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discord call

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DISCORD CALL
distance, I

El resto del grupo se había ausentado y dejaron solos a Wooseok y Yuto, quienes permanecieron callados por un largo rato. Aunque habían acordado jugar una partida, los demás decidieron que era buena idea dejarlos solos y se salieron de la llamada con la excusa de que debían hacer algo de último momento y que volverían en breve.

El hecho de que ya habían pasado diez minutos hacía sentir algo tenso al nipón, especialmente porque estaba con él, y sabía cuán peligroso era estar a solas con Wooseok, aún así fuera a distancia. Escuchó un leve quejido y su cuerpo entero se tensó. Luego escuchó un suspiro prolongado. No estaba seguro de si hablar era una buena idea. Ni siquiera estaba seguro de si seguir en la llamada lo era. A medida que pasaban los segundos, seguía oyendo suaves quejidos y una respiración agitada.

—Wooseok, ¿estás bien?

—Sí... mmh —respondió con la voz entrecortada, poniendo nervioso al mayor—. Oye, ¿quieres que encienda la cámara? —pregunta con tono pícaro.

—Los chicos pueden llegar en cualquier momento.

—No lo harán —murmuró, sonando demasiado seguro de su respuesta, lo que hizo sospechar al pelinegro—. Me dijeron que se tardarían.

No muy convencido de la respuesta, cedió a la petición del chico y encendió su cámara. Sintió algo de ansiedad al notar que Wooseok tardó en hacerlo. Una vez que había encendido la cámara, lo vio tocándose por sobre la ropa y sonriéndole. No era la primera vez que lo hacían, pero la constante presión de que sus amigos volvieran y los descubrieran era aterradora.

El castaño gimió, dejando sus labios entreabiertos, emitiendo más gemidos y respirando de manera acelerada. Yuto apretó los labios y algo avergonzado apartó la mirada, aunque los sonidos provinientes del otro lado le dificultaban el ser pudoroso y volvía a mirar la pantalla.

—Te extraño —dijo el chico de pronto. Captó la atención del mayor y aprovechando que lo estaba mirando, se desabrochó el pantalón, dándole un vistazo a su ropa interior—. Sé que quieres ser discreto, pero realmente te necesito.

—Yo también te necesito, pero eres demasiado obvio.

Wooseok sonrió. Subió un poco su camiseta, revelando parte de abdomen. Le gustaba fastidiar a su novio, especialmente en este tipo de situaciones. Miraba satisfecho cómo el chico del otro lado apretaba sus labios o apartaba la mirada. Luego bajó su mano hasta su ingle, tocándose una cuantas veces y gimiendo el nombre del otro. Este se sintió tenso, pero esta vez se quedó mirando la pantalla.

—Me gustaría que estuvieras aquí y me tocaras —masculla con un puchero—, no se siente igual si lo hago yo.

—Entonces imagina que soy yo quien lo hace —bramó el mayor algo exasperado. Aún estaba temeroso de que el resto del grupo volviera, luego vio la cara sonriente de su novio y supo que había metido la pata al decirle eso—. Olvídalo.

Wooseok sonrió de manera ladina.

—No, es una buena idea, quiero que sigas. Dime todas las cosas que me harías.

Yuto lo miró con cara de pocos amigos, no podía comprender ese aspecto tan riesgoso y despreocupado de Wooseok.

—Pero los chicos... ellos... volverán, ¿sabes?