Capítulo 20

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Conforme iban pasando los meses, Hunter entendió la insistencia de Narkissa para que fueran a la casa familiar. Elliot realmente se sentía agotado, cada vez necesitaba más sangre para pasar el día y había empezado a perder peso de nuevo, dándole una apariencia muy parecida a la que tenía cuando estaba enfermo. Verlo de esa forma lo ponía muy nervioso, no sabía realmente qué hacer para solucionarlo, debido a que ya había pedido a un druida que pusiera algunos de los sellos mágicos que tenía su casa, y aun así no había notado la mejora.

Otra de las posibles soluciones que había pensado el vampiro, había sido ir a pasar una temporada a casa de Walter, ya que no tenían los mismos sellos que los Romanov, pero se semejaban mucho. Sin embargo, nada más la idea pasó por su cabeza, la descartó. No solo tendría que exponer a Elliot, sino que no confiaba en que la residencia en la mansión Carter, fuera algo pacífico y sano para Elliot.

Así que con cinco meses y medio de embarazo, el castaño realmente estaba sopesando el viaje a la residencia Romanov. Así, el final de la gestación sería más plácida para su pareja. Lo único que le pasaba era que no sabía como comentárselo a Elliot, sin que le diera un ataque de ira o de tristeza, ya que debido al embarazo los cambios de humor de este eran realmente terroríficos. Había pedido ayuda a Darcan, pero este se había negado a ser el objetivo de un vampiro furioso y embarazado, dejando toda la responsabilidad al vampiro mayor.

Hunter entró en la habitación donde Elliot se alimentaba, encontrándose dejando seco al segundo cuerpo del día, el vampiro se sentó enfrente de él mientras mordía su labio nervioso. Sabía que el mejor momento para proponérselo era después de que se hubiera alimentado, así su humor sería el mejor y quizás no pusiera muchas pegas. El castaño esperó que este acabara de beber, quedándose mirándolo con una sonrisa suave. Elliot comenzó a sospechar que algo iba a pasar, algo que no iba a ser mucho de su agrado. Sobre todo por la tensión de los hombros de Hunter y el pequeño tic de sus dedos.

- Creo que deberíamos ir ya a casa de mi padre.- Dijo de golpe, Elliot lo miró con el ceño fruncido mientras acariciaba la barriga.

- No.- Dijo simplemente, se levantó con un poco de dificultad. Hunter se levantó rápidamente ayudándole a ponerse de pie.- Estoy bien aquí, aún quedan tres meses y medio para el parto.- Dijo soltándose del agarre de Hunter, este suspiró impidiendo que saliera de la habitación.

- Mírate Elliot, el embarazo te está consumiendo.- Dijo preocupado Hunter, mirándolo de nuevo, sus clavículas volvían a notarse al igual que sus pómulos. Sus brazos habían reducido su anchura a la mitad, junto a las piernas. Lo único que había aumentado era la barriga.- No podemos seguir aquí, no tengo claro que estés bien para ir a los nueve meses.- Dijo con pena, Elliot lo miró antes de suspirar negando con suavidad mientras apartaba la mirada.

Elliot no podía mentir, él también había notado eso, verse en el espejo le había trasladado a esos años lleno de quimioterapia. Elliot lo miró triste antes de asentir con suavidad mientras abrazaba a su pareja, el castaño le devolvió el abrazo y dejó un beso en la cabeza de este.

- Podemos ir.- Susurró sin apartarse del agarre de Hunter.- A mí también me dio miedo mi reflejo.- Susurró cerrando los ojos, el castaño dejó un beso en la cabeza de este y acarició su mejilla con cariño.

- Se lo comentaré a Darcan.- Elliot sonrió feliz antes de asentir y besar los labios de este. Hunter se arrodilló quedando delante de la barriga y sonrió antes de besarla con cariño.- Lo único que serás mujer en tu pasaporte, será más fácil explicar tu barriga.- Susurró Hunter con una sonrisa culpable, Elliot lo miró indignado antes de golpear su hombro y salir de allí riéndose.

Hunter se levantó y salió para ir a buscar al lobo, tenía la ligera sospecha que este no iría con ellos, quedaban muchos meses aún para que Elliot tuviera al bebe, y el lobo no podía dejar a su manada tanto tiempo sola. El vampiro lo encontró en el establo, así que se sentó en un montón de paja y esperó a que el lobo acabara de alimentar a los caballos.

- No voy a decírselo, es tu novio y tu hijo, enfréntate a él.- Hunter se rio cruzando sus piernas mientras lo miraba divertido.

- Ya se lo he dicho, nos vamos en unos días.- Dijo Hunter ligeramente tenso.- No tengo claro que sobreviva al embarazo si se queda aquí.- Dijo con pena antes de negar frotando su cara con pesadez.- Tampoco tengo claro que sobrevivamos en casa de mi padre, pero allí por lo menos no sufrirá físicamente.- Dijo mirando con una sonrisa triste. Darcan se acercó y apoyó su mano en el hombro de este para darle ánimos.- La invitación sigue en pie, sé que son muchos más meses de los que había comentado, pero estaría más tranquilo si estuvieras con Elliot para protegerlo.- Dijo consiguiendo que el lobo lo mirara sorprendido. Este carraspeó incómodo apartando la mirada del vampiro antes de rascarse la nuca.

- Sé que no debería decirte esto, pero...- Darcan respiró hondo negando con suavidad y sacando una seguridad muy falsa.- Creo que siento cosas por tu novio, nunca me metería en vuestra relación, pero Elliot es tan increíble.- Dijo viendo la mueca sorprendida del vampiro.- Y sé que me podrías matar por esto, pero quiero que entiendas el motivo real de por qué proteger así a tu novio.- Dijo consiguiendo que Hunter no saliera de su sorpresa, al principio había pensado en esa posibilidad, sobre todo después de encontrarse al rubio y al lobo en algunas situaciones muy íntimas, pero jamás se imaginó tener la verdad de boca del lobo.

- No te voy a mentir, ahora mismo quiero matarte.- Dijo Hunter antes de negar con suavidad.- Pero te entiendo, Elliot llegó a mí siendo un humano enfermo y desdichado, me negué a convertirlo, nunca lo había hecho y no empezaría por él.- Dijo en silencio antes de negar con suavidad.- Pero como has dicho, Elliot es increíble y consiguió convencerme.- Dijo con una sonrisa nostálgica.- Así que no te preocupes, por mi parte no habrá ninguna acción contra ti o tu manada, tampoco impediré nada si Elliot te acabara escogiendo, porque de cierta forma siento que lo obligue a estar conmigo, fui su primera vez en muchas cosas, lo alimente en su transformación y le enseñe a ser vampiro, quizás no es amor real lo que Elliot profesa por mí y es solo comodidad.- Dijo Hunter de forma triste antes de negar con suavidad y asentir en su dirección.- Nos vamos en dos o tres días, confírmame si vienes lo antes posible.- Dijo antes de darse la vuelta y volver a la casa.

El vampiro realmente se sentía contrariado, saber que Elliot tenía a muchos más pretendientes le había sorprendido. Se había acostumbrado a ser el único para él, tanto que había obviado que Elliot seguía siendo atractivo y que cualquiera que pasara un tiempo con él vería lo increíble que es. Hunter entró a la casa y fue directamente a la habitación, allí Elliot estaba durmiendo abrazado a su almohada, Hunter se sentó a su lado sonriendo con pena antes de acariciar la mejilla de este y luego bajar las caricias a la barriga de este.

- Nunca te encadenaré a mí.- Susurró con una sonrisa triste.- Ni tú ni tu mamá seréis mis prisioneros como yo lo fui de mi padre.- Susurró Hunter contra la barriga antes de dejar un beso en ella.

- ¿Hunter?- Preguntó soñoliento Elliot mientras bostezaba.- ¿Decías algo?- Preguntó mientras tiraba de él para que se tumbara junto a él. El castaño, simplemente, lo abrazó con fuerza, dejando un beso en la cabeza del rubio.

- Solo hablaba con nuestro hijo.- Susurró escuchando la risa de Elliot antes de que este volviera a dormirse, Hunter se quedó a su lado.

Quería disfrutar de esos momentos de tranquilidad, sabía que en su casa sería difícil. Viniera o no Darcan, esa casa se iba a convertir en un campo de batalla, uno en él que Drystan tendría ventaja, pero que él no se quedaría atrás. Mataría a quien fuera para mantener feliz a Elliot. La pantalla de su teléfono se encendió con la llegada de un mensaje, así que se estiró y lo agarró leyendo el mensaje de su hermano Sacsha. Este le pedía que cuando pensara volver a casa lo avisara, así volvería con ellos. Hunter sonrió contestándole y quedando más tranquilo, tener aliados en la mansión de los horrores era la mejor opción para él y su pareja e hijo.

Bring BackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora