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- ¿Hotel de Viena?

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- ¿Hotel de Viena?. Oh Cinco Hargreeves , te has metido en tantos problemas ahora si.- comentó ______ después de haber visto la imagen que le había hecho llegar Klaus
En la imagen se podía observar como la secretaria de Cinco estaba abrazada a este de forma rara.- Señor, diríjase al Hotel Viena.- ordenó al taxista.

- Claro.

[°°°]

- Tómelo con calma. Sr. Cinco. Casi llegamos ahí...- murmuró Monserrat, la secretaria de Cinco y la cual llevaba al ojiverde a una habitación reservada por ella misma.

Claramente emborracharlo era su plan y pues también claramente ya tenía todo pensado, desde la bebida, hasta el hotel más lujoso.

Introdujo la tarjeta (llave) y la puerta se abrió automáticamente dejando ver a un Klaus con una sonrisa más falsa que su heterosexualidad.

- Gracias, señorita Monserrat, por enviar de regreso a mi hermano pero a partir de aquí yo me ocuparé de él ahora.- se lo arrebató como si fuera un muñeco de trapo.

- Pero joven Klaus...

- El trabajo de una asistente como usted debe ser cansado, lo mejor que puede hacer es regresar y descansar un poco. Yo me ocuparé del Sr. Cinco. Hay muchos reporteros cerca y ya sabe cómo es la prensa. No es conveniente. Déjeme a mí. Gracias y chau.- le cerró la puerta en la cara.

Después se pegó una cachetada mental al recordar otra cosa. Rápidamente abrió otra vez la puerta solo para quitarle la llave a la mujer.

- Pero...

- Bye.- y nuevamente le cerró la puerta en sus narices a la tipa esa.

- ¿Enviaste la imagen?.- preguntó Cinco acomodándose su saco.

Y por si creían que la chica había sido inteligente, Cinco lo era miles de veces más. El ojiverde se enteró del plan de su secretaria y en vez de irse contra ella, se unió sin que Monserrat se diera cuenta. Si no puedes con el enemigo, únete a el. Tampoco es que terminara besándose con ella, solo quería que su esposa le tuviera más afecto y le prestara más atención.

- Vete, me tengo que bañar. Apesto a alcohol.- hizo una mueca al recordar las botellas que si secretaria lo incitó a tomarse.

- Al menos déjame terminar mi comida...

- Puedes irte ahora.

- Te envié las fotos. También ahuyenté a la gente. ¿Y ni siquiera me dejas comer mi comida para llevar?. Básicamente, solo soy una herramienta para ti.- la puerta se abrió para expulsar a Klaus de la habitación.

Vaya que Cinco es hábil.

- Maldito.- murmuró él de rulos para caminar irse la academia.

- ¿Klaus?. ¿Qué haces?...

𝙊𝙉𝙀 𝙎𝙃𝙊𝙏𝙎 // 𝐀𝐢𝐝𝐚𝐧 𝐆. 𝐚𝐧𝐝 𝐅𝐢𝐯𝐞 𝐇.Onde histórias criam vida. Descubra agora