𝒞𝒶𝓅𝒾𝓉𝓊𝓁𝑜 17

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Sasuke sabía que Sakura estaba de mal humor sin siquiera hablar con ella. En realidad, no se había atrevido a hablarle desde antes que el baile hubiera comenzado más que para posicionarla afuera en el patio, escondida en las sombras de un pilar. Unas pocas horas en la noche invernal la enfriarían.

Desde su lugar adentro, metido en una alcoba cerca de una entrada de servicio, podría mantener un ojo en el resplandeciente baile frente a él, así como a la asesina de pie montando guardia justo fuera de las imponentes puertas del balcón. No es que no confiara en ella, pero teniendo a Sakura en uno de esos estados lo ponían al borde, también.

Ella actualmente estaba apoyada contra el pilar, de brazos cruzados, no escondiéndose en las sombras, como le había dicho. Él podía ver los zarcillos de su respiración enrollándose en el aire nocturno, y la luz de la luna brillando en la empuñadura de una de las dagas que llevaba a su lado.

El salón de baile había sido decorado en colores azul glacial y blanco, con franjas de seda flotando desde el techo y ornamentadas bolas de cristal colgaban en medio. Era algo sacado de un sueño de invierno, y era en honor a Menma de todas las personas. Unas pocas horas de entretenimiento y una pequeña fortuna gastadas para un chico que actualmente estaba de mal humor en su pequeño trono de cristal, bajando dulces por su garganta mientras su madre le sonreía.

Nunca le diría a Naruto, pero Sasuke temía el día en que Menma creciera y se convirtiera en un hombre. Lidiar con un niño mimado era más que suficiente, pero un líder mimado y cruel sería completamente otro tema. Entre él y Naruto esperaban poder ver cualquier corrupción que estuviera ya pudriendo el corazón de Menma, una vez que Naruto ascendiera al trono.


El heredero estaba en la pista de baile, cumpliendo con sus obligaciones con la corte y la corona bailando con cualquier dama que demandaba su atención. Las cuales, como era de esperar, eran casi todas. Naruto actuaba bien su papel y sonreía durante los valses, una agraciada y competente pareja, ni una vez quejándose o rechazando a una dama. El baile finalizó, Naruto reverenció a su pareja, y antes de que pudiera dar un paso, otra cortesana estaba haciendo una reverencia frente a él. Si Sasuke hubiera estado en los zapatos de Naruto ya se hubiera quejado, pero el príncipe solo sonrió, tomó la mano de la dama y la balanceó sobre el suelo.

𝒞𝑜𝓇𝑜𝓃𝒶 𝒹𝑒 𝑀𝑒𝒹𝒾𝒶𝑜𝒸𝒽𝑒 - 𝐒𝐚𝐤𝐮𝐫𝐚 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐧𝐨Where stories live. Discover now