Capítulo 26

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El viaje en avión con los dos niños había sido difícil, no solo por todas las horas que habían sido y lo nerviosos que estos se habían puesto. Si no porque, obviamente, no podían alimentar a sus hijos a simple vista, por lo tanto, debían hacer viajes al baño para darles de comer y simular que les cambiaban el pañal o la ropa. Pero al final había llegado bien a casa. Darcan esa noche, muy a su pesar, se fue a casa de la manada, dejando a la pareja sola con los niños.

Siendo esa una de las peores noches que había pasado con los niños, no sabían si era debido al cambio de ambiente o los nuevos aromas, pero los niños estuvieron toda la noche nerviosos. La mañana siguiente, a la horrible noche, la pareja se sorprendió al ver a casi toda la manada de Darcan en su puerta, pero eso les hizo sentirse queridos y apreciados por esta. Así que presentaron a los dos pequeños, que cuando fueran un poco más grandes serían miembros activos de la manada.

Para sorpresa de los vampiros, los lobos no se mostraron hostiles ni nada por el estilo, sino que después de eso celebraron una comida todos juntos en la casa de la manada. Demostrándole a los vampiros que eran más que bienvenidos a la manada. Estar con los lobos hizo que Hunter estuviera realmente tranquilo, había tenido un poco de incertidumbre con esta, ya que Darcan quisiera y aceptara estar con ellos, no equivalía que la manada lo hiciera.

Y nadie de la manada comentó o hizo desprecio a los pequeños gestos o palabras que delataban a la pareja y al Alpha, de cómo esa relación de cordialidad había pasado a un nivel más íntimo. No preguntaron nada, no queriendo incomodar a estos, sabía que cuando estuvieran preparados los tres les dirían lo que hiciera falta. Por ese mismo motivo, cuando Darcan anunció que se iría a casa de los vampiros a dormir, no se extrañaron ni un ápice.

La pareja y el lobo con los niños volvieron juntos a la casa de los vampiros, Darcan sentía que algo les esperaba y no quería dejarlos solos. Cuando llegaron a la puerta supieron que era eso que ponía tan nervioso al lobo, Walter estaba sentado en la escalera mientras tarareaba una canción. Al verlos se sorprendió levantándose y mirando curioso los bebés que estos llevaban.

- ¿Qué haces aquí Walter?- Preguntó Hunter cediendo el bebé a Darcan, el vampiro sonrió tenso mientras llevaba sus manos a la espalda.

- Solo quería veros, me he enterado de que habíais vuelto.- Dijo volviendo a mirar a los niños.- Lo que no sabía era que no veníais solos ¿Los habéis convertido?- Preguntó sorprendido, nunca había escuchado de la conversión de bebés tan pequeños.

- No, son nuestros.- Respondió Elliot mirándolo con odio y viendo como la mueca de Walter se ponía seria.- Si quieres hablar, mejor hagámoslo dentro, mis hijos deben dormir.- Dijo Elliot pasando por su lado con el lobo siguiéndolo.

Hunter y Walter se quedaron en la entrada mirándose, Carter aun sin entender muy bien cómo había pasado eso y Hunter totalmente orgulloso de sus hijos. Hunter entró siendo seguido por el otro y sentándose en el salón. Walter mordió su labio nervioso mientras cruzaba las piernas.

- ¿Cuándo ha pasado eso?- Preguntó señalando a la planta superior, Hunter sonrió acomodándose en el sillón mientras se mostraba orgulloso.

- Elliot ha estado embarazado ocho meses, y hemos esperado que los niños tuvieran un mes para volver a casa.- Dijo dejando aún más anonadado a Walter.

Estaba viendo que si tenía alguna esperanza de que Hunter volviera a su lado, se había esfumado con el nacimiento de esos niños. Los pasos y las voces de los otros dos se escucharon antes de que Elliot y Darcan se acercaran a Hunter, Elliot sentándose en el reposabrazos y Darcan en el mismo sofá que Walter, pero separado de él.

- ¿Eres algún tipo de hermafrodita?- Preguntó casi con asco Walter directamente a Elliot, este frunció su ceño sintiendo la mano de Hunter apoyarse en su espalda.

Bring BackWhere stories live. Discover now