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Respiraba de forma entrecortada. Sentía que en cualquier momento me iba a desmayar del dolor.
- ¡Aidan Gallagher!.- mi esposo entró rápidamente a nuestra recamara con las dos maletas en manos.- ¡Apresúrate!.
- Ya voy amor, no me grites que me pongo más nervioso que tú.- pidió dejando las maletas sobre la cama para ayudarme a pararme de la cama.
- Perdón perdón...- solté otro grito al sentir más dolor.- Aidan, tengo miedo.- admití queriendo llorar.
- Todo saldrá bien. ¿Comprendes?. Aquí estaré a tu lado.- asentí con nervios.
Sola empecé a caminar hacia la salida con Aidan detrás de mí con las maletas. Hoy iba a dar a Liz a nuestro preciado hijo; Ryan. Por suerte aún es de día y el hospital no estaba tan lejos de casa.
Aidan me abrió la puerta del coche y me ayudó a entrar, después rodeó el auto y entró después de haber cerrado el maletero también. Arrancó el coche para dirigirnos finalmente al hospital.
- Respira amor, tu puedes.- empezó a respirar de forma divertida a lo que reí un poco aún sin dejar de lado el dolor.- Amor, trato de ayudarte. No te burles de mí.
- Perdón amor.- me acaricié la panza de forma tierna. Y decir que Ryan fue creado por una broma.
« Flashback
La botella giró quedando justo hacia Aidan y Samantha, quien no dudó en sonreírle de forma rara al chico que me gustaba. Bufé girando los ojos ante esa acción, hace días que pasaba lo mismo y según Aidan, no sucedía nada fuera de lo común. Trataba de creerle pero todas esas miradas me hacían dudar. Y pues aunque no fueramos novios y solo amigos, seguía doliendome.
- Bien, ustedes dos van al armario.- ambos se levantaron y entraron al armario sin mirar atrás. Triste también me levanté de mi lugar.
- ¿A dónde vas ______?.- me preguntó Manuel yendo detrás de mí.
- Me largo de este lugar.- bufé molesta yendo hacia mi coche.- Y descuida, puedo regresar sola. No he tomado alcohol por estar en tratamiento así que puedes regresarte tranquilo a la fiesta.
Manuel era como un hermano para mí. La mayoría veía en el al chico perfecto como novio, o mejor dicho, como novio para mí. Nuestros padres han tratado de emparejarme, incluso el y yo salimos varias veces pero al parecer no éramos compatibles así que dejamos de intentarlo.
- No, yo me regreso contigo. La fiesta está aburrida y además, le prometí a tus padres que no te dejaría sola...¿Me permites manejar?.- le tiré las llaves de mi coche y entré al asiento del copiloto. Este me sonrió y entró para empezar a manejar.
