06 - Muerdete la lengua no más, Wei Ying.

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¡Dios mío!

¿Acaso Wei Wuxian era alguna especie de deidad o demonio poderoso? Esa fuerza no era normal, ¡era descomunal! Es decir, ¡Lo agarraron cinco personas! Entre ellos omegas y betas. Y sí, Wei Wuxian era un omega. Pero más de eso no tenía alguna categoría de "dominante" o algo por el estilo.

— Ridículo.

— ¿Ridículo? — bufó Jiang Cheng. — ¡Agradece que solo te harán copiar las reglas, deberían de haberte devuelto de una patada a Yunmeng!

— Te defendería, mi "yo" chiquito. —suspiró el Wei Wuxian del futuro. — ¡Pero me mordiste muy fuerte! — se sobo el brazo.

— Tsk. — lo miro de arriba a abajo. — Cómo si hubiera pedido de tu ayuda. — le dio la espalda. — Copia barata.

A todos se les cayó la boca al escuchar las frías palabras del discípulo principal del clan Jiang. Sobre todo a Jiang Wanyin, qué nunca en su vida había escuchado hablar así a Wei Wuxian, ni hablemos del segundo porque este ya estaba tirado en el suelo recibiendo aire del abanico de Nie Huaisang.

— Hermano.

Lan Wangji había vuelto.

— Wangji, que bueno que estás aquí. — sonrió cálidamente Zewu-Jun. — Por favor, guía al joven Wei a la biblioteca para que copie nuevamente las reglas. 

— Hermano, yo-

— Conozco el camino, no necesito ser guiado. — Wei Ying se levantó frustrado. — Zewu-Jun. — se inclinó para despedirse. — Lan...— lo miro de arriba a abajo. — Wangji. — hizo lo mismo.

Aunque tal vez muchos notaron las palabras frías y el remordimiento en el nombre del segundo jade. Nuevamente, nadie sabía que hacer.

— ¡Qué le hiciste! — gritó Jiang Wanyin sacudiendo a Wei Wuxian, quien seguía tirado en el suelo. 

— ¡¿Por qué me culpas?! —gritó. — ¡Estuve contigo todo el tiempo!

— ¡Mentira! — lo soltó. — Habla ahora, Wei Wuxian. 

— ¡Pero te dije que no le hice... — pausó. — Oh... — miro por donde su yo chiquito se había retirado. — Así que es eso... — rió levantandose rápidamente del suelo. 

Toda la sala cayó en un silencio preocupante observando como aquel ser extraño llamado Wei Wuxian se reía repetidas veces mientras miraba un punto fijo en la puerta. 

— ¿Finalmente se volvió loco? — preguntó Jin Zixuan, quien solo había aparecido ahí para chismear.

Y mientras otros tenían miedo de acercarse a ese Wei Wuxian, excepto Jiang Wanyin que no sabía si ahorcarlo con zidian o sus propias manos, alguien llegó dando dos golpes a la puerta abierta de madera.

— Joven maestro Wen, es una sorpresa tenerlo aquí. — habló amablemente Zewu-Jun, rezando internamente que Wangji no le clavara su espada en la cabeza. — ¿En qué puedo ayudarlo?

— Ze-zewu-Jun... — su voz era nerviosa. — No quería molestarlo. — habló rapidamente cuando se dio cuenta de la cantidad de presentes en esa habitación. — Solo quería saber donde se encontraba el joven maestro Wei.

Todo sintieron el ambiente tensarse.

— Oh..., bueno eso, este... — sintió unos ojos encima de él, unos ojos que temía ver. —Se encuentra en la biblioteca. — la mirada se hizo más intensa. — Pero, está cumpliendo su castigo. No puede recibir visitas ahora.

— Ya veo. — Wen Ning se inclinó para despedirse. — Muchas gracias por su tiempo, Zewu-Jun. 

En estos momentos, Wei Wuxian había salido ya de sus pensamientos catastróficos, Jiang Cheng miraba con duda al Wen, Lan Wangji era Lan Wangji, Zewu-Jun iba a hablar seriamente con su padre para que le pase un huevo o algo por el estilo, Jin Zixuan...no le interesaba mucho la verdad y Jiang Wanyin se dio cuenta que Wen Ning tenía algo en las manos.

Un viaje en el tiempo © MDZSOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz