🔥CAPITULO 10🔥

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SIN EDITAR.

🍆<<{Ares}>>🍆

Nuestro fuego nos envió un mensaje diciendo que hoy tendría que ser el día en que sorprenda a Luciano por que lo echo del departamento que ella le compró y está segura de que volverá más tarde.

Al mismo tiempo nos llegó uno al grupo que mi hermano me obligó a hacer con los cuatro hombres del bar, nos contaron que habían escuchado ruidos en el departamento y fueron a golpear la puerta para que Mía saliera, pero ella apareció justo a su espalda.

Quisieron sacarla de ese lugar cuando dedujeron que había otra mujer allí dentro, claramente ella nunca se quedaría con la duda por lo que entró y vio a Luciano con la estupida que estaba en el club.

Fue la primera vez que esos hombres veían un poco del temperamento de nuestro fuego, según nos contaron le dijo fácil a la mujer, polla corta a Luciano y que lo engañaba, cosa que era mentira hasta hace una semana, porque si, los besos cuentan como engaño.

Me cabreó un poco que dijeran que él la insultó y la quiso golpear y no, no se me pasó cuando dijeron que ella le rompió la nariz, a ambos al parecer.

Ahora estamos aquí en el ascensor del edificio casi llegando al piso 18 para decirle la idea que tuve a nuestro fuego.

Claramente no se espera lo que le dire.

Bajamos del ascensor la puerta del departamento está abierta, entramos y cerramos, el imbécil tiene tarjeta de aquí asi que entrara igual.

Entramos a una especie de sala y nuestro fuego está sentada en un sofá, el cual al parecer cubrió con una sábana.

Eren: ¿Para que la sabana?

Mía: No tocaré nada que posiblemente haya tocado la polla de Luciano o algún fluido suyo, que asco.

Nos mira.

Mía: ¿Cuál era la idea?

Sonará apresurado, pero literalmente llevo años esperando esto.

Ares: ¿Quieres salir con nosotros?

Frunce el ceño.

Mía: Salimos varias veces, ¿Por qué no querría salir con ustedes ahora? ¿Esa fue tu idea?

Eren: Fuego, Queremos que seas nuestra mujer, que salgas con nosotros, que tu cuerpo, alma y corazón sean tan nuestros, como los nuestros son tuyos.

Mía: Yo... este... ¿Pueden esperar unos días?

Eren: ¿Por qué?

Mía: Les acepte una salida a los chicos y no quiero que ustedes piensen que los voy a engañar.

Ares: No te preocupen fuego, si quieres ellos también se sumarán a nosotros.

Me pongo de rodillas frente a ella y sostengo su rostro entre mis manos para que me mire.

Ares: Se nuestra mujer, fuego, haznos los hombres más felices del mundo.

Mía: Sí, quiero serlo.

Nos sonríe y yo atraigo su boca a la mía para besarla, adentro mi boca robandole un delicioso gemido y poco a poco durante el beso sus manos van a mi nuca atrayendo mi cuerpo al suyo.

Y por supuesto que me dejo.

El beso se vuelve más apasionado cuenco yo termino sentado a su lado y ella se monta sobre mi regazo aún con nuestras bocas unidas, se mece sobre mi buscando desesperadamente alivio.

Ares: Fuego, no sigas si no quieres hacer nada.

Mía: Pero si quiero, los estuve esperando a ustedes.

Joder.

Ares: ¿Estás segura? tenemos mucho tiempo, fuego.

Asiente con la cabeza mientras se sigue moviendo encima de mí, besando mi cuello.

Se siente jodidamente bien, pero...

Ares: ¿Con quien hiciste esto antes?

Frena sus movimientos exaltada, si es virgen, pero esto se nota que lo tenía aprendido.

Mía: Con un chico.

Mi hermano se pone en la espalda de ella y muerde la zona entre el cuello y el hombro haciéndola gritar.

Eren: Después nos dirás el nombre, mientras tanto sigue, me encanta verte.

Saco de su cuerpo el top y sus pechos quedan en mi rostro, balanceándose apetitosamente por los movimientos de mi fuego sobre mi polla cubierta.

Nuestro hermano se sienta a nuestro lado observando todo detalladamente, agarró uno de sus pechos y me lo metó en la boca mientras apretujo el otro, son tan grandes que sobresalen un poco de mi enorme palma.

Mía: Mmm...

Eren: ¿qué más hiciste con ese chico? fuego, dinos todo.

Mía: Nada... nada más...

Sacó su pecho de mi boca.

Ares: ¿Chupo tus pechos?

Tironeo de su pezón.

Mía: ¡No!

Eren: ¿Y tu coño?

Mía: Tampoco...

O sea, que lo uso como si fuera una almohada, mejor.

Vuelvo a chupar sus pechos cuando ella se frota con más fuerza y un buen rato después acaba en sus shorts y en mis pantalones.

Sus jugos traspasan ambas telas y terminan en mi boxer, mi polla duele de estar apretada en mi pantalón, pero no la sacaré a menos que ella me lo pida.

Después de que los espasmos de su cuerpo pasan, se pone de pie y se saca la braga húmeda al igual que el short, quedando completamente desnuda sobre nosotros.

Toco mi polla por sobre la ropa intentando de alguna forma que deje de doler.

Mi hermano toma la ropa que se sacó y pasa la lengua por la humedad de sus bragas.

Eren: Mierda.

Sigue pasando la lengua sacando todo lo que pueda de la corrida de nuestro fuego.

Mía: ¿Por qué está tan alterado? ¿Que tiene de diferente a los fluidos que han probado?

Ares: Nosotros no probamos fluidos fuego, solo tu sabor estará en nuestra boca.

Sus ojos se oscurecen antes de que apurada desabroche mi pantalón, nota el problema cuando claramente no puede bajarlo, por lo que para dejarla continuar con lo que quería hace levantó un poco la parte inferior de mi cuerpo y ella baja los pantalones hasta las rodillas.

Satisfecha con lo que logró se vuelve a parar derecha y sonríe antes de montarse como lo había hecho cuando tenía la ropa.

Mía.  9°Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum