2°T- Mamá...

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Narrado por Ann:

Cuando papá me llamo ese día supe que algo traía entre manos, ¿por qué? Fácil, me dijo que tenía un rico desayuno para mi y si podía, que llevara a Leah.

¡Vamos! ¡Que no soy ninguna tonta!

Así que sin ganas, salí del cómodo sofá y me dirigí a la cocina donde Leah preparaba el desayuno. Desde el día que nos mudamos cuatro chicas al apartamento notamos que no era justo que cocinara una sola para todas, mas para los chicos que casi siempre estaban comiendo en casa o nosotras en la suya. Con esto claro decidimos cocinar un día cada una, de forma que todo fuera justo.

Ese día le tocaba a Leah.

-¿Falta mucho para que termines?- Pregunte mientras tomaba asiento frente a la barra americana.

La escuche suspirar.

-No seas impaciente- Pidió- Termino en 3...2...1- Volteo y dejo una taza de café junto con pan de banana frente a mi- Conseguí la receta y me quedo increíble.

-Lo probamos en el camino- Dije mientras volvía a colocarme de pie, esta vez con la taza de café en mi mano- Papá llamo. Pidió que estemos en la casa en menos de media hora.

-¿Algo en particular?- Preguntó mientras colocaba café en una taza térmica y buscaba su bolso por la sala.

-No lo se pero esta realmente extraño, sera mejor que te apresures-asintió con su cabeza mientras se dirigía a la puerta con su bolso en mano.

No tarde en seguirla.

(...)

-¡Papá!-Llame una vez que ambas entramos en la casa- Mas te vale que estés aquí. ¡Quiero el desayuno que prometiste!.

-Aquí estoy chicas, no sean impacientes- lo vimos salir de la cocina y caminar a la mesa de la sala para dejar unas donas allí.

Después de eso comenzó a caminar hacía nosotras para envolvernos en un abrazo.

-Papi -Dijo Leah con la voz algo asfixiada- Me estas ahogando.

Nos soltó mientras reía y nos empujaba para que tomáramos asiento.

-Ya,deben comer- No proteste, ¿Quien en su sano juicio rechazaría comer? Nadie.

-No lo haz hecho tu, ¿no es así? Por ahora no planeo muerte por intoxicación en mi historia médica.- Dije mientras alcanzaba un vaso de jugo de naranja y le daba un trago.

-Ja ja- Dijo con una pizca de diversión- Necesitaba hablar con ustedes.

-Directo al punto.-Pedí sin siquiera mirarlo.

De igual forma sentía la mirada de Leah sobre ambos, preparada para intervenir.

-Su madre.- Sin intensión me tense- Ella quiere hablar con ustedes y....

-No -Interrumpí y levante mi vista para mirarlo a los ojos- No quiero hablar con ella.

-Lo haremos- Me contradijo Leah antes de mirarme fijo a los ojos- Ella es nuestra madre, Ann. Esa mujer ha pasado por un millón de cosas para hacer que ambas tuviéramos una buena vida, se esforzó por ser buena madre, amiga y consejera. Es lo mínimo que podemos hacer, no desaprovechemos la oportunidad de llevarnos bien con nuestros padres por primera vez en nuestra vida.

-Dime, ¿era buena madre cuando nos mando a la otra punta del país con un hombre al cual no conocíamos lo suficiente? ¿era buena madre cuando nos separo de todo lo que conocíamos? ¿era buena madre cuando no reconoció quien era quien después de vivir con nosotras durante 17 años? No me vengas con buena madre Leah, eso no es buena madre.-replique, dejando salir mi opinión por completo.

Two worlds collideWhere stories live. Discover now