Capítulo 24

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Los padres y el lobo se habían vuelto a encerrar en la habitación, Hunter se había negado a que su familia conociera a sus hijos. El lobo se había quedado con ellos y había hecho de recadero entre la familia Romanov y sus amigos, sin él los vampiros habrían muerto de hambre. Darcan estaba sentado en el balcón de la habitación junto a Pherseus, mientras el lobo disfrutaba del sol, el niño dormía bebiendo su biberón. Elliot salió también al balcón y se sentó en la pierna del lobo mirando embelesado a su hijo, este sonrió mientras dejaba el biberón a un lado y dejó a Elliot acomodarse mejor en su regazo.

- ¿Cómo estás?- Preguntó el lobo en un susurro sin querer molestar al bebé. Elliot resopló antes apoyar su cabeza en el hombro y cerrar los ojos, estaba cansado, apenas podía dormir durante las noches por el llanto de los gemelos.

- Cansado, Hunter está aprovechando para dormir un poco, después lo haré yo.- Murmuró divertido, acomodándose mejor. Darcan se rio con suavidad rodeando la cintura de este y notando como Elliot se quedaba dormido encima de él.

- Duerme anda, yo cuido de vuestros hijos.- Susurró levantándose mientras hacía un poco de malabares para que ninguno de los dos se le cayera.

Primero dejó a Pherseus en su cuna, antes de acercarse a la cama y acomodar a Elliot al lado de Hunter tapándolos. El lobo suspiró antes de salir de la habitación y cerrar con la llave que Hunter le había dado. Aunque tendría una oreja en los bebés, debía ir a por la comida de los otros cuatro y la suya. Al llegar a la cocina les sonrió a las mujeres del servicio y estas le dieron una bandeja y una bolsa, en la bolsa había bolsas de sangre para todo el día y en la bandeja estaba llena de comida para él. Un carraspeo a su espalda hizo que se girara tenso, pero al ver la sonrisa amable de Gala se relajó y la saludó.

- Déjame ayudarte.- Dijo aceptando otra bandeja por parte del servicio, los dos subieron a la habitación sin hablar, ni el lobo sabía que decirle, ni Gala quiso comenzar una conversación incómoda. Al llegar a la habitación, Darcan abrió la puerta y miró inseguro adentro.

- No creo que Hunter se enfade porque tú entres.- Dijo el lobo manteniendo la puerta abierta.- Y si lo hace yo me hago cargo.- Sonrió triste dejando que Gala entrará, esta dejó la bandeja en la mesa antes de acercarse a dónde estaban sus sobrinos de forma lenta. Darcan cerró la puerta y dejó su bandeja y la bolsa en la mesa antes de acercarse dónde está estaba mirando fascinada a los bebés.- El rubio es Javaid, y el castaño es Pherseus.- Dijo este abrazando los hombros de la chica, esta se rio emocionada llevando su dedo a la mano de Javaid y viendo como este le agarraba el dedo con fuerza.

- Son preciosos.- Susurró la vampira acomodándose en el hombro del lobo, este asintió con una sonrisa tonta en la cara.- ¿Sabes cuando los presentará Misha?- Preguntó está interesada en conseguir liberarse del agarre de su sobrino, Darcan encogió los hombros mirando a la pareja que dormía profundamente.

- Cuándo se sientan preparados.- Dijo sin más antes de darle un suave apretón en el hombro de esta.- Será mejor que salgas.- Esta asintió antes de darle una última mirada a sus sobrinos e irse de la habitación, Darcan se aseguró de cerrar bien y picoteó algo de comida.

Cuando el lobo se aseguró de que los dos niños estuvieran durmiendo, aprovechó que Elliot y Hunter dormían abrazados, dejando media cama vacía, para descansar él también un poco. Se tumbó al lado de la pareja y no tardó mucho en sentir la mano de Hunter apoyarse en su brazo, mientras que la de Elliot se apoyaba en su mano. Con esa sensación de tranquilidad y con su oído puesto en los niños, cerró los ojos un rato.

El llanto de uno de los niños y el movimiento en la cama hizo que el lobo se levantara asustado, se giró viendo a Hunter en su misma posición, ambos se miraron antes de reírse. El castaño bostezó mientras se acercaba a las bolsas de sangre y llenaba los biberones. Darcan, por otro lado, se acercó a intentar calmarlos un poco, dándose cuenta de que habían dormido cinco horas seguidas. Hunter le dio el biberón bostezando de nuevo antes de cargar a Javaid.

- Ves a dormir si quieres, yo me encargo.- Dijo el lobo mientras cargaba a Pherseus y le daba el biberón. Hunter se rio negando y saliendo al balcón, siendo seguido por Darcan. Ambos se sentaron en las sillas de ahí mientras disfrutaban de la paz que había ahí.- Ha venido tu hermana Gala, la he dejado ver a los niños.- Dijo Darcan consiguiendo que Hunter lo mirara con el ceño fruncido.

- ¿Solo ella?- El lobo asintió mirando al bosque que tenía enfrente, comenzaba a echar en falta a su manada.

- Si, me ha ayudado con las bandejas de comida.- Dijo sin más, Hunter asintió de acuerdo con eso, la presencia de Gala era la que menos miedo le daba.

Lo que no estaban dispuestos es a mostrar a sus dos pequeños de una semana a su padre, este usaría todo lo que estuviera a su abasto para conseguir lo que quería. El lobo miró a Hunter que parecía tan perdido en sus pensamientos que decidió entrar para dejar a Pherseus en la cuna y volver a por Javaid, que aunque estaba despierto ya se había acabado el biberón. El lobo se sentó y meció al niño riendo con suavidad al ver notar como Hunter aún mecía sus brazos como si tuviera al bebe encima.

- Hunter.- Susurró Darcan sacando a este de su trance, su mirada bajó a sus brazos antes de que localizara a Javaid en los brazos del lobo.- ¿Estás bien?- Preguntó curioso al verlo tan ido, Hunter suspiró levantándose y sentándose en el reposabrazos de la silla del lobo. Este lo miró esperando que este tuviera el valor de contarle lo que rondaba su cabeza.

- Sí, sólo estoy preocupado de lo que le puedan pasar a mis hijos.- Susurró acariciando la palma de Javaid. El lobo apoyó su mano en la pierna del vampiro antes de mirarlo fijamente a los ojos.

- Mientras yo esté aquí, no les pasara nada.- Hunter sonrió asintiendo y sintiéndose mucho más calmado al poder contar con el lobo.

- Os podríais besar.- Dijo la voz de Elliot desde la espalda de ambos, esto los miraron confundidos antes de reírse con suavidad.

- No voy a besarme con él para cumplir tu fantasía.- Dijo Dracan levantándose de la silla y llevando al niño dormido a la cuna con su hermano.

Cuando volvió al balcón se encontró a los dos vampiros sentados en los reposabrazos de la silla que antes él ocupaba. Se acercó a la silla vacía, pero el chistar de la lengua de Elliot lo detuvo, este le señaló la silla en la que ellos estaban y el lobo se sentó resoplando entre los vampiros. El rubio se dejó caer en su regazo mientras lo miraba divertido.

- ¿Cómo no vas a cumplir las fantasías de Elliot?- Preguntó Hunter apoyando su mano en el cuello del lobo, este tragó nervioso analizando la situación, buscando cualquier indicio que le dijera si estaban de broma, sin encontrar nada.

- Yo quiero sacar algo a cambio.- Susurró el lobo mirando a Elliot que asintió feliz, y dispuesto a darle al lobo todo lo que quisiera. Este miró sorprendido al rubio antes de dirigir la mirada a la pareja de este. Hunter encogió los hombros mientras acariciaba el cuello del lobo.

Antes de que el lobo pudiera replantearse cualquier cosa se acercó y besó los labios de este, Darcan gruñó rodeando la cintura de Hunter y tirando de él para que quedara sentado en su regazo también. El lobo siguió el beso, sintiéndose realmente cómodo en esa situación, incluso sintiendo las manos de Elliot acariciarle el pecho y la mirada penetrante de este en él. Se separó mirando sorprendido a Hunter que sonreía lamiendo sus colmillos.

- Tienes suerte que vuestra sangre sepa mal, porque quiero morderte.- Susurró Hunter mirando a Elliot que no solo estaba lamiendo sus labios, sino que su mirada era casi animal.

- No todos los lobos tenemos la misma sangre.- Susurró Darcan apartando la camiseta a la altura de su hombro.- Yo vengo de una familia muy antigua y mestiza, también tengo un poco de sangre humana.- Dijo notando la sorpresa de Hunter, este se acercó y olió intentando captar el aroma desagradable que siempre había notado en los lobos, pero no lo encontró.

Hunter clavó sus colmillos escuchando el gruñido de Darcan, pero este fue distraído por Elliot que acunó sus mejillas antes de besarle. El castaño bebió de la sangre de lobo un poco, quedando fascinado con el buen sabor que esta tenía. Se separó jadeando y lamiendo cualquier rastro que pudiera quedar en su boca, viendo divertido lo rápido que sanaba la mordida en el lobo. Elliot se separó para acercarse a Hunter y lamer la sangre del lobo antes de besarle, notando ambos lo que la mordida y todo ese espectáculo había provocado en el lobo. Darcan jadeó mordiéndose su labio al notar su polla palpitar demandando atención, pero el lobo simplemente se levantó y fue al baño de la habitación para despejarse. Eso había sido extrañamente caliente y reconfortante, pero no estaba preparado para experimentar más allá, por ahora.

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