeois! ¡No me digas que Adrien y tú...!

-¡No!, ¡Dios, no!-La interrumpí antes de que terminara-¿Por quién me tomas? ¡No! Solo durmió en casa. Me abrazó toda la noche y estuvimos charlando mucho, pero no pasó nada.

Vi el alivio en el rostro de Sabrina y tras un silencio cómodo me dijo.

-Chloe ¿Te puedo dar un consejo?

La miré atentamente sin responder y ella continuo.

-Si vas a hacer algo con alguien. Ya sea Adrien u otra persona; hazlo enamorada. No sabes como me arrepiente yo de no haber estado enamorada cuando sucedió con Kim. Habría sido increíble, estoy segura..., no cometas ese error.

Recordé mi tarde anterior y me ruboricé. Adrien no se aprovecharía de mi nunca, estaba segura. Y sabía que si yo lo hubiera detenido, él habría parado. Él comprendería que yo necesitaba estar lista para dar ese paso; no me quedaba duda de ello.

-Está bien-Dije tímidamente. Rogaba al cielo que no me volteara a ver o notaría el rubor de mis mejillas comenzaría el interrogatorio.

-¡Oh, Dios mío! ¡No mires, Chloe! ¡No mires!-Dijo Sabrina exaltada.

Dirigí mi vista hacia la figura que caminaba directo hacia nosotras y el corazón me dio un vuelco.

Era ella... La chica que había besado en la discoteca a Adrien se encontraba dirigiéndose hacia nosotras ¡Maldita sea! ¿Qué quería?...

Aunque no puedo verte (Adrichloe)Where stories live. Discover now