Un viaje en el tiempo © MDZS

10 - "..."

— Me estas diciendo, que él. — Qingheng-Jun señaló a Hanguang-Jun mientras miraba fijamente a quien decia ser Lan Huan.

Aunque Lan Wangji solo estaba acariciando el cabello de Wei Wuxian (por no decir que estaba tratando de obtener su aroma pegándose más a él.) en una esquina de la habitación ignorando la presencia de los demás y dejandole el trabajo a su hermano mayor. 

—... — ladeo un poco su cabeza parpadeando rápidamente mirando esa escena. — ¿es mi hijo, Wangji pero del futuro?

— Así es, padre.

Qingheng-Jun y Lan Xichen se miraron entre ellos antes de estallar en risas dejando a todos los demás confundidos.

— ¿Qué es tan gracioso? — Jiang Wanyin no estaba para juegos.

— L-lo siento, lo sentimos... — el líder Lan trato de aguantar la risa. —... Futuro líder Jiang pero... — no podía ocultarlo. — ¿me esta diciendo que él es Wangji?

Todos volvieron a mirar a Hanguang-Jun junto a Wei Wuxian en la esquina de la habitación.

— Abrázame, Lan Zhan.

— Te estoy abrazando.

— ¡Abrazame más fuerte!

— Te estoy abrazando fuerte.

Mmn.

Un Hanguang-Jun sonriendo y mimando a su pareja.

— Bu-bueno, tiene un punto. — un gruñido se escucho. — Pero es la verdad.

— No es por nada y tampoco lo acusamos de mentiroso futuro líder Jiang...— Lan Xichen por fin decidió parar de reírse. — Pero, digamos que Wangji... — alargó un poco. — Es el menos indicado para expresarse.

— ¡Pero es la verdad! — los volvió a señalar. — ¡SE CASARON  Y TIENEN 2 HIJOS! Es más, ¡tiene un ejército de conejos de los cuales tenemos que vigilar para que no invadan los recesos de la nube!

Sí, sonaba ridículo. Era consciente de eso.

¡Pero sospechaba de que esas pequeñas ratas blancas habían  intentado raptarlo una noche!

— ¿Ejército de conejos? — repitió Lan Zhan, ido.

— Hermano Xichen, no es por nada pero... — Nie Huaisang empezó a abanicar a segundo maestro Lan. — Siento que en cualquier momento se nos irá al otro lado.

Para esto Wei Ying estaba hecho bolita en otra esquina mirando con temor a esa pareja de extraños qué decían ser él del futuro.

Jiang Cheng a su costado con la frente pegada en la pared murmurando cosas que nadie entendía.

Y Lan Qiren ya había sido trasladado a la sala médica.

— Por eso es que no es creíble. — repitió Qingheng-Jun. — Mi hijo no puede ser capaz de eso. ¡Incluso no dejaba que su madre besara de sus mejillas porque se ponía a llorar por su timidez! Además, conozco a mi niño. — si era consciente de que ya tenía 16, ¡Pero era su niño! — No le gusta el contacto físico. — aclaró. — Y ese maestro parece disfrutarlo mucho.

— Padre tiene razón. — siguió Lan Xichen. — A Wangji no le gusta el contacto físico.

— Así es. — asintió. — Lo hubiera creído si me hubieras dicho que Xichen fue el primero en casarse y tener hijos.

— Exact-, esperen. — se detuvo mirando espectante a su padre. — ¿Qué?

— No es personal, Xichen. — palmeó su espalda. — Pero desde pequeño nos contabas como ibas a conseguir al amor de tu vida y casarte con él. Al principio creí que era solo los sueños de un niño pequeño. — confesó. — Por eso me sorprendí un poco cuando gritaste que querías casarte con el joven maestro de la secta Jiang.