07 - ¡Domen a la bestia!

2.2K 307 26
                                    


— ¡Ahhhhh!

Gritos.

— ¡No!

Golpes.

— ¡Nooo!

Dolor.

— ¡Para, para!

Jiang Yanli.

Mmn...

Tal vez no había sido tan buena idea caer tan... de la nada en la habitación de su hermana mientras ella estaba en plena meditación.

Pero era tarde.

Y...¡¿De qué carajos estaban hechas esas almohadas?!

¡Se sentían como sacos de piedras!

—¡¿Quienes son ustedes y que hicieron con mis hermanos?! — seguía golpeandolos con todas sus fuerzas. — ¡Hablen ahora! — tiro la almohada a un lado y tomo de su espada. — ¡Hablen ahora hijos de su gran muralla! — y siguió golpeandolos.

En realidad, Jiang Yanli no sabía cómo manejar su espada. Pero le había encontrado otra función, así que no importaba.

Después de todo, se trataba de que su niña interior viva orgullosa del mujeron que es. Sin necesidad de ridículos palos con metales, los cuales usaban con gritos molestos.

¡POR FAVOR, ESTAS COSAS NI PESADAS SON!

— ¡Somos nosotros! — grito Jiang Wanyin. — ¡A-jie!

— ¡Shijie, duele! — lloriqueo Wei Wuxian mientras recibía otro... ¿espadazo?

— ¡Mentira! — volvió a gritar. — ¡No son más que unas viles copias! — gruñó con todas sus fuerzas. — ¡Desearan no haber venido a interrumpir mi paz, ni la de mi familia!

Ante aquel gruñido, ambos se pusieron de rodillas casi al instante (rogando por sus vidas internamente mientras veían a su adorada Yanli acercarse peligrosamente desenvainando su espada...)

¡Ay, virgen santísima!

— ¡Me orine en la cama cuando tenía 6 años y culpe a Wei Wuxian para que madre me diera más dulces, pero luego tu me descubriste y me hiciste limpiar las sábanas y disculparme con él! — Jiang Wanyin dio el suspiro más grande de su vida. — Y-yo, jamás me disculpe. ¡¿Eso es suficiente?!

Un objeto choco contra el suelo.

Y la habitación quedo en silencio.

— ¿A-Cheng?

Ni corta, ni perezosa se acercó rápidamente a su hermano y palmeo delicadamente de su rostro para ver si había algún rasguño.

En cambio, Wei Wuxian...

— T-tu... — su ceño se frunció tratando de captar la información revelada. — ¡Tú lo hiciste! — se lanzó encima de Jiang Wanyin. — ¡¿Acaso tienes idea de por cuanto tiempo desee esos dulces?!

— ¡Era tu dignidad o la mía! — especto tratando de sacarlo de su encima. — ¡Y tu ya la habías perdido!

— ¡Jiang Wanyin!












































































— ¡Repitan de nuevo!

Después de unos cuantos almohadazos más...

— Los hermanitos no se pelean.

Un viaje en el tiempo © MDZSWhere stories live. Discover now