Lo que Harry no supo ver: el secreto de Ron y Hermione

Por fin, la verdad

Tras el desayuno, McGonagall tomó la voz en el gran comedor y pidió voluntarios para seguir avanzando en las muchas reparaciones que necesitaba el castillo. Seguidamente, se dirigió hacia Arthur, quien justo se estaba levantando en ese momento de la mesa, y le comentó unas palabras al oído. Él asintió, y cuando ella se hubo marchado se dirigió hacia aquellos que estaban aún sentados y les dijo que Kingsley les había convocado a todos en el despacho del director. Arthur iría un momento a la habitación para ver si Molly y George se les querían unir y luego se encontrarían todos junto a la gárgola de la entrada.

Cuando Ron, Harry, Hermione, Ginny, Charlie, Percy, Bill y Freur llegaron al antiguo despacho de Dumbledore, Hagrid, Kingsley y McGonagall ya se encontraban allí. Al poco, aparecieron Arthur y Molly y, para sorpresa y alegría de todos, George estaba con ellos.

En este momento, Kingsley les pidió que se sentasen. Nuevos sofás aparecieron y se colocaron en forma de círculo, de manera que todos los asistentes pudieran verse las caras. Y Kingsley tomó la palabra.

- Chicos - Dijo mirando a Harry, Ron y Hermione, que se habían sentado juntos en un sofá - no tengo palabras para agradeceros todo lo que habéis hecho por nosotros. Y por el mundo. Siento hacer esto en este momento, siento mucho interrumpir vuestro descanso en estos momentos de dolor para todos. - Miró al suelo y guardó silencio por unos segundos - Pero en cuanto la conmoción de la batalla haya pasado, todos vendrán a pedir explicaciones. Estoy intentando mantener el Ministerio a raya. También hemos puesto barreras para algunos reporteros que se están intentando colar en la escuela con sus cámaras en la mano. Antes de seguir avanzando creo que, por fin, ha llegado el momento de que nos contéis la verdad de lo que ha pasado.

- Oh, así que todo este teatro es por eso - Dijo Ron, aliviado. Al percibir la mirada de Hermione, añadió flojito y mirando el suelo - Pensaba que nos habían convocado para tomar decisiones sobre los entierros.

Hermione le cogió de la mano y Harry se quedó mirando los dedos de sus amigos entrelazados, hasta darse cuenta de que todos estaban mirándole, esperándole. Él suspiró, antes de empezar a hablar y decir una sola palabra.

- Horrocruxes.

¿Qué? gritó Hagrid. ¿Cómo? exclamó Bill. Molly palideció aún más y Charlie soltó una rista de palabrotas.

- Perdón - Interrumpió Ginny - ¿Qué son horrocruxes?

- Es un objeto en el cual un mago o bruja esconde parte de su alma, con el objetivo de hacerse inmortal. - Contestó Percy, adelántandose a la respuesta que Hermione ya tenía en la punta de la lengua.

- ¿Algo parecido a la piedra filosofal? - Preguntó ella. 

- No, esto es magia más oscura. - Interrumpió Kingsley. - Para crear un horrocrux necesitas cometer antes un asesinato. Por favor, Harry, continúa.

- Dumbledore descubrió que Voldemort había creado una serie de horrocruxes. Siete.

- ¿Y decidió enviar a unos críos a por ellos? Honestamente, ¿tenía a toda la orden del Fénix y mandó a unos niños a la boca de la muerte? - Gritó Molly recuperando su furia.

- No somos unos niños, mamá. - Le contestó Ron - Y Dumbledore no nos obligó a nada. Bueno... - añadió bajito - al menos a mi y a Hermione.

- A mi tampoco me obligó, pero tenía qué hacerlo. - Dijo Harry, ahora mirando a Ginny directamente.- Siento mucho no habértelo podido contar antes, sólo quería protegerte. 

Se perdió en la mirada de Ginny sin acabar de entender lo que ella quería transmitirle. Al momento, se avergonzó profundamente al darse cuenta que acababa de decir aquellas palabras en un tono meloso y lleno de ternura delante de toda la familia de la chica. Hagrid lanzó una risita y George levantó la cena sugerentemente.