Amazona «ls»

Capítulo final

no me aguanté, dije lunes, hoy es domingo. IDK. Disfruten. 

Capítulo final

Atlanta.

Absolutamente.

—Se está anocheciendo. —Frank comentó mientras terminaba de armar la carpa. Era una pequeña de color gris, con la insignia de los Laceros. Era de Harvey, él tenía un equipaje de campaña en su departamento—. ¿Quieres que encienda fuego? ¿Tienes frío? —preguntó mientras se acercaba hasta la figura, ahora indefensa, de Harvey.

Duff negó. Miró en medio de los árboles. —No van a tardar en encontrarnos. Tengo un neurotransmisor.

—Ya te dije. Yo ya conocía a ese soldado amigo tuyo... —Frank enunció mientras intentaba encontrarse con la mirada del otro—. Él me dijo que viniésemos por estas coordenadas, no llegará el wise acá.

—Si lo mandaron a mi departamento, fue por una razón. La gente que es parte de la armada no carece de logística, precisamente. Yo debí negarme a esto.

—Mira, te aguanto solo porque creo me lo merezco por todo lo que me di de rogar. —fue lo que contestó Frank medio sonriente—. Fionn está de parte nuestra. Él nos ayudará.

—Sí. —asintió desinteresado, Harvey.

Frank lo dejó un momento. Intentaba comprender la situación que interiormente vivía Harvey. Tenía claro que no le recordaba, salvo aquellas memorias de un pasado que ni él sabía que habían vivido.

Otras líneas temporales, ellos siempre se quisieron.

El sonido de unos arbustos le captó su atención. Tanto él y como Harvey se pusieron en posición detrás de un enorme roble. Guardaron silencio, el sonido se hacía cada vez más raudo, era un movimiento, como si algo o alguien quisiera salir en medio de los Subarbustos que se encontraban apilados unos a otros.

Frank ingresó su mano lentamente en la parte trasera de su pantalón, de allí tomó entre sus dados una pequeña navaja.

—Esperas con eso atacar a tu adversario —musitó casi en torno de burla, Harvey. Estaba detrás de Frank.

—Dime si tienes una mejor idea. —Frank murmuró en respuesta.

Un par de movimientos más escurrieron y lo que apareció les dejó en estado de sorpresa y esperanza.

—Una oveja. —cerró Frank sin poder creérselo.

Salieron ambos detrás del roble. La oveja quedó estática en su lugar, les miraba curiosa. Frank giró su mirada hacia Harvey el cual impávido admiraba la fisionomía del animal.

Frank iba a decir algo, pero quedó en el aire ante lo que Harvey Duff manifestó.

—¿Amazona? —articuló un muy conmocionado, Harvey.

Podría ser solo una coincidencia, salvo que la oveja no tenía piernas, por el contrario, lucía unas especies de prótesis de plástico.

—Mi pequeña Amazona. —confirmó Frankie, trotando hacia el animal que creyeron, habían perdido.

En medio del abrazo del reencuentro, sintió el golpe.

Harvey se había desmayado.