¿Qué sucede si quien más amas es quien más odias?
En el internado Arlest centro de reunión de la Élite, nadie dijo que ser parte de eso sería sencillo y menos cuando estás junto a él.
Todo cambia cuando Caden aparece en su vida creando dos grandes...
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Innegablemente me encuentro destrozada, pero sabía muy bien que no puedo ser débil, tengo que ayudar a mamá y sobre todo no puedo seguir permitiendo que Caden me vea llorar.
— ¿Se te antoja comer pasta? — menciona Caden finalmente — conozco un restaurante aquí cerca.
— Caden, te pregunto nuevamente, ¿qué quieres?
— ¿Qué quiero de qué? — pregunta con molestia
— ¿Qué quieres conseguir con todo esto? Me prestas tu avión, me sigues a Italia y me ayudas con mi madre, tú me odias Caden y necesito comprender porqué razón estás haciendo esto y cuanto me costará compensarte.
— Estaba aburrido y se me ocurrió que era buena idea ayudar a los más necesitados.
— Claro, haces de todo para demostrar que yo estaba equivocada, tal parece tú nueva caridad favorita es la de Debra Farrel y solamente la pago con más humillación, me voy Caden, estoy cansada — cruzo mis brazos y comienzo a caminar, pero el me detiene de inmediato
— Debra — murmura entre dientes — solo quiero pasar tiempo contigo... solo quiero volver a cuando estábamos juntos.
— No te entiendo Caden, primero dices que todo esto es un juego para ti, me insultas y me tratas pésimo, me chantajeas y aun así crees que quiero volver a cuando solo jugabas conmigo fingiendo ser alguien que no eres.
Mi corazón late con fuerza, el Caden que conocí una vez no existe, solamente esta versión egocéntrica y complicada de él, solamente me observa y entre abre los labios intentando decir algo, pero al final no resulta ser nada.
— No tengo tiempo para esto Caden, tengo que volver a casa para ver como soluciono mi vida.
— Que tonta eres no te das cuenta de nada — dice entre dientes
— Tú eres el tonto, no soy adivina para saber que quieres y no se me apetece detenerme a descifrarlo.
Comienzo a caminar sin un rumbo fijo, aunque conozco Italia no tengo ningún conocido aquí y mi casa está cerrada y rodeada por cinta de policía, pero aun así quería volver a ese lugar, el único en el que me sentía segura, la única casa fija que tuve durante tres años.
El clima comienza a empeorar cuando las gotas de lluvia comienza a caer sobre mi, me cubro lo más que puedo y sigo corriendo en dirección a mi casa la cual está relativamente lejana del centro.
— ¡Debra! — grita Caden detrás mía — te estuve buscando por todo el lugar — dice agitado, vamos tengo un auto esperando por nosotros para ir al hotel.
— No quiero ir a un hotel — digo con firmeza mientras me cubro el rostro para poder verlo debido a que la lluvia comienza a ser más intensa — quiero ir a mi casa.
