24: viaje al infierno

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Narrado por Ann (especial):

Sus labios estaban sobre los míos, su brazo rodeaba mi cintura y yo estaba allí, intentando que mi cerebro le mandara una orden de 'patea su trasero' a mi cuerpo.

Joder, allí estaba el beso con el que tanto tiempo había fantaseado y yo no estaba siguiéndolo.

Tal vez era culpa de mi enfado, pero que me callara con un beso y no me dejara expresarme me estaba mas que cabreado.

Mis manos se apoyaron con una increíble fuerza de voluntad en su pecho y lo apartaron.

Casi en el momento mi rodilla subió mientras el juntaba las suyas, manteniendo mi pierna prisionera entre estas.

-¿Este es el momento?- preguntó burlón..

¡Oh dios, esa sonrisa!

'¡Maten la concentración,  Ann!'

-El momento donde te castro, si- su brazo dejo de rodear mi cintura y sostuvo mis muñecas, estaba pegada a su jodido cuerpo y no podía hacer nada.- Suéltame.

-¿Quien me lo dice? ¿Tu?- sostuvo mis muñecas sobre su pecho para tenerme aun mas cerca, soplo un mechón de mi cabello y me miro atento-¿Puedo hacer algo para que te calmes? ¿Helado? ¿Chocolate? ¿Libros?.

'Vale, esto es chantaje y del bueno'

-Quiero que me sueltes- apreté mis dientes mientras soltaba las palabras.

¿Como una persona de labios tan tentadores podía ser tan idiota?

-No lo haré hasta que me escuches. No me importa si debo amarrarte a una silla Leah Evans- esta vez sonreí burlona, el quería jugar... ¿no?

-¿Me besas una sola vez y ya sueñas con amarrarme? ¡Vaya que a ti no te gusta perder el tiempo!.

-Hablo la chica que le mostró las bragas a media secundaria en su primer día de clases- Vale, eso había dolido.

Pero, ¡vamos! Que al menos era buena eligiendo bragas.

-Y tu estuviste encantado de verlas, ¿me equivoco?- moví con brusquedad mis brazos y el solo subió la fuerza ejercida en mis muñecas.

¿Que le ocurría a este chico?

-¿Por qué eres tan idiota?.

-¿Por qué eres tan terca?.

-Egocéntrico.

-Malcriada.

-Mujeriego.

-Vengativa.

-Infiel- me estaba enfadando.

-Aniñada.

Había superado mi paciencia, hice un movimiento brusco con mi pierna cuando paso algo que no quería.

Mi pie golpeo su lección.

-¡Mierda!- me soltó casi en el momento y se apoyo del mueble mas cercano que había encontrado y yo me sentía mas que culpable- Mierda, gran mierda- murmuro mientras saltaba en un solo pie hasta llegar a un sofá y sentarse.

-Dios, enserio no fue intencionado Ethan- me senté a su lado y lo ayude a levantar la pierna- Lo siento.

-Leah Evans...¿disculpándose por algo?- la puerta de la sala se abrió y entro la pareja de oro con un sobre en mano, no me gustaba la sonrisa que llevaban- ¿Que han tramado?.

Two worlds collideWhere stories live. Discover now