2°T- Velorio

6.4K 445 24
                                    

Narrado por Leah:

Cuando desperté esa mañana espere que estuviera lloviendo o al menos, que estuviera nublado.

Quería que el clima acompañara mi humor como en las películas pero nada de eso sucedió. Extrañamente, había un hermoso sol junto con una pequeña e inusual briza.

-Buen día, Leah- mire a mi costado para ver que Cameron salia del baño con una peculiar vestimenta.

Jeans negros, camiseta negra, botas negras y unos lentes oscuros colgando del cuello de su camiseta.

Lo peculiar era el color de toda su ropa.

-Es hoy, ¿no es así?- asintió con su cabeza así que no me demore, me coloque de pie y tome un vestido que la abuela me había dejado sobre una silla.

Luego tome unos tacos y mi pequeño bolso donde tenía la ropa interior y las cosas higiénicas.

Estaba por entrar al baño cuando Cameron beso mi frente antes de susurrar.

-Lo siento, cariño- asentí, también yo lo sentía.

(...)

-Ann- mi gemela volteo y no tardo en caminar a mi y envolverme en sus brazos.

A comparación de mi ella no tenía los ojos rojos, no había señas de que había llorado pero debajo de sus ojos habían unas pequeñas bolsas que ni el maquillaje habían logrado cubrir. Sus ojos no tenían el brillo usual y supe, que seguramente los mios tampoco lo tuvieran.

-¿Descansaste?- pregunto mientras ambas veíamos a todos organizar los arreglos florales, la gente iba y venia diciendo pequeños 'lo siento' cada vez que pasaban por nuestro lado pero ambas sabíamos, que ninguno lo hacia.

-Lo hice, la abuela me hizo un té para ya sabes, disminuir la tensión- asintió comprensiva- ¿Tu?.

-Ethan trajo pastillas para dormir, han ayudado por un par de horas- Respondió, su voz no estaba rota, ya lograba hablar con normalidad pero ningún tono divertido, burlón o irónico aparecía en su voz.

Ann había perdido todo aquello que la caracterizaba.

-Vale...¿ella ya...?- pregunte mientras señalaba la sala pero en ningún momento pude terminar de hablar.

-Si, ella ya esta aquí pero di la orden de que no abrieran el ataúd...no me parece conveniente para nadie- asentí, no creía que ver su cuerpo me ayudaría.

-Gracias, Ann.- dije- Yo no podría haberme quedado aquí y menos aun, recibir su...tu entiendes.

-No hay problema Leah, todo esto pasara- rodeo mis hombros con su brazo antes de suspirar- Me siento tan culpable.

-Ann, no...

-Si, Leah. Estuve un año y medio peleada con ella, la ultima vez que la abrase ella creía que era tu. La ultima vez que le dije te amo...- esa vez río sin gracia- Ni siquiera recuerdo la ultima vez, Leah.

-Cuando hablamos por teléfono- recordé- Le dije te amo por ambas.

-Pero no lo dije yo, Leah. Ella sabia que yo estaba enfadada, ella no estaba ilusionada de escucharlo de mi parte... ¿La abuela ya te ha dicho cuando choco?

-No.

-Ella habló con nosotras e hizo las maletas, iba a ir a sacar el pasaje mañana a primera hora pero no lo hizo por que yo le pedí que lo hiciera ese mismo día. Ella choco cuando iba a comprar el pasaje, el pasaje que yo le forcé a comprar ese día.

-Ann, no sabías...

-¿Eso que importa, Leah? Ella murió, ¡murió yendo a comprar unos pasajes que yo le pedí que comprara!- su tono de voz por primera vez se rompió- Ella murió pensando que yo la detestaba.

Two worlds collideWhere stories live. Discover now