Capítulo 15

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Amor-odio

— ¿Quién se cree para tratar a alguien de esa forma tan odiosa? — pregunta Diego con molestia

— Un duque heredero de medio Escocia — digo en un murmuro

— No entiendo como alguien así puede agradarte Jayden — murmura Nathan

— Me ayudo en los peores momentos, pero la única forma que conoce de expresarse es atacando a las personas — responde Jayden con cierta melancolía

— Ya es tarde, tenemos clases, gracias por traer mis cosas Diego.

Esbozo una sonrisa y comienzo a caminar, tal parece que la escena era sorprendente para los que están sentándos en las mesas ya que todos se nos quedan viendo mientras caminamos casi como si Jayden, Diego y Nathan fueran mis guarda espaldas.

— Somos como los ángeles de Charlie — menciona Jayden con emoción

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— ¿Estás segura de qué quieres hacer esto? — pregunta Jayden algo alarmado

— Estoy segura, voy atacar su punto más débil, su gran ego — digo divertida

— Está bien, voy a dejar la puerta abierta para que puedas entrar, para tu suerte Caden tiene el sueño pesado

Jayden se regresa a su habitación mientras yo me quedo esperando a que el reloj marque media noche para poder ejecutar mi plan el cual era simple, demostrarle a Caden que es mejor que me deje en paz.

Observo mi teléfono que al fin marca las doce y tomo las tijeras para poder ir a la habitación de Jayden, camino con cuidado de no toparme a nadie hasta llegar a la habitación la cual está completamente oscura haciendo que tenga que alumbrar con la luz del teléfono para no tropezar y llegar hasta la cama de Caden.

Me acerco mientras lo observo por un momento durmiendo tranquilamente, tan pacífico que me hace recordar al Caden que un dia conocí, un compasivo, tierno y agradable Caden, me acerco más a él notando las pecas que se encuentran esparcidas por todo su rostro hasta que tomo un mechón de su cabello el cual está ligeramente ondulado y sumamente desordenado, aquel tono rojo de su cabello resalta aún más entre mis dedos dándome pena llegar a cortar su cabello aunque fuera por venganza.

Niego la cabeza y suelto un suspiro dejando caer aquel mechon de su cabello, había decidió ni atacar el cabello de Caden, por el momento no era necesario.

— ¿Qué haces aquí? — dice Caden con espanto mientras enciende la luz y me observa con las tijeras en la mano — ¿ibas a cortar mi cabello?

— No tienes el sueño tan profundo como dice Jayden — digo entre dientes

— No suelo dormir mucho, me despierto siempre por las noches, pero Jayden parece caer en coma y no darse cuenta, ahora responde ¿Qué querías hacer?

— Vengo a advertirte que dejes de molestarme Caden — menciono mientras lo apunto con las tijeras

— Baja esas tijeras — dice entre dientes
— me despierto muy temprano para poder comprar tus fresas favoritas y tu quieres arruinar mi cabello.

— A mi no me importa, aunque hubieras ido a Suiza por las malditas fresas a mi no me puedes comprar — digo entre dientes — Y menos hacerme olvidar que me has tratado tan mal.

Dos grandes problemas Where stories live. Discover now