¿Qué sucede si quien más amas es quien más odias?
En el internado Arlest centro de reunión de la Élite, nadie dijo que ser parte de eso sería sencillo y menos cuando estás junto a él.
Todo cambia cuando Caden aparece en su vida creando dos grandes...
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Había sido una noche placentera, llena de risas y recuerdos que casi se habían desvanecido, todo fue perfecto hasta que finalmente todos nos fuimos a dormir, la mañana fue igual, comer afuera en el jardín debido a que era el lugar preferido de Caden para desayunar y por ultimo volver finalmente a Arlest siendo un golpe de realidad el cual no quería afrontar
— Gracias por la invitación — menciono antes de entrar a mi habitación - nos vemos
— La cafetería no tendrá servicio toda la semana — anuncia Caden — odiariamos dejarte sola viviendo a base de comida rápida
— Además, tu ducha la van arreglar hasta que vuelva el conserje de sus vacaciones, lo cual es el lunes entonces pensábamos que podrías utilizar la cama extra que esta en nuestra habitación por esta semana en lo que arreglan todo — menciona Jayden con una sonrisa en el rostro
No soy ingenua, se muy bien que son excusas vanas que no tienen un peso real para justificar que me quede con ellos toda la semana, pero no importaba, yo quería estar con ellos, quería sentirme cómoda y no quedarme en mi habitación completamente sola.
— Si no te convence podemos ir a Windalk, la casa estará sola hasta el viernes porque mi familia vendrá al almuerzo de beneficencia al cual debemos de asistir — dice con una sonrisa en el rostro
— Me gusta la idea, solo voy a tomar mis cosas y debemos ir de compras porque no tengo nada para un almuerzo de beneficencia — anuncio al abrir la puerta
— Te vemos en diez minutos en la entrada, Marco nos estará esperando — dice Caden
— Lleva lo necesario — menciona Jayden antes de darme un beso en la frente antes de irse
— Y un traje de baño — anuncia Caden mientras imita la acción de Jayden lo cual era raro, pero no pienso mucho al respecto
Entro finalmente a la habitación confirmando que está completamente vacía, tener compañía no había durado mucho como ya era costumbre en mi vida, decido ser optimista al respecto y cambiarme de ropa poniéndome un pants y una blusa cómoda para pasar el día, guardo mis cosas en mi bolso más grande y tomo mis lentes de sol, salgo de la habitación con tranquilidad mientras que camino por el pasillo hasta llegar a la salida.
— ¡Mon Dieu! Debra.
Aquel grito hace que me detenga y volteé instantánea, reconociendo aquel acento francés y solo lo confirme al ver aquel pelo rizado, sus ojos verdes que resaltan con su piel trigueña.
— Nathan, ¿Qué haces aquí? — digo confundida mientras corro para poder abrazarlo
— Quería conocer el estilo de vida Americano y de paso estar cerca de una amiga, pero lastimosamente ella se tuvo que ir y yo me quedé aquí, tal vez la conociste, se llama Jules Fitz.
