🔥CAPITULO 30🔥

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SIN EDITAR

Dos semanas después…

🫦<<{Mía}>>🫦

Salí en silencio de la casa, es de madrugada todavía, pero tengo dos horas de viaje hasta el centro psiquiátrico.

Pegó un volantazo en el medio de la carretera cuando la puerta del copiloto se abre y mi hermano entra al carro.

Mía: ¡Estás demente! ¡Entra en el carro como alguien normal por lo menos!

Akos: No soy normal.

Mía: ¡Lo sé! Pero por lo menos finge que sí.

Akos: ¿Por qué? Eres mi hermana me tienes que amar tal cual soy.

Mía: Y lo hago, pero no quiero estrellarme.

Akos: ¿A dónde vamos?

Mía: ¿Por qué estás aquí?

Akos: Te vi salir a hurtadillas y quería saber cuál es la cagada que vas a mandarte.

Mía: Chusma.

Akos: No, solo tengo ganas de hacer algo y mis hermanos no se despiertan todavía.

Mía: ¿Otra vez no dormiste?

Akos: No, tengo un puto problema del que no te hablaré.

Mía: Bien, intenta dormir durante el viaje, tenemos todavía una hora antes de llegar.

Akos: ¿A dónde vamos?

Repite.

Mía: A un centro psiquiátrico, quizás te deje ahí, qué bueno que viniste.

Akos: No le harías eso a tu pobre hermanito menor.

Mía: Encerré a mis copias, tres días sin comida ni agua, ¿Quién dice que no te encerraría ahí? Comida y agua tienen por lo menos.

Akos: Pendeja.

Se gira hacia el lado de la ventana y el resto del viaje lo pasamos en total silencio.

Uno agradable.

A las seis somos los primeros en ingresar al centro Psiquiátrico para una visita, nos guían por pasillos con puertas de seguridad reforzada, ya que lo metí en el pabellón de los más peligrosos, por lo menos hasta que vean que no puede matar ni una mosca.

Abren la puerta y él está con chaleco de fuerza, se pone de pie con rapidez y viene hacia mi estrellándose y tirándome con él al suelo.

Los guardias intentan sacarmelo de encima y volver a encerrarlo, pero niego con la cabeza.

Mía: Está bien, él no me hará daño, ¿Verdad amor?

Qué asco de apodo.

Akos: Cuñado, debes calmarte si quieres salir algún día.

Se calma el muy hijo de puta, hasta que los guardias salen indicándome que entrarán ante cualquier ruido brusco.

Vuelve a correr hacia mí y antes de que yo pueda golpearlo, mi hermano estrelló su puño en el pómulo de él tirándolo en el suelo acolchado.

Akos: Esto es divertido, ¿Por qué no me invitaste?

Me río.

Mía: Era para mí la diversión.

Mía.  9°Where stories live. Discover now