0️⃣1️⃣1️⃣

333 17 0
                                    

- ¿Te sientes incómodo aquí?. ¿Qué tal si hablamos en mi habitación?.- sugerí al notar lo callado que estaba Aidan.

- ¿Segura?.- su rostro estaba rojo. Ignoré eso. Mejor me levanté tomándolo de la mano para poder guiarlo a mi recámara.

Al entrar me sonrojé al ver ropa sobre mi cama y una que otra prenda tirada en el suelo así que no dudé en obligar a Aidan a mirar a otro lado.

- Volteate. Mi habitación no está muy limpia y ordenada como de costumbre.- comencé a quitar la ropa.

- Sí, limpio y ordenado.- noté su voz burlona.- ¿Necesitas ayuda?.

- No, solo no lo mires...Espera un momento. Si no me hubiera preocupado que te sintieras incómodo en la sala, no te habría invitado a mi habitación.

- _______, eres tan considerada.- y ahí estaba de nuevo su a actitud sarcástica.

- Como sea, listo.- me volteó a ver.- Déjame darte un pequeño room tour de mi cuarto.- Aquí están mis certificados. Este es el certificado que gané al obtener el primer lugar en una competencia de comida en mi jardín de infantes superior.- mostré el cuadro.- Este es el certificado de campeón de un tira y afloja en mi tercer grado de primaria. Y esto. Este es el premio de postre artesanal que gané cuando hice el postre por primera vez.- señalé los dos cuadros de hasta arriba.- También hay un trofeo. Pero mi mamá lo guardó.

- Eres genial, _______.

- En comparación con tus certificados de estudiante por méritos, los míos no son tan valiosos, siguen siendo mis puntos destacados.- cabizbaja bajé la mirada.

- Pues estás equivocada.- con su mano tomó mi mentón obligándome a verlo.- Echa un vistazo a lo que te traje.- me entregó una cajita morada.

Salté de la emoción para después sentirme en mi cama con el a mi lado.

- No es un libro de ejercicios. ¿O sí?.- hice cara de asco haciendo reír a Aidan.

- No, solo léelo.- al quitar la tapa, me encontré con un libro. Vaya ironía, por suerte no era de ejercicios, más bien, era su libro de idiomas. Lo miré confundida pero el me insistió en leerlo.- I like you.- en inglés.

Esperen...¿¡Qué!?.

- Me gustas.

¿Enserio le gusto a mi mejor amigo?.

- Tu me plais...- en francés.

- Me gustas.

- 좋아해요 ...- en coreano.

- Me gustas.- sorprendida cerré el libro.

- ¿Así que fuiste a la biblioteca a hacer esto?. Por eso no querías que te acompañara.- asintió con una sonrisa.

- Mis padres comentaron que hemos sido amigos durante demasiado tiempo, por lo que no somos lo suficientemente románticos...Sólo quiero hacer algo romántico para ti. Me pregunto si te gustó el libro.- asentí feliz.

- Me gusta. Me gusta el romance de un estudiante superior de idiomas.- me burlé de el. Solía molestarlo con la palabra "superior" ya que para el era como un "estás viejo".

Aidan y yo hemos sido amigos desde la preparatoria. Es un año mayor que yo, sí, pero eso no impidió que tuviéramos una linda amistad. La cual ha crecido en otro sentimiento para ambos.

- Espera...¿Esto es chino?.- comenté leyendo la siguiente hoja del libro.- ¿Qué escribiste en chino?...別叫我"少校"請叫我"男朋友"。我超級甜。

(No me llames "Mayor". Llámame "novio". Soy súper dulce).- eso me hizo reír.

- ¿Por qué te ríes?.- fingió indignación.

- El "soy súper dulce". Ese no es tu estilo. ¿Por qué dijiste eso?.- se sonrojó nuevamente.

Vaya, cuando pensé que este chico no podía ser más guapo. Siempre rebasa mis expectativas. ¿Sabían que Aidan es la magnífica definición de sexy y tierno a la vez?.

- ¿Quieres algo dulce?.- asentí eufórica al creer que me había traído algún dulce, o mejor, un chocolate. Cerré los ojos como de costumbre y estiré mis manos en espera de la golosina.

Pero más me sorprendí al sentir los labios del ojiverde cubriendo los míos. La presión era lenta, suave y perfecta. Un beso pequeño pero sincronizado por parte de dos inexpertos. Algo difícil de creer.

- ¿Fue dulce?.- murmuró Aidan sin alejarse de mi rostro a lo que asentí atontada.- Pensé en una frase dicha por Edison.- eso me hizo fruncir el seño.

- ¿Estás pensando en Edison a mi lado?...

- Edison dijo que la genialidad es noventa y nueve por ciento de transpiración más uno por ciento de inspiración. Pero las citas son un uno por ciento de técnica más un noventa y nueve por ciento de sinceridad.- espérame, me perdí .- Incluso si aprendí la técnica un poco tarde, no afectó mis sinceros sentimientos por ti.- me robó otro beso más corto.

- Esas son las palabras más dulces que he escuchado.- me lancé a él para poder abrazarlo y besarlo.

¡Amo a este chico!.













































































⚠️: Este libro terminará próximamente (a lo máximo otros 10 capítulos más) debido al poco apoyo y tiempo desperdiciado, gracias por su atención...



𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 // 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆. 𝐚𝐧𝐝 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇.Where stories live. Discover now