Capítulo 27

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Después del tercer biberón de la noche y el alba amenazando con salir, la pareja pudo dormir más de tres horas seguidas. Esa noche los niños habían estado más tranquilos, pero con una gula más grande que otras noches. Y en esa última toma los niños habían caído profundamente dormidos. Así que los padres se habían dormido tal y como su cabeza había tocado la almohada, sin que les molestara que los rayos de sol comenzaban a entrar por la ventana. 

Un ruido seco sacó a Hunter de su estado de somnolencia, parpadeó confundido y miró el reloj, viendo que únicamente habían pasado tres horas desde que se había acostado. Un tenue olor a muerte lo hizo fruncir el ceño antes de que el llanto de uno de sus gemelos lo alertara. Hunter se levantó a la par que Elliot, estaba más desorientado que su pareja. Todo pareció pasar a cámara lenta, y antes de que alguno de los dos se pusiera en marcha, un grito de dolor sonó desde de la habitación de los niños. Hunter corrió hacia allí, quedándose helado en la puerta al ver a Walter en la ventana, con la boca y la barbilla llena de sangre mientras sonreía. Cuando este desapareció de la vista de ambos padres, se dieron cuenta de que únicamente sonaba un llanto en la habitación, su mirada fue a la cuna de Pherseus que lloraba moviéndose nervioso. El grito ahogado de Elliot le hizo mirarlo antes de notar como este perdía la fuerza y caía de rodillas viendo hacia la cuna de Javaid. Hunter temió levantar la vista, pero aun así lo hizo, encontrando la imagen más grotesca y horrible que jamás se pensó encontrar. Su pequeño niño estaba en la cuna, con una mordida en su delicado hombro y decapitado.

El castaño se acercó temblando de ira, mientras las primeras lágrimas de sangre caían por sus mejillas. Su bebé, su pequeño hijo, había sido asesinado en su propia casa, sin que él pudiera evitarlo. Se apoyó en la cuna comenzando a ver rojo, no sabía si de la ira o de la sangre de sus lágrimas, solo pudo cerrarle los ojos a este antes de taparlo totalmente. Hunter gritó lleno de dolor, haciendo que Pherseus se pusiera más nervioso y que Elliot se diera cuenta de que su pareja estaba perdiendo el control.

- Voy a matarle, a destrozarlo, a decapitar, a...- Elliot se acercó agarrando las mejillas del castaño para que lo mirara, este no estaba mucho mejor, pero estaba intentando ser la voz de la razón de ambos.

- No puedes.- Dijo con la voz temblorosa.- Es un suicidio Hunter, no puedes ir a que te maten.- Hunter se soltó de su agarre mientras le mostraba sus colmillos casi siseando lleno de odio.

- ¿¡Qué pretendes que me quede sin hacer nada!?- Preguntó fuera de sí.- ¡Ha matado a mi hijo!- Gritó lleno de rabia, Hunter vio como Elliot apretaba sus labios reteniendo los sollozos.

- ¡También era mi hijo Hunter!- Gritó este provocando que Hunter se calmara un poco.- Pero es una insensatez que vaya ¿No lo ves? Diez contra uno, no hay color.- Dijo Elliot empujándolo con suavidad, dejándolo sentado en la mecedora.- Tienes que tranquilizarte, planearemos algo, tu familia viene de camino, en cuanto lo sepan se volverán locos y nos ayudaran.- Intentó razonar viendo como Hunter se quedaba quieto temblando por el llanto.- Ahora debemos quedarnos con nuestro hijo, Pherseus no merece perder también a su padre, ya ha perdido a su hermano.- Dijo acariciando la cabeza de este, respiró hondo mientras temblaba aún.- Necesito que te quedes aquí con Pherseus, voy a avisar a Darcan.- Dijo separándose para ir a recoger su teléfono.

- ¿Por qué parece que no te afecta?- Preguntó Hunter con odio en la voz, Elliot se detuvo en el marco de la puerta mirando al pasillo sorprendido.- ¿No te duele la muerte de tu hijo?- Elliot se giró y le lanzó lo primero que encontró, que para mala suerte de Hunter fue un bote de plástico dónde guardaba la colonia de los niños, dando en la cabeza al vampiro.

- ¿¡Eres gilipollas!?- Preguntó Elliot fuera de sí.- ¡Claro que me duele! ¿¡Pero si no soy yo la voz de la razón quien lo va a ser!?- Preguntó histérico, Hunter bajó la cabeza avergonzado, el llanto de Pherseus se hizo más fuertes por los gritos de su padre.- Entiendo que estás dolido por lo que ha pasado, pero ni se te ocurra culparme a mí.- Le avisó antes de ir a su habitación escuchando una disculpa de Hunter. Negó con suavidad mandando primero un mensaje a Sacsha, pidiéndole que mañana llegará a su casa, que era urgente. Pero no le comentó nada.

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