La siguiente mañana fue rara, no solo el ambiente lúgubre no se había movido ni un ápice, sino que esa noche ni siquiera Pherseus se había levantado llorando. Era como si hasta el niño entendiera lo que había pasado. Ninguno de los dos vampiros se movió de la cama ni del pecho del lobo hasta que el timbre sonó. Darcan les advirtió que eran los Romanov, así que los tres bajaron con Pherseus en brazo, daba igual la imagen que reflejaran, no era una cosa suave lo que había pasado y no pensaban fingir que todo estaba bien, cuando se estaban muriendo por dentro. Hunter al abrir la puerta miró con seriedad a sus padres y sus cinco hermanos, ya que al parecer Sacsha había llegado a la par que estos. Los dejó pasar mientras vigilaba que no hubiera nadie más fuera.
- ¿Por qué nos habéis llamado? Pensé que nos odiabais.- Dijo divertido Drystan, pero esta se fue al ver la mueca triste en la cara de los otros tres. Dándose cuenta de que en el salón únicamente había un niño.- ¿Qué ha pasado?- Preguntó poniéndose serio, Elliot comenzó a llorar, siendo consolado por el lobo inmediatamente, mientras Hunter se mantuvo firme, aunque su labio temblaba.
- Walter Carter ha matado a Javaid.- Dijo antes de ver como Irina se sentaba impactada ante la noticia, Sacsha y Gala se acercaron a Elliot y al lobo para consolarlos, mientras que los demás Romanov se mostraban serios.- Está arriba.- Susurró sentándose y tapándose la cara intentando relajarse un poco. Algunos gritos y golpes se escucharon arriba, pero los del salón no se movieron.
Los Romanov bajaron muy serios, incluso se podría decir qué coléricos, y eso se demostró cuando Drystan se detuvo delante de ellos mirando al niño que dormía. Se arrodilló delante de la pareja, mirándolos con tanta seriedad que Hunter tragó saliva ligeramente nervioso.
- ¿Sabéis dónde vive?- Hunter asintió antes de ver como Drystan se volvía a levantar mirando a la familia con seriedad.- Tenéis media hora para conseguir algún arma, si queréis, después iremos a por ese clan. Nadie mata a Romanov y sale ileso.- Dijo antes de salir de casa, la pareja vio como casi todos salían de esta, dejando a la pareja, a Gala y al lobo solos en casa.
- Darcan, vete a casa de la manada con Pherseus, protegerlo hasta que volvamos.- Dijo Hunter mirando con seriedad a este, el lobo negó mirándolo enfadado.
- No pienso quedarme al margen.- Hunter se acercó y acunó las mejillas de este para que se miraran a la cara, el lobo vaciló al ver el miedo impregnado en la mirada del vampiro.
- Tienes que proteger a Pherseus, no te estás quedándote al margen, te necesitamos en otro sitio.- Susurró Hunter cerca del llanto.- No quiero perderos.- Susurró apoyando su frente en la del lobo, este suspiro abrazando a Hunter antes de girarse a mirar a Elliot que mecía a Pherseus.
- Estoy de acuerdo con él, además, Walter es mucho más fuerte que tú, no quiero que te pase nada.- Dijo Elliot antes de acercarse y besar los labios del lobo. Gala carraspeó levantándose y saliendo de allí, confundida por lo que había visto. Hunter se rio suavemente antes de negar con suavidad y besar él al lobo, quedándose más tranquilo.
Darcan cargó al niño antes de irse, llevándose consigo también unas cuantas bolsas de sangre. Cuando el niño estuvo lejos, la pareja se miró totalmente acojonada, ellos no tenían la certeza de ganar a Walter, es cierto que la familia Romanov era fuerte, pero ello no quería decir que tuvieran la guerra ganada. Otro carraspeo de Gala, cuando volvía a entrar, hizo que la pareja la miraran, ella frunció el ceño al no ver al lobo, pero simplemente suspiró acercándose a su hermano y cuñado.
- Estoy embarazada.- Hunter se levantó sorprendido antes de acercarse y abrazar con fuerza a su hermana, está ocultó la cara en su cuello mientras se sentía bien poder decírselo alguien.- No se lo digáis a Padre.- Susurró asustada, Hunter negó con suavidad sonriendo de forma comprensiva.- Es de los Leónidas, pero no quiero que me prohíban luchar o me quiten a mi hijo.- Hunter acarició la mejilla de esta antes de dejar un beso en su frente.
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Bring Back
वैंपायरCuando Elliot recibió la noticias que su cáncer había vuelto para quedarse, solo pensó en una cosa: Quiero vivir. Lo que no se espera es todo aquello que su nueva vida y su nueva condición le traerá.
