Un viaje en el tiempo © MDZS

15 - ¿Por qué?

Advertencia:

Abuso.

Me dolió escribir esto, jamás vuelvo a hacer esto.

¡Jamás!

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Qingheng-Jun se encontraba en el salón inmerso en sus pensamientos, cuando recibió la noticia por parte de su hermano. 

Su esposa había escrito su propio diario, escrituras selladas con un talismán de bloqueo que puedo romper solo con una gota de su sangre. Era como si su amada estuviera esperando que el leyera todo eso. 

Al principio su corazón se revolcó en calidez al leer las palabras cariñosas que escribió su esposa para él, pero todo cambio al voltear la segunda hoja y leer lo que había escrito en ella.

— ¿Qué? — sus ojos se abrieron con asombro y un torbellino de emociones. 

El contenido de la carta narraba una historia.

— ¡Padre! — Qingheng-Jun casi se desvanece.

Madam Lan confesaba que había sido víctima de la despiadada lujuria de su Gran Maestro.

— Lo ayudaré yo. — Qiren no tenía ni la menor idea de lo que estaba escrito en eso. 

Y tampoco tenía idea alguna de como el corazón de su hermano se estaba desmoronando en ese momento, pues escrito perfectamente narraba como el hombre que había sido un mentor y alguien especial para él,  había intentado abusar de su poder destruyendo a su esposa.

— Hermano. — muchos notaron la fuerza con la que el líder Lan apretaba las páginas. — Salgan de aquí. 

Ni siquiera hubo oportunidad de protestar, solo salieron en silencio. Los jades se rehusaban salir del salón y dejar solo a su padre junto a su tío, ellos también querían saber lo que estaba pasando. 

— Lan Zhan. — Wei Wuxian sostuvo del brazo de su esposo. — No, aún no. — pero seguía insistiendo. 

Todo relataba que ante inminente ataque, Madam Lan había luchado con valentía, defendiéndose a sí misma en una lucha desesperada por preservar su honor. Qingheng-Jun sentía una mezcla de ira, confusión y profundo dolor mientras procesaba las revelaciones de su esposa. Las lágrimas llenaron sus ojos, no solo por la brutalidad de lo que Madam Lan había tenido que soportar, sino también por el hecho de que ella había llevado este secreto en silencio durante tanto tiempo. 

— No. — sacudió su cabeza confundiendo a su hermano. — Esto no puede ser cierto. — no podía asimilarlo.

La imagen de su esposa como una mujer fuerte y reservada se expandía en su mente, teñida ahora con la verdad cruda de su pasado. Mientras absorbía las palabras escritas en la carta, Qingheng-Jun también comprendió el oscuro entramado de manipulación y encubrimiento que se había tejido alrededor de este incidente.

Las otras figuras poderosas en el clan Lan habían intentado culpar a Madam Lan para preservar su propia reputación y la del clan en su conjunto.

¿Ese era el tan famoso clan Lan que había estado liderando?

— A-Huan, no. — Jiang Wanyin logró sostenerlo antes de que intentara entrar a la habitación a la fuerza.

— Puedo sentir su dolor desde aquí. — sentía la desesperación de su padre. 

La ira ardía en el pecho de Qingheng-Jun mientras imaginaba las mentiras y la traición que habían tenido lugar en su propio clan. 

La injusticia de culpar a la víctima y proteger al agresor lo llenaba de indignación.

 No podía quedarse de brazos cruzados ante esta verdad revelada, ¿Cómo se habían atrevido a cubrir eso?

— Los que acusan falsamente merecen morir. — murmuró. 

— Qingheng-Jun. ¿De qué estás hablando? — la mesa fue tirada con fuerza a la pared.

Qingheng-Jun se levantó de su escritorio con determinación en sus ojos.

— ¡Lan Qing! 

—¡Abusaron de ella, Qiren! — gritó con todas sus fuerzas mirándolo con sus ojos llenos de lágrimas. — ¡Abusaron de mi esposa en la secta donde prometí protegerla! — sus piernas temblaban. 

Y todo regaño se quedó ahogado en la garganta de Lan Qiren. 

Rápidamente tomo de las hojas que estaban tiradas en el suelo por el impacto del viejo diario. 

— Ellos. — leyó todo. — ¿Có-cómo pudieron? — un sabor amargo se coló en su boca mientras escuchaba a su hermano caer de rodillas y sollozar en el suelo. 

En su mente solo pasaba el momento en el que encarcelaron a su cuñada en una cabaña alejada de todos, en la que le prohibieron ver a sus hijos y a su propio esposo. 

Y en la que vivía de las constantes amenazas y maltratos por parte de los ancianos del clan.

— Ella no murió por enfermedad. — susurró. 

— Se suicidó. —  estaba destrozado. —  Mi esposa se suicido, Qiren. —  lo miró furioso. — ¡La madre de mis hijos se suicido! 

¿Cómo es que nunca notaron que la puerta detrás de ellos ya estaba abierta?

— ¿A-ah? 

Lan Zhan estaba parado ahí.

— Wangji. —  la voz de su tío se quebró. 

Lo ignoró.

—  ¿Madre se suicido? — frunció su ceño mientras sostenía una orden que los anciano del clan le habían ordenado llevarle a su padre. —  Padre.

Pero solo podía observar el salón desordenado y a su padre desconsolado arrodillado entre un montón de hojas. 

— Wangji. — lo llamó. —  Xi-xichen. —  se percató del aroma de su primer hijo. 

— Abusaron de ella. —  Lan Zhan lo miró fijamente. — ¿A-abusaron de mi mamá?

Desde la puerta del salón todos observaban y escuchaban estupefactos. 

— Pa-padre. —  lo volvió a llamar. — ¿Abusaron de mi mamá?  

Lan Zhan hubiera deseado jamás ver a su padre asentir. 

Por un momento sintió todo su cuerpo descompensarse, y el papel en su mano ser apretado. 

Lo había escuchado todo. 

— ¿Escucharon eso? —  interrumpió Jin Zixuan, ignorando la escena de la sala. 

Pero un grito se escuchó.

— ¿Lo escucharon verdad? — todos se quedaron en silencio esperando a que se oyera de nuevo.

Aunque esta vez se escucharon golpes.

—  Wei Ying.  

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El otro capítulo también se pondrá medio intenso, advertidos están.

Jamás he vivido eso, pero
recuerden que si pasan por un momento difícil como este, no se queden callad@s.

Cuidense mucho y nos vemos en el siguiente capítulo.

Gracias por el apoyo.