12 - Rezemos, dijo el ateo.

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[Subiendo este capítulo porque hoy hago mi horario de U y quien sabe que tan culero me salga, así que dejo esto por si entro en pánico y me bloquee.]

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Las estructuras perfectamente colocadas con diseños floreados e incluso algunas cuantas flores creciendo junto a ellos.

Era hermoso.

— No recordaba lo hermoso que se veían los recesos de la nube antes del incendio. — comentó melancólico Wei Wuxian. — Hiciste un gran trabajo reconstruyendo todo, Xichen-ge.

— Gracias, Wuxian. — sonrió ignorando el hecho de que le costaron lágrimas, sangre y sudor poder intentar restaurar todo. — Ahora que estamos aquí me aseguraré de anotar cada detalle para nuestro hogar.

Estaban bien.

Ya todo había pasado.

El pasado solo era una pequeña parte de su vida, ya casi eliminada de sus mentes con los buenos recuerdos que tenían en su ahora.

— No es por querer romper ambiente ni nada, pero... — el líder Jin trago fuertemente. — ¿Jiang Fengmian ya habrá llegado? — todos voltearon a mirarlo fijamente. — ¿Qué?, solo preguntaba.

Si, tenía miedo.

¿Y qué?

Era a él a quien le iban a patear el trasero una vez acaben con su mini yo, ¡tenía una mascota a la cual mimar, un hijo y una esposa que debía proteger, un clan qué dirigir y unos viejos a los cuales tenía que mantener con vida...

Bueno, los viejos no importaban.

— No escucho nada. — Hanguang-Jun lucia calmado. — No creo que el líder Jiang allá llegado...

"¡¿Lo tocaste no es así?!"

"No, claro que no."

"¡Entonces, ¿Cuáles son tus intensiones con mi pequeño loto?! — un grito brutal. — Te atreviste a proponerle matrimonio. — se escucho feroz. — ¡No me mientas, Lan Xichen!"

El suelo tembló.

"No le miento, líder Jiang. — intento hablar un poco más fuerte. — Lo juro."

"¡No me grites!"

"Pero ni siquiera le estoy gritando."

"¡Y todavía contestón!"

— ¿Decías? — volteo Jiang Wanyin. — ¿A dónde mierda fueron?

Solo quedaba Wei Wuxian, quien señaló encima de él.

Los dos jades y el Jin estaban encima del techo de un dormitorio temblando mientras trataban de esconder sus caras con las mangas de sus túnicas lo más que podían.

— ¿Qué jodido? — la cara de Wanyin se contrajo. — ¿Son unos malditos gatos o qué?

Todos se miraron entre sí.

— ¿Miau?

Estaban perdidos.





























































Un viaje en el tiempo © MDZSWhere stories live. Discover now