Capítulo 37: Viaje inesperado

102 21 125
                                    

KHAI OLIVETTI

Me recuesto  en el cabecero del coche y dejo escapar profundo suspiro.

En ese momento, bajo del auto y consulto la hora en mi reloj, mientras espero a que mi hermana salga de la academia de modelaje. El estacionamiento cerrado está lleno de vida y movimiento, con chicos y chicas que se dispersan y una variedad de vehículos estacionados en perfecta armonía. Autos de diferentes colores y tamaños se alinean en filas ordenadas, creando un paisaje urbano en miniatura. De repente, veo a Sunny salir con una sonrisa radiante, entablando una conversación amena con Fabián, el hermanastro de mi mejor amigo. Sus gestos y risas llenan el aire, mientras intercambian números telefónicos con entusiasmo.

Tenso la mandíbula y aprieto mi puño con fuerza, tratando de controlar mi creciente incomodidad. Camino hacia ellos con paso apresurado, sintiendo cómo la desconfianza se apodera de mí. No puedo olvidar los comentarios que hizo el rubio a Adnan sobre los coqueteos de Hanna con él, aunque no creo que sean ciertos. Además de eso, siempre he sentido una antipatía inexplicable hacia su persona, una intuición que me dice que no es de fiar.

Mientras me acerco, noto cómo él va acortando la distancia con ella. Mi hermana, mira hacia el frente y cruzamos miradas. Entonces se acerca al encuentro y me saluda con entusiasmo. Fabián también se acerca a saludarme.

-¡Khai qué gusto verte! -El chico extiende su mano hacia mí, tratando de mostrar amistad y complicidad. Sin embargo, mi desconfianza es tan palpable que respondo a su saludo con una mirada fría y un apretón de manos apenas perceptible. No puedo evitar preguntarle, con un tono de voz cargado de escepticismo, si está estudiando en esta institución.

Sin inmutarse por mi actitud, sonríe con confianza, como si estuviera seguro de su elección. Sus ojos muestran determinación mientras responde, intercambiando una mirada cómplice con Sun:

-Sí, siempre he querido ser modelo. Para mí, esta es la oportunidad perfecta para hacerlo realidad -afirma, su voz llena de convicción.

Con desaprobación y una sonrisa irónica, observo cada uno de sus movimientos mientras se despide de nosotros y se sube a su motocicleta. Mi hermana y yo nos dirigimos hacia la fila de autos y nos acomodamos en el coche de papá. En medio de un incómodo silencio, ella me recrimina por mi comportamiento hacia Fabián.

-¡Casi lo matas con la mirada! -me reprocha, con molestia y preocupación en su voz.

-¿Qué te traes con ese chico? -replico, cruzándome de brazos, dejando entrever mi desconfianza-. No me gusta para nada. No confío en él.

Ella suspira, defendiéndose y tratando de calmar mis preocupaciones.

-¿Crees que soy una niña? -me reprocha, con cierto tono de indignación-. Tengo derecho a tener amigos. No pasa nada entre nosotros, te lo prometo.

Aunque sus palabras intentan tranquilizarme, no puedo evitar mantener mi postura firme.

-Eso espero

cómo te sientes, hermoso? -Ella me mira con entusiasmo, sus ojos, como dos estrellas fugaces, denotan la intensidad de sus emociones. Su sonrisa ilumina el interior de la cabina como si fuera una luz de navidad, y le da a su rostro un aspecto radiante y feliz.

No puedo evitar contagiarme de su alegría y le respondo con una sonrisa sincera:

-Bien, ¿y tú? ¿Cómo te fue?

-¡De maravilla! Mi sueño se está haciendo realidad -Su emoción se expande en el espacio reducido del auto mientras se abrocha el cinturón de seguridad.

Ella conecta su airpad al coche, animando el ambiente con música pop. Cuando salimos del parqueo, puedo ver los imponentes rascacielos que rodean el estacionamiento. Sus altas estructuras se alzan hacia el cielo, creando una silueta impresionante contra el fondo azul. Algunos de ellos están embellecidos con modernos diseños arquitectónicos, mientras que otros conservan un estilo más clásico y elegante.


Azares del destino [Editando]Where stories live. Discover now